Crítica: The Cuphead Show! necesita mejor vajilla - QiiBO QiiBO

Crítica: The Cuphead Show! necesita mejor vajilla

Luego de una respetable racha adaptando propiedades de video juegos con la excelente Castlevania, la entretenida DOTA: Dragon’s Blood, y la genial Arcane, Netflix sufre un ligero traspié con The Cupehead Show!, la serie basada en Cuphead, el popular videojuego independiente del Estudio MDHR en el 2017, inspirado tanto en las animaciones clásicas de Walt Disney junto a Fleischer Studios, como los difíciles juegos “corre-y-dispara” de los 80’s. El problema es sencillo: no es gracioso ni interesante.

Visualmente es fantástico, definitivamente su mayor fortaleza. The Cuphead Show! es una perfecta representación del juego, igualmente la música compuesta por Ego Plum, utilizando referencias a la banda sonora que Kristofer Maddigan hizo para el juego, brillantemente mezcladas con su propio trabajo, fuertemente inspirada en las viejas caricaturas de dónde surge la vibra de la propiedad.

The Cuphead Show! presenta los hermanos Cuphead y Mugman, dos precoces chicos pasando los días en su pequeña cabaña en el bosque, donde son cuidados por el anciano Kettle, mientras se meten en constantes problemas. La dinámica de los chicos recuerda a Spongebob y Patrick, pero sin la misma personalidad, ni chispa. La mayoría de los episodios son historias individuales, aunque hay una trama principal basada en el video juego, donde Cuphead debe su alma al diablo, quien necesita cobrarla para tener sus cuentas al día.

Con todo y que los episodios son cortos, 15 minutos o menos, se me hizo difícil terminar la temporada. Es altamente posible que The Cuphead Show! no me haya gustado por no estar dirigida hacia mí, pero si las viejas caricaturas en que están basadas todavía dan risa, igual que otras propiedades también inspiradas en ellas, como Animaniacs o Adventure Time, quizás el problema no sea tanto mi edad.

Hay algunos momentos destacables, como una secuencia inspirada en episodios de horror hechos por Disney y Fleischer, y otra claramente basada en Fantasia, pero en general The Cuphead Show! se sintió como un trabajo, casi tan difícil como el juego. Excepto que el juego te estas divirtiendo.

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