Pronto estrenará en nuestras salas el “thriller” de Doug Liman (The Bourne Identity) Fair Game con Naomi Watts y Sean Penn. La película está basada en el escándalo de 2003 en el que la identidad de la agente encubierta del CIA Valerie Plame Wilson fue expuesta por la Casa Blanca. Necesito un segundo para hablar del tagline que escogieron para la película “Wife. Mother. Spy”, de todas las cosas que hay sobre este caso escogieron ponerle un tagline de una comedia de Disney protagonizada por alguien como The Rock o Vin Diesel, pero nada, de vuelta a lo importante, la película.
Luego de los ataques de 9/11, Estados Unidos está sumido en un estado de histeria. La guerra de Iraq está a punto de empezar y en medio de ella Valerie Plame corre investigaciones de inteligencia para la CIA. Luego del inicio de la guerra, su esposo Joseph Wilson decide escribir “What I didn’t find in Africa”, una columna que se publicó en el 2003 en el New York Times. Como agradecimiento, el gobierno de los Estados Unidos le da un “leak” a un reportero que escribe una historia en donde saca a la luz la identidad de Valerie que hasta ese momento había sido información clasificada. Valerie se convirtió en Fair Game. De aquí en adelante es una competencia a ver quien grita más duro.
Esta historia muy bien la pueden leer en Internet o haberla seguido por el periódico. Digo, no está mal hecha, pero no entiendo porque compitió para Palm d’Or en Cannes, más allá de que tiene un punto político bien grande en contra del gobierno de los Estados Unidos. Porque esta claro que es bastante de mal gusto (por no decir una cabronada, excuse mi French) que después de que le has servido a tu país y has dado lo mejor de ti, éste decida ponerte la soga al cuello públicamente y básicamente hablar de ti y tu esposo como traidores y más aún con un país que se cree todo lo que le dicen los medios en un momento tan vulnerable.
Naomi Watts es excelente actriz al igual que Sean Penn que representa muy bien al idealista Joseph Wilson. Hay buena química entre ellos y las preguntas que se levantan son más allá que políticas. Por ejemplo, la fricción que puede causar un problemita como este en un matrimonio y que pasa cuando tienes en tus manos un “inconvenient truth” ¿qué debes hacer con eso?
Ahora ¿qué fue lo que no encontré en Fair Game? Un motivo para que exista. Ok, me explico, hay películas basadas en hechos reales que cuentan historias interesantes, como Milk por ejemplo. Harvey Milk fue una pieza clave en un momento histórico que con sus acciones hizo cambios importantes para su época. Valerie Plame fue traicionada por el gobierno de los Estados Unidos, pero sus acciones no acabaron la guerra. Antes de que pasará su caso, ya era ilegal que el gobierno divulgara la identidad de sus agentes. George Bush no dijo después de esto “my bad, I just needed an excuse to invade Iraq and this is the best I could come up with”. Más allá de par de años de cárcel a los que provocaron el “leak” (sentencia reducida por un perdón presidencial, muchas gracias) no pasó más nada. Lo que quiero decir con esto es que sólo porque sea algo que pasó en la vida real, no merece ser hecho en película.
Si te interesa conocer esta historia a fondo, quieres refrescar tu desdén por el gobierno americano o eres una persona más visual que no te encanta leer, la película no es mala, pero tampoco te acordarás de ella al otro día. Una cosa curiosa es que estrenará aquí en Puerto Rico en Fine Arts ¿? Sólo se los digo para que estén pendientes.
Fanática del cine, fashion y Real Madrid. Amiga de merengues y 2 o 3 culés que se han colado. Se ríe bien duro, ha ganado múltiples galardones en Rock Band, odia hablar de ella en tercera persona y hacer biografías.
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