Siempre me resulta fascinante aprender sobre lo que cada cultura considera una moraleja apropiada, o fabula con aprendizaje. Mientras que occidente prefiere los “finales felices”, otras partes del mundo no tienen problemas terminando sus historias de manera agridulce o hasta en tragedia. Por eso siempre es divertido ver como el Oeste adapta historias de otros países al gusto doméstico.
Por eso fue una grata sorpresa The Monkey King, la huelemil adaptación del cuento “Viaje al Oeste”, probablemente el pedazo literario de China que más ha inspirado creativos alrededor del mundo, incluyendo el mega popular anime Dragonball Z.
The Monkey King es entretenida, con hermosa animación y decentes (aunque no impresionantes) escenas de acción. Lo que la destaca sobre la mayoría de otras ofertas, es que su personaje principal cuenta con un desarrollo poco convencional.
Como les explico…El Rey Mono es insoportable. De principio a final. Podría argumentar que es un fallo de guion, pero no lo es, porque The Monkey King es una precuela libremente adaptada del cuento, enfocándose en el origen de Sun Wukong, el truquero, travieso y poderoso simio. Y si esto fuera un estreno de cualquier otro estudio, especialmente para cine, nos hubieran dado la receta ya probada, gastada y usada hasta el cansancio. Pero The Monkey King mantiene el tono severo de la fábula original –con todo y cambios- para contarnos la historia de un arrogante y las consecuencias de sus actos.
Nacido de una piedra, El Rey Mono (Jimmy O. Yang) rápidamente descubre que no hay espacio en el mundo para el. Los otros monos de su villa no lo aceptan por su comportamiento caótico, y en su primer día de vida ya costó una tragedia. Criándose y aprendiendo a pelear solo, Mono decide que la mejor manera de ser aceptado es ser superior, por lo que aspira ascender al cielo y convertirse en un inmortal como el Emperador de Jade (Hoon Lee). Para eso busca y consigue “la gran columna”, un palo mágico con mente propia (Nan Li) que le otorga varios poderes, con los que matará 100 demonios para impresionar los dioses inmortales.
El problema es que “Palo” ya tenía dueño: El Rey Dragón (Bowen Yang) planeaba usar el arma para ahogar el mundo entero que también lo rechazaba. Por lo que comienza una persecución contra Mono ayudado por dos ineptos súbditos. Cuando Mono llega a los 100 demonios, resulta que eso no es suficiente, por lo que comienza una nueva cruzada para ganar inmortalidad, con la asistencia de Lin (Jolie Hoang-Rappaport), una niña humana intentando salvar su villa de una terrible sequía.
Dirigida por Anthony Stacchi, The Monkey King es producida por el gran Stephen Chow, cuya influencia se refleja constantemente en el frenético ritmo de la película y su juguetón sentido del humor, aparte de varias referencias claras a Kung-Fu Hustle, y Shaolin Soccer.
The Monkey King no es una revolución ni nada que supere otras ofertas en animación, pero si ofrece una mirada distinta a la manera que estamos acostumbrados ver una historia como esta, y aunque muchos elementos del cuento original fueron cortados o cambiados, mantiene el mismo espíritu de este, especialmente en los resultados que Mono enfrenta al final de su camino.
Podcastero, comediante, crítico de cine y TV miembro de la Critics Choice Association, crítico certificado en Rotten Tomatoes, y padre de gatos. Una vez cuando niño entré a un cine, y en cierta forma nunca salí.
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