Por culpa de redes sociales y la adición a las hormonas de placer liberadas en el cerebro producidas por recibir atención, la conversación sobre cualquier tema se ha polarizado al punto donde desaparecieron los niveles o los contextos.
Si algo no es “la cosa más increíble jamás hecha”, automáticamente es mala. Los extremos son una estupidez, especialmente en temas de entretenimiento. Hay cosas que son buenas en su categoría o que simplemente son “ok”, y eso está bien. No significa que no valga la pena verla en cine o en total.
Les digo todo eso para contarles que, dentro de su categoría, ¡Tron: Ares está brutal! Ciencia ficción divertida, hecha para gozarse en pantalla grande por sus espectaculares visuales, una PELOTA de banda sonora, desarrollada por el genial dúo musical Trent Reznor y Atticus Ross (de la banda Nine Inch Nails), que eso nada mas vale la pena meterse a una sala con bocinas que te la retumben en el pecho.
Tron: Ares es lo que se llama una “película popcorn”, es decir, para entretenerse un rato, de las que desconectas el cerebro y te dejas llevar por lo que estas viendo. En esa categoría, es excelente, de las mejores que he visto en el 2025.
En cuanto a la trama pues, es una película de Tron, no se que puedas estar esperando, no es como que sea una franquicia con joyas cinematográficas pero, Ares definitivamente es la mejor de las tres, aunque eso no sea mucho decir. Seamos honestos, si sacan la nostalgia por unos minutos, pueden aceptar que tanto Tron como Tron Legacy son bastante aburridas, sin mucho que ofrecer aparte de efectos especiales y música, algo constante en la trilogía.
En vida real, Jared Leto me cae como patada en la canilla pero, maldita sea, que buen actor es, y aquí lo vuelve a hacer como el titular Ares. Afortunadamente, tenemos la carismática Greta Lee para contrarrestar las ganas de meterle un bofetón a Leto, como Eve Kim, la nueva presidente de Encom, la compañía que una vez presidió Kevin Flynn (Jeff Bridges), antes de desaparecer dentro de “La red” que construyó con la esperanza de encontrar la clave para mejorar la humanidad.
Ares es una inteligencia artificial creado por Julian Dillinger, personaje originalmente interpretado por Cillian Murphy, quien probablemente les dijo “¿ustedes son locos? Yo acabo de ganar un Oscar”, y ahora es encarnado por Evan Peters.
Tanto Dillinger como Kim intentan encontrar el “código de permanencia”, que les permitirá transferir elementos del mundo virtual al mundo real. Para Dillinger es la puerta a millones en contratos militares con el mejor postor, para Kim es la oportunidad de cambiar la vida de miles de millones, trayendo comida y recursos ilimitados para todos.
Quizás dos o tres de ustedes se están preguntando por Sam Flynn, protagonista de Tron Legacy. La ausencia del personaje es explicada en un rápido dialogo al principio. No me hizo falta, si a Kevin Flynn no le importaba su hijo, a mi menos.
De hecho, lo mejor que hace Tron: Ares es reconocer el pasado de la franquicia pero desarrollar su propia historia, alejándose del tema principal, dejando que la imaginación de los guionistas nos deslumbre con la cinematografía, el diseño artístico, las secuencias de acción, y esa obra de arte que hicieron con la banda sonora.
Por supuesto que el guion de Tron: Ares pudo ser mejor; hay mucho que explorar en el tema de inteligencia artificial y su relación con la humanidad, aparte de mucho mas que pudieron imaginar con el concepto de mundo virtual. Pero así como está, Tron: Ares cumple con la mas básica función de entretener, siendo un dulce audiovisual, un tremendo banquete para los ojos y oídos. Inmensamente recomendada.
Podcastero, comediante, crítico de cine y TV miembro de la Critics Choice Association, crítico certificado en Rotten Tomatoes, y padre de gatos. Una vez cuando niño entré a un cine, y en cierta forma nunca salí.
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