Tengo un gran problema; quiero decirles cuanto me encantó Sentimental, una comedia dramática española estrenando esta semana en los cines de Puerto Rico, pero no quiero dañarles las sorpresas. Entre a verla sin saber siquiera que existía, terminé pasando unos fantásticos 87 minutos. A ver como lo hago.
Sentimental originalmente es una obra teatral llamada Els VeÏns de dalt, escrita por Cesc Gay, director español que también se encargó de adaptar el guion y dirigir este filme repleto de un humor ácido, sensual, problemático y extremadamente humano. Tan humano que me provocó poderosos recuerdos de mejores momentos, especialmente momentos cuando pensaba que la estaba pasando mal. Porque así de irónica, prácticamente cruel, es la vida.
Las películas basadas en obras teatrales tienen un ritmo específico, que pocas veces logra adaptarse cómodamente a cine, mayormente cuando se mantienen en una sola localidad. Sentimental lo logra –aunque tropieza algo durante su primer acto- gracias al carismático trabajo de su elenco, especialmente Javier Cámara, quien tiene la envidiable habilidad de transmitir emociones y provocar risa con pocos movimientos de su rostro, sin nunca caer en la mueca ni caricatura. Con el apoyo de Griselda Siciliani, Belén Cuesta y Alberto San Juan, hacen de Sentimental una perfecta velada en sala.
Julio (Cámara) y Ana (Siciliani) llevan 15 años casados pero, es obvio que, al menos en años recientes, se han convertido en compañeros de cuarto más que matrimonio. La relación es casi una guerra civil, donde ambos combatientes conocen los puntos sensibles del otro, atacando sin misericordia, más preocupados por ganar que por los sentimientos ajenos. El lenguaje de Julio es el sarcasmo, incapaz de expresar sus verdaderos pensamientos sin ese filoso dejo de ironía salpicando sus palabras. Por su lado, Ana parece haberse resignado a una relación basada en la pasivo-agresividad, y su nuevo ataque es haber invitado los vecinos de arriba, a quienes solamente conocen por rápidas interacciones en el elevador, y los constantes gemidos sexuales que se escuchan por las noches. Julio está dispuesto a dañar la velada encarándolos, ante la desesperación de Ana, preocupada por el que dirán. La batalla está lista para explotar cuando llegan Laura (Cuesta) y Salva (San Juan).
Pero los vecinos llegan con su propia sorpresa, tratándose de una pareja prácticamente opuesta en casi todo sentido a Julio y Ana, convirtiendo la velada en un crescendo de catarsis emocional de la que nadie saldrá sin marcas.
El guion de Cesc Gay es una maravillosa sarta de chispeantes diálogos, giros, y enfrentamientos, tanto entre personajes como propios. Esto es una pieza para adultos, no solamente por su lenguaje, sino porque hay que haber pasado por experiencias para sacarle mejor provecho. No digo que gente joven no la pueda disfrutar, pero cuando tu vida incluye una relación de 20 años, con sus altas y bajas, los momentos entre Julio y Ana pegan más duro. Especialmente cuando se reflejan en el otro lado de la moneda que son Laura y Salva.
Sentimental es una de las mejores películas que he visto en lo que va del año, y no se preocupen porque haya mucho dialogo en los primeros 15 o 20 minutos. Tengan paciencia, confíen en mí, y abrochasen los cinturones para cuando el filme pise el acelerador. ¡Inmensamente recomendada!
Podcastero, comediante, crítico de cine y TV miembro de la Critics Choice Association, crítico certificado en Rotten Tomatoes, y padre de gatos. Una vez cuando niño entré a un cine, y en cierta forma nunca salí.
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