Cuando hablamos de “películas de venganza” inmediatamente brincan a la mente momentos clásicos como Charles Bronson tiroteando Nueva York en las noches de Death Wish, Uma Thurman pintando las paredes, techo y suelo del Gonpachi con la sangre de “Los Locos 88” en Kill Bill, o Liam Neeson destrozando media Europa rescatando su hija en Taken.
Todas divertidas fantasías de vengadores haciendo pagar los malhechores a golpe, patada o disparo limpio sin nunca sufrir consecuencias legales de sus actos. No hay problema, por algo se llama “escapismo”.
Pero esta semana llega Promising Young Woman, una de esas películas que se te mete en la piel, dentro de las uñas, dejando un malestar en el estómago y sabor agridulce en la boca. Esto es lo más cercano que he visto a Gone Girl en seis años.
En la mitología Griega “Casandra” era una sacerdotisa maldita por Apolo para que sus profecías fueran ciertas pero nadie le creería.
La Cassandra de Carey Mulligan en Promising Young Woman era la mejor estudiante de medicina en su escuela hasta que un día, hace siete años, repentinamente dejó los estudios para irse a trabajar a una pequeña tienda de café. En las noches, Cassandra visita barras donde bebe hasta apenas poder mantenerse de pie, esperando que aparezca “un chico bueno” que la escorte segura a su casa. Cuando el “sano varón” intenta sobrepasarse, Cassandra revela estar completamente sobria, enfrentando el depredador a su hipocresía.
Dirigida por Emerald Fennell (Camila Parker, en la serie The Crown), inspirada en las expresiones del juez Aaron Persky sobre el convicto violador Brock Turner al sentenciarlo solamente 6 meses de cárcel porque era “un joven con futuro prometedor”.
Promising Young Woman es una comedia de humor negro en el sentido más liberal de la frase, funcionando gracias al talento de Fennell usando su macabro estilo tan bien aplicado como escritora y manejadora de Killing Eve, serie sobre una asesina internacional con tanto gusto por la moda como por ver la sangre correr.
La otra gran razón es Carey Mulligan dando aquí el mejor trabajo de su carrera. Su Cassandra es astuta, mórbida, cínica, acida, tierna y arrojada, a veces en la misma conversación ya sea con sus padres -perfectamente interpretados por Clancy Brown y Jennifer Coolidge- o con Gail (Laverne Cox), una jefa con la mayor paciencia del universo. Cassie se niega a revelar el motivo de su salida de la escuela de medicina o lo que hace por las noches o el misterioso contenido de su libreta negra en la que hace marcas continuamente.
Todo parece que el camino al que se lanza Cassie cada vez acelera hacia un tenebroso destino hasta que un día entra a su pequeño restaurante Ryan (Bo Burnham), excompañero de Cassie, ahora cirujano pediátrico.
Desarrollada entre filosos diálogos, constantes giros y sorpresas, Promising Young Woman es como un postre repleto de colorido dulce encima escondiendo agrio limón adentro, tan inquietante como la mirada de Cassie disimulando la intensa rabia dentro de sí, viviendo en mundo donde la victima siempre tiene la culpa y los victimarios se salen con la suya más a menudo que no. Un mundo donde vengar una violación le cuesta su carrera, su paz, sus relaciones personales, su salud mental, mientras el violador prospera en todo eso y más.
Mi única incomodidad en Promising Young Woman es con la resolución del tercer acto pero no quiero revelar nada por lo que solamente diré que lo sentí descuadrado en tono con el resto del filme pero, tampoco lo suficiente como para dañar la experiencia. Les aseguro que pocas veces hacen películas como esta, ¡Inmensamente recomendada!
Podcastero, comediante, crítico de cine y TV miembro de la Critics Choice Association, crítico certificado en Rotten Tomatoes, y padre de gatos. Una vez cuando niño entré a un cine, y en cierta forma nunca salí.
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