Por alguna razón que no puedo explicar, no comencé a ver Reacher cuando comenzó en Amazon Prime Video, siendo material prácticamente creado para mi y los de mi generación pero, ahora no solamente la disfruto, se las recomiendo a quien quiera disfrutar de la vieja escuela de entretenimiento.
La tercera temporada de Reacher eleva intensamente el factor diversión con mayor acción, potentes coreografías de pelea, humor y el mejor ritmo hasta el momento, porque yo me inhalé los episodios. Aunque el misterio no es tan interesante como la primera temporada, y falta la química grupal que nos dio la segunda, esta temporada demuestra que Jack Reacher pertenecía a televisión, en vez de las dos películas que intentaron con Tom Cruise.
Reacher es la máxima fantasía del vengador solitario que llega a resolver lo que el sistema no puede, sea por corrupción o ineptitud. O ambas. El tipo que mete mano sin rendirle cuentas a nadie, ni medir consecuencias. No será la actitud mas saludable en vida real, pero en ficción siempre es divertida, y esta serie sabe como aprovecharla al máximo, especialmente por el carisma natural del protagonista Alan Ritchson, que siendo un tanque humano de seis pies, dos pulgadas, y doscientas y pico de libras de pura musculatura, sigue siendo accesible. O sea, es el tipo que te atreves a preguntarle la hora sin miedo, pero con un tono respetuoso de voz.
En alguna otra ciudad de algún rincón olvidado de los Estados Unidos, Jack Reacher (Ritchson) consigue entrar de encubierto a la organización criminal manejada por Zachary Beck (Anthony Michael Hall), convirtiéndose en el guardaespaldas oficial de Richard Beck (Johnny Berchtoid), hijo de Zachary, con quien mantiene una difícil relación paternofilial. La misión (clandestina, por supuesto) es encontrar a Teresa Daniel (Storm Steenson), antigua informante de la agente federal Susan Duffy (Sonya Cassidy), quien lleva años investigando a Beck.
Pero resulta que Reacher tiene su propia agenda para aceptar la misión, relacionado a uno de los casos que investigó durante su tiempo como policía militar en el ejército de los Estados Unidos. Algo extremadamente personal.
Para aquellos que nos criamos viendo a Arnold Schwarzenegger, Jean-Claude Van Damme, y Sylvester Stallone patear traseros a diestra y siniestra, resolviendo el trombo, quedándose con la mujer y un final feliz, Reacher satisface las ganas, con el ingrediente extra de un protagonista modernamente sensible al sentimiento humano sin caer en lo cursi. ¡INMENSAMENTE RECOMENDADA!
Podcastero, comediante, crítico de cine y TV miembro de la Critics Choice Association, crítico certificado en Rotten Tomatoes, y padre de gatos. Una vez cuando niño entré a un cine, y en cierta forma nunca salí.
Comments are closed here.