Crítica de Rebel Moon: Parte One – A Child of Fire - QiiBO QiiBO

Crítica de Rebel Moon: Parte One – A Child of Fire

¿Alguna vez has tenido un amigo que te quiere contar como haría una película de Star Wars? Y cuando le preguntas, te tiene horas diciendo como sería su versión bien “cool”. No solamente conozco gente así, yo he sido ese amigo, por lo que me disculpo con quienes hayan tenido que aguantar mi diatriba, porque esta vez me tocó a mí recibirla de Zack Snyder con Rebel Moon: Part One – A Child of Fire.

Pero, ¡esperen!, no solamente Star Wars, sino Aliens, Star Trek, Avatar, Flash Gordon, Dune, y cuanta otra historia de ciencia ficción a la que humanamente pudo hacer referencia en esta insípida mescolanza, con todos los defectos de Snyder, con pocas de sus fortalezas. Snyder es ese amigo que te ha dejado “guindando” últimamente, pero le sigues dando la oportunidad porque recuerdas los buenos momentos (300, Watchmen, Dawn of the Dead) que pasaron juntos.

Sofia Boutella interpreta a Cora, el único personaje que recuerdo su nombre, porque los demás funcionan como estereotipos que hemos visto mil veces; desde “la asiática misteriosa”, hasta el “nativo americano espiritual” y otros que apenas valen la pena mencionar porque ninguno tiene algún dejo de desarrollo.

Ocurriendo en un universo donde un malvado imperio invade planetas para robarle recursos, Cora viaja el cosmos buscando un ejército que le ayude proteger su pequeña villa adoptada pero, termina descubriendo una conspiración mayor de lo que esperaba, relacionado a su propio pasado.

Los villanos aparecen vestidos en ropa al estilo Nazi, tan sutil como un marronazo en un techo de aluminio.

Algunos momentos aquí y allá nos recuerdan porque Snyder amasó fanaticada, con secuencias decentes de acción (plagas, por supuesto, de cámara lenta) y algunos elementos simpáticos, como hacer los disparos de armas parecer plasma o lava.

Rebel Moon podría haber pasado como una sátira de ciencia ficción. No particularmente ingeniosa, pero al menos suficientemente divertida, excepto que Snyder es reconocido por su falta de humor y aquí sencillamente ni lo intenta. En su lugar tenemos el espectro de lo que pudo ser al menos un buen tributo. Véala a su riesgo.

Comments are closed here.