Si estás cansado de la trillada frase “esto no es apto para cardiacos” lamento decirte que aquí las vas leer una vez más. De hecho, ya la leíste. Captain Phillips produce una enorme tensión que no suelta hasta el final. Si no terminas altamente emocionado, es posible que estés muerto por dentro. Sí, ya te diagnostique, de nada. Ahora en serio, Captain Phillips es un tremendo ejemplo de cómo se hace un buen thriller dramático y se produce presión en pantalla hasta el último minuto de la última escena.
Basado en el libro autobiográfico del capitán Richard Phillips – El Deber de un Capitán: Piratas Somalís, Navy SEALS y días peligrosos en el mar – el filme nos cuenta la odisea que sufrieron los tripulantes del barco de marina mercante MV Maersk en Abril del 2009 cuando fueron secuestrados por piratas en la costa de Somalia, la primera vez que le sucede eso a un barco de Estados Unidos en unos doscientos años.
Aunque no soy muy fan del estilo de “cámara temblante”, si alguien la sabe usar es el director Paul Greengrass (the Bourne Supremacy, Green Zone) que aprovecha que la acción ocurre en altamar para transmitir la sensación de inestabilidad, tanto de estar a bordo de un barco en el océano como la impredecible y fuera de control situación que vemos desarrollándose. Greengrass es un artista probado para crear suspenso con tomas que van cambiando a medida que la situación cambia; al principio el filme vemos ángulos más amplios pero, mientras todo empeora, el director reduce lo que podemos ver, tanto del punto de vista de sus protagonistas como de la audiencia, subiendo cada vez más la tensión. Si el añadimos a eso una genial banda sonora por Henry Jackman que aumenta las sensaciones mencionadas, pues tenemos una tremenda receta no apta para cardiacos (ups, sorry)
Tom Hanks vuelve a demostrar porque es uno de los actores más respetados y admirados del negocio; su interpretación es la de un hombre que genuinamente se balancea entre el miedo, la vulnerabilidad y el heroísmo mientras lidia con el peor escenario posible; uno que jamás pensó que tendría que afrontar y tendrá que pagar caro el precio de su sobre confianza.
Tengo que admitir que no esperaba ver mucho del punto de vista de los somalís, realmente creía que sería una versión de Black Hawk Down en altamar, donde los enemigos fueran completamente anónimos. Afortunadamente, el libreto de Billy Ray nos muestra algo – no mucho pero, algo – de la versión de los hechos desde la mirada de los piratas somalís, la mayoría miembros de pequeñas villas que, de ser pescadores, tuvieron que tomar armas para buscar solución a su pobreza. El guion toca superficialmente la relación entre la pesca excesiva en sus costas por compañías extranjeras (incluyendo a Estados Unidos) y la precaria situación que los empuja a convertirse en ladrones y secuestradores. Aunque los mencionan, nunca abundan en los verdaderos responsables detrás de los ataques lo cual me dejó con ganas de investigar por mi cuenta. Quizás esa haya sido la intención de Greengrass y Ray aunque lo dudo bastante.
El joven Barkhad Abdi interpreta fantásticamente a Muse, el líder de los piratas que atacan la embarcación de Phillips y el guion tiene la decencia de presentarlo como una persona real en una situación extrema. Es fácil decir “yo nunca haría eso” al no estar en los zapatos del otro. Muse es un chico inteligente, emprendedor y razonable que pone a uno pensar lo distinto que hubiera sido su vida de tener mayores y mejores oportunidades. Quizás para crear ese contraste, el libreto de Ray coloca a Bilal (Barkhad Abdirahman), que se comporta como el clásico villano que solo interesa el dinero y quiere resolver todo con disparos, ritos y amenazas, en constante conflicto con Muse sobre el próximo paso a seguir.
En una nota aparte pero, que considero necesaria. Le tengo repelillo a esas películas que dicen ser “la verdadera historia de…” o “basado en hechos reales” porque siempre resultan ser bastante lejos de la verdad o contada desde solo una perspectiva. Este es otro caso. Aunque es cierto que en Abril del 2009 la nave del Capitán Phillips fue secuestrada por piratas y este fue tomado de rehén, hay varias inconsistencias. Con toda la atención mediática que está recibiendo la historia gracias al filme también vuelve a relucir que los demás miembros de la tripulación acusan firmemente al capitán Phillips de cambiar hechos y omitir verdades para hacerlo quedar bien. Según ellos; el ataque pirata ocurrió porque Phillips constantemente ignoró advertencias de su propia compañía, quienes le enviaban por radio y correos electrónicos recomendaciones para que navegara a mayor distancia de la costa Somali lo cual hubiera evitado o, por lo menos reducido bastante la probabilidad de un ataque. De hecho, hasta los mismos Navy SEALS que trabajaron en el rescate están en desacuerdo con la forma en que Phillips relató el evento en su libro.
Habiendo dicho lo anterior, aclaro que deben ver Captain Phillips como lo que es: un excelente filme que está muy bien dirigido y aun mejor actuado, no como un documental. Si eres admirador o estudiante de la actuación, tienes que ver esos últimos cinco minutos donde Tom Hanks se gana todos y cada uno de los elogios que se le han dado en su carrera, aún más de lo que ya lo ha hecho. Captain Phillips es una brillante película que una vez que te agarra, te dejará emocionalmente exhausto y nos recuerda una vez más, para que vamos al cine. Extremadamente recomendada.
Podcastero, comediante, crítico de cine y TV miembro de la Critics Choice Association, crítico certificado en Rotten Tomatoes, y padre de gatos. Una vez cuando niño entré a un cine, y en cierta forma nunca salí.
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