Si eres amante de las producciones de Shonda Rhimes como Grey’s Anatomy, Scandal, y How to Get Away with Murder, pero siempre pensabas “a esto le falta más escenas de sexo, y corsets”, buenas noticias porque finalmente llegó la primera producción de “Shondaland” a Netflix: Bridgerton.
Tiene todo lo que te encanta de los novelones: romance, engaños, cuernos, traiciones, intriga y gente extremadamente hermosa enamorándose y haciendo cosas deliciosas y sucias unos a los otros, sin ningún temor que las cancelen porque están en su servicio privado en vez de cadenas nacionales.
Basada en las novelas románticas de Julia Quinn, nos presentan las historias entrecruzadas de familias aristócratas comenzando la nueva “temporada” de bailes y reuniones sociales cuyas verdaderas razones no es compartir entre amistades sino buscar parejas adecuadas a los jóvenes de cada familia. Se trata de una de las movidas más importantes en sus vidas pues la elección correcta puede significar el mantener, subir o *terror* bajar de posición social.
Una de ellas es Daphne Bridgerton (Phoebe Dynevor), quien comienza la temporada en delantera gracias al favor especial recibido de la Reina Charlotte (Golda Rosheuvel) pero no podrá confiarse mucho pues hay muchas otras que quieren tomar su lugar, adicional a que su hermano Anthony (Jonathan Baley) parece determinado a espantar todos los posibles candidatos usando toda clase de excusa.
Para aumentar su ventaja consiguiendo mejores partidos, Daphne hace un trato con el recién regresado Duque Simon Basset (Regé-Jean Page) para aparentar una relación que lo ayude a mantener alejadas madres interesadas en ofrecerle sus hijas para matrimonio.
Esta y las demás historias ocurriendo dentro de los 8 episodios son narradas por la “Dama Whistledown” escritora de una revista de chismes revelando todos los secretos de la alta sociedad, con la melodiosa voz de la encantadora Julie Andrews.
En realidad ya sabes si quieres ver Bridgerton o no basado en los avances, posters y fotos y el hecho de que es tan sencilla explicarla como un novelón de época pero con más diversidad racial de la que estamos acostumbrados y más escenas eróticas de las que permite los medios tradicionales. En ese universo el Rey de Inglaterra se enamoró de una mujer negra, logrando que las puertas de la sociedad se abrieran para esa y otras minorías. La intención es formidable pero más allá de un par de líneas de dialogo en un episodio mencionando las diferencias raciales, no se distingue de cualquier otra producción, especialmente porque todo se mantiene en altas esferas sociales, con sirvientes, trabajadores y otros plebeyos manteniéndose leales y felices de servir.
Cuanto te guste Bridgerton depende cuanto te atraiga este tipo de historia y cuan bien te caigan los personajes, quienes rondan desde simpáticos hasta insoportables con muy pocas excepciones en el medio.
Podcastero, comediante, crítico de cine y TV miembro de la Critics Choice Association, crítico certificado en Rotten Tomatoes, y padre de gatos. Una vez cuando niño entré a un cine, y en cierta forma nunca salí.
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