En las últimas semanas, uno de los temas más recurrentes ha sido el de la inminente e imparable llegada del matrimonio igualitario, mal llamado “matrimonio gay”, a Puerto Rico. El gobierno anunció que no defenderá la provisión que lo prohíbe, adelantándose a la altamente probable decisión jurídica que la Suprema Corte de los Estados Unidos estará tomando en junio, para así no malgastar dinero que, de todos modos, no tenemos.
Por supuesto, eso no ha detenido a la derecha extrema del país, especialmente los llamados fundamentalistas, que no pierden tiempo en amenazar (su táctica favorita) con “castigo de papito Dios”. Terremotos, huracanes, fuego del cielo, son algunos de los supuestos castigos que nos llegarán como si fuéramos nenes chiquitos y no supiéramos que vivimos en una isla tropical donde la mitad de todos los años estamos en peligro de huracán, que además está cerca de una conocida y activa falla geográfica y que todos los días caen objetos del cielo como meteoritos y basura espacial.
Si realmente quieren asustarnos, digan que por culpa del matrimonio gay harán un “remake” de Back to the Future con Jayden Smith y Mark Wahlberg, o que George Lucas comprará Star Wars de regreso. Diría que nos amenacen con que caiga nieve pero, ya el cambio climático podría bregar con eso anyway.
Para no quedarme atrás, decidí ponerme los collares de “Anita Mercado Rukmini” y predecir lo que realmente podría pasar una vez la comunidad LGBT pueda disfrutar los mismos derechos que el resto de nosotros:
- Los primeros días se van a casar un montón de gente (gracias, Capitán Obvio). Eso porque hay muchas parejas LGBT viviendo en Puerto Rico que llevan años compartiendo hogares, responsabilidades y ahora querrán asegurar sus beneficios mutuos, al igual que los tenemos mi esposa y yo.
- Contrario a lo que muchos fundamentalistas esperan, el día que el matrimonio igualitario llegue a nuestro país, habrán iglesias felices y con las puertas abiertas listas para oficializar bodas, demostrando que dichos fundamentalistas no representan el sentir de la verdadera mayoría creyente de Puerto Rico. No importa cuántos foros le sigan dando los medios.
- Luego que pase el follón inicial, y se normalice la cosa, no se casarán tantas parejas LGBT. No solo porque numéricamente son menos sino porque, al igual que las parejas straight, cada vez se casa menos gente. “La cosa ta’ mala”, dice un popular personaje de la comedia local, y no se equivoca.
- La economía gozará de un buen “boom”. Si trabajas en compañías dedicadas a actividades, prepara tu inventario pues por ahí viene trabajo; servicios de comida, fiestas, bodas, bandas de música, todos tendrán nuevos guisos durante el 2015 y probablemente parte del 2016. Claro, a menos que tu religión te prohíba darle servicio a matrimonios LGBT. En ese caso no prepares nada y deja que ese dinero vaya a gente trabajadora que viva en el siglo 21.
- Los puertorriqueños irán a esas bodas LGBT, algunos porque sinceramente quieren compartir la felicidad de sus amigos y familia, muchos otros porque tendrán curiosidad de que “como será una boda gay”, y uno que otro para demostrar lo “liberal, cool y hip” que son.
- Los CD’s y MP3’s de Cher, Madonna, Katy Perry, y Prince se van a “guayar” y/o gastar rápido. Si eres DJ, consígueles backup.
- Los puertorriqueños descubrirán rápidamente y para su triste decepción, que las “bodas gay” resultarán ser igual que las “bodas straight”: merengue malo de los 90’s, familiares haciendo el ridículo, doñas peleándose por el centro de mesa, etc, etc.
- Algunos políticos asustados seguirán dándole cabida a los fundamentalistas y tratarán de imitar leyes de algunos estados que insisten en usar tácticas del 1950 y de esa forma continuar asegurando esos votos fáciles.
- Dichas leyes que propondrán y trataran de empujar no llegarán a ninguna parte. Por más conservadores que aparentan ser los boricuas en la fila del banco, la sala de espera del doctor, o la sección de comentarios de cualquier medio por internet, en el fondo no nos gustan ni permitimos injusticias.
- Eventualmente nos acostumbraremos y encontraremos alguna otra cosa con que pelear y distraernos. Ya sea “La Vampy”, Maria del Pilar o algún otro avión que se pierda.
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Podcastero, comediante, crítico de cine y TV miembro de la Critics Choice Association, crítico certificado en Rotten Tomatoes, y padre de gatos. Una vez cuando niño entré a un cine, y en cierta forma nunca salí.
1 Comment
No se pq mencionas los CDs de Prince si bastantes straight lo escuchan y creo q el no es ni gay