Como vimos, Netflix se apuntó una nueva victoria con The Crown que se consagra como una de las producciones más grandes en presupuesto para Netflix. Después de un gran episodio introductorio continúa el drama y te resumimos lo más destacado en los próximos episodios: Hyde Park Corner, Windsor y Act of God.
» Recuerda que también puedes leer nuestro resumen del primer episodio de The Crown, Wolferton Splash.
Episodio 2 −Hyde Park Corner
Elizabeth y Philip andan de gira en representación del rey. Hay que estrechar los lazos en nombre de la corona y Elizabeth intenta llenar los zapatos de su padre que está muy débil para viajar. En Nairobi la multitud no es muy farandulera y el recibimiento no es tan efusivo como Elizabeth esperaba. Una banda desanimada toca mientras Lillibeth sube a dar un discurso soso y desacertado, que es seguido por aplausos forzados.
Para acabar de completar, Philip mete la pata cuando se dirige al jefe de la tribu que los recibe. Volvemos a ver el humor seco de Philip. Además de recalcar su personalidad de “me importa tres”, bien sutilmente nos insinúan las tendencias racistas que se rumoraba tenía el consorte.
[g1_google_ad publisher_id=”1690579023414672″ slot_id=”7575094356″ format=”horizontal”]
Al rey le queda cada vez menos tiempo mientras su condición empeora pero todo sigue como si na’. El rey está en negación. Si se siente mal lo tiene callaito. Por otro lado, Winston tiene a los miembros del gabinete nerviosos. Winston está hecho todo un viejo majadero que al poder de la nación podría costarles las próximas elecciones. El gabinete trama enviar a Anthony donde el rey para convencerlo de que los debe ayudar a sacar a Winston del poder.
Al llegar la princesa a Kenya los reciben con más ánimo. Decenas de niños ondean las bandera británica y corean en conjunto. Les dije que Philip es de los personajes más complicados de descifrar en la serie. Hace un rato nos hizo rodar los ojos pero ahora nos hace despertar curiosidad con su sencillez. El matrimonio tiene un poco de tiempo para sentirse a gusto y explorar Kenya. Mientras todo mejora allá, Elizabeth piensa que lo mismo sucede en el palacio. Tanto así, que ingenuamente planea pedirle al rey que en cuanto él mejore le dé luz verde para regresar a Malta con su familia.
Una gran escena nos ayuda a comprender el lazo estrecho entre el rey y su hija menor. Margaret muestra su personalidad extrovertida compartiendo una canción en el piano con el rey que la acompaña con dificultad. La toma nos hace pensar que están a solas compartiendo este momento, son solo ellos y nosotros de espectadores. Más adelante el cuadro se agranda y vemos la gran audiencia que los acompaña. Lo que parece ser una gran noche es seguido por una mañana de luto cuando descubren que el rey no logró despertar.
Se forma tremendo corre y corre y las noticias llegan al primer ministro. Winston da instrucciones: “Llamen al Secretario de Asuntos Externos y digan Hyde Park Corner. Él entenderá”. Winston ya estaba preparado para manejar la situación. En medio del caos recuerdan que Elizabeth está ajena a todo y deben llegar a ella antes que los medios. El secretario de Elizabeth logra llegar a darle la noticia a Philip quien decide ser él darle las malas nuevas.
Todo cambia. Morgan aún con la ayuda de Daldry en la dirección y la música Rupert Gregson-Williams nos adentran aún más a la historia y nos hacen sufrir con Elizabeth el trauma de este cambio. No simplemente ha perdido a su padre. Ha perdido su identidad y la ilusión de construir una vida normal junto a su familia ha quedado en el pasado. En un afán de no dejarse ir del todo, decide mantener su propio nombre como reina. Algo inusual pero que al menos logra mantener. Como si fuera poco, su secretario aprovecha antes de aterrizar para expresarle su agradecimiento y despedirse. Una vez toquen tierra su equipo de trabajo no será el mismo. Al heredar la corona también hereda el equipo de trabajo de su padre.
Al llegar Elizabeth recibe una carta de su abuela. La reina que ha sido testigo de la gloria y el fracaso de la corona, intenta aconsejar a su nieta. “Mientras lloras la pérdida de tu padre, llora de una vez la pérdida de Elizabeth Mountbatten.”, le dice. Reafirmándole que su identidad está perdida y que su deber como reina será hacer siempre lo correcto aun cuando esto esté en contra de su consciencia. En una poderosa escena final que nos deja incómodos y abrumados, vemos la mirada desconcertada de Elizabeth mientras intenta asimilar que su posición ahora la hace estar por encima de todos, incluso de la abuela que ahora le recibe con una reverencia.
Episodio 3 − Windsor
Elizabeth no siempre estuvo destinada al trono. Si no hubiera sido porque su tío se enamoro de un mujer divorciada y eligio el amor sobre la corona, la historia hubiera sido muy distinta. En los ojos de nosotros los mortales el rey Edward no cometio ningún pecado al enamorarse. Pero como somos eso, mortales y pela’os, no entendemos que eso en la realeza es una bajeza.
El rol de Philip está reducido a amo de casa. Mientras Elizabeth trata de cumplir con sus deberes, este comparte el mayor tiempo con los nenes y atendiendo los asuntos de la casa. Los aires en el palacio empiezan a ponerse cargados mientras se acerca la llegada del Duque de Windsor para atender el funeral de su hermano. El duque se reúne con su madre, la reina Mary, después de dieciséis años. Este es uno de los encuentros más fríos que he visto en mucho tiempo.
[g1_google_ad publisher_id=”1690579023414672″ slot_id=”7575094356″ format=”horizontal”]
Mary claramente no le perdona aún que haya escogido a una mujer divorciada sobre su familia y sobretodo la corona. Aun afligida por la muerte de su rey no desaprovecha la oportunidad para dejarle saber que aún y con el sufrimiento que comparten, sigue siendo non grato. “Verdaderamente pienso que él (George VI) nunca pensó en él. Realmente era el hijo perfecto.”, le dice. ¡Ouch! Que picúa esta Doña Mary.
Llegó el momento de su primera reunión con Winston y mientras se prepara nerviosa para salir, Philip le recuerda los puntos a discutir: “Vas a mantener el apellido Mountbatten y nos vamos a quedar viviendo en la casa Clarence. No nos vamos a mudar. Se firme y recuerda quién eres, la reina de Inglaterra.”
Elizabeth está que no encuentra ni como sentarse. Desborda inseguridad hasta en la mirada y no es para menos. Ser reina era algo que estaba en su destino pero todos se confiaron en el tiempo y tomo a todos por sorpresa. Uno pensaría que ser reina es una posición de gran honor y muy codiciada para aquellos que jamás estarían al alcance del trono. En esta familia es todo lo contrario, tal parece que esto es una gran maldición que se pasan como papa caliente en la que tienes tres opciones: meter mano, renunciar y vivir en el exilio como un cobarde o morir.
Elizabeth cree que es ‘La Hora de la Cháchara’ y con la mejor de las intenciones le ofrece algo de tomar a Winston y que tome asiento pero este permanece de pie. Winston le contesta avergonzado que una soberana nunca debe ofrecerle asiento al primer ministro. En sus años de servicio no ha habido crisis tan grande o compleja que no pueda resolver en 20 minutos y ponerse cómodos no sería prudente. Winston propone la fecha de coronación y para asombro de Elizabeth no es lo que espera. Dieciocho meses. ¡¿Cuánto?! No es cuestión de preparación. Winston sabe que el tiempo lo ha traicionado con los años que le ha tira’o encima. También que sabe que el tiempo es el único aliado que tiene para retener su posición como primer ministro. Elizabeth salió de esa reunión más confundida de lo que entró.
Margaret y Peter Townsend cotinúan su romance secreto. Townsend le da la noticia a Margaret que su esposa lo abadonó. Las cosas con estos dos van más o menos bien. Lograron mantener a Townsend trabajando en el palacio. Se aman. Son el uno para el otro. Lo difícil será tener la aprobación de su hermana, el gobierno, la iglesia. ¿Se me queda alguien más? Philip casi los descubre cuando llega a la oficina de Townsend con su compinche para pedirle que le enseñe a volar. Philip necesita entretenerse en algo que lo haga sentir él y que lo ayude a despejar la mente y no sentirse tan inútil. Dito, contra.
Winston quien es interpretado magistralmente por Lithgow, intenta que Lillibeth reconsidere mantener el reino bajo el nombre Windsor . Él la compadece y comprende su posición. Aún así, como buen consejero le recuerda que debe hacer lo que debe y no lo que quiere. Su deber es pensar como reina y no como mujer.
Lillibeth demuestra que aunque sea nueva en esto es más despierta de lo que pensamos. Se dio cuenta de la jugada de Winston y trata llegar a un trato. Si tú me ayudas a mantener el nombre de mi marido y quedarme en mi casa, yo te ayudo a mantener tu posición como primer ministro. La mirada agonizante de Winston brilla por un momento pero está entre la espada y la pared.
Un Edward abucheado llega a reunirse con Winston para ofrecerle su ayuda convenciendo a Elizabeth de mantener el nombre Windsor. Pero en la misma nota: Si tú me ayudas. Yo te ayudo. Edward le pide que le de una mano para que le restituyan la pensión que le quitaron como el acto de humillación más reciente de su familia. Edward intenta ir más allá y le pide a Winston que le otorguen a su esposa el titulo que merece. Él sabe que es imposible pero se defiende en su batalla tras el escudo del amor.
Finalmente Edward y Elizabeth tienen mucho en común. Ambos conocen lo pesada que puede llegar a ser esa corona. Lo más decepcionante es que ambos han escogido caminos distintos. Edward se puso por encima de la corona y Elizabeth ha decidido escoger cumplir con su deber. Aun así no importa lo que hayan decidido les espera una pared y a sus seres amados les toca vivir a la sombra de la corona.
Episodio 4 − Act of God
Philip comienza sus clases de vuelo y descubre una nueva pasión. Como un niño impaciente desea aprender rápido y capacitarse como piloto lo antes posible. Este sería el prólogo más corto hasta el momento pero seguramente costó igual o más.
El estado de salud de la reina Mary se deteriora. Esto lo vemos como un presagio del estado de la nación que es amenazado por un fenómeno climático. Un estudio científico llega a la oficina del primer ministro pero es ignorado por este. Esto no nos queda completamente claro. El estudio cae en manos de uno de los soplapotes de su gabinete que sin titubeo aprovecha el descuido para adelantar su agenda y proveerle la información a uno de los contrincantes de Winston. Su contrincante desconfiado le da el beneficio de la duda a Winston y espera ver cómo maneja la situación cuando llegue el fenómeno. Si llega.
La densa niebla cae sobre Londres dificultando la cotidianidad pero todo se mantiene como de costumbre. Elizabeth decide visitar a la abuela que continúa indispuesta pero lo suficientemente clara como para darle consejo. Elizabeth continúa insegura y recurre a ella para consultar la carta que le hizo llegar cuando heredó el trono. “La monarquía es la misión que nos ha dado Dios para dignificar la Tierra. La monarquía es un llamado de Dios.”, le dice la abuela. Le añade que ella le responde a Dios y no al pueblo o a su esposo.
[g1_google_ad publisher_id=”1690579023414672″ slot_id=”7575094356″ format=”horizontal”]
La más reciente adición al equipo de asistentes de Winston es una joven inspirada por la trayectoria del primer ministro. Casi como una fan enamorada prefiere pasar las noches estudiándolo y alimentando su admiración por él. En una escena que nos muestra un sensible y vulnerable Winston ante sus propias palabras. El episodio entero está más enfocado en Winston y el desarrollo de su personaje. Winston se niega a darle importancia a la tóxica niebla que asfixia al país. Lo disminuye a un simple acto de Dios, como la sequía o los diluvios.
Un asunto al que decide enfocar su energía es impedir que Philip continúe volando. La actitud de Winston lo deja en riesgo. Ahora más que nunca debe demostrar que aún está capacitado para liderar al país. Esta crisis es su mejor oportunidad pero se hunde solo. Elizabeth ha decidido tomar cartas en el asunto y decide que los días de Winston como primer ministro deben llegar a su fin.
No es hasta que Winston se ve personalmente afectado por los estragos que ha causado la niebla que logra recapacitar. Aunque un poco tarde otorga los recursos para ayudar al pueblo. Consciente que está en la cuerda floja y que su insensatez puede haberle costado su carrera, se arriesga. Esta vez poniéndose en manos de la prensa y una vez más del tiempo se dirige a su reunión con Elizabeth. La niebla aún no se levanta y sabe que esta podría ser su última reunión con la reina. La suerte está echada.
Desde muy niña descubrí que el cine sería una de mis más grandes pasiones y aspiro a transmitir la misma pasión a cada testigo de mis escritos. Amante del cine en toda su gloria y traiciones. Siempre busco esa obra que logre evocar grandes emociones, ya sea a través de su dirección, su historia o sus actuaciones. Cuando estas últimas se alinean en armonía todo se vuelve magia y la espera habrá valido la pena.
1 Comment
muchas gracias por hacer estos resumenes. Estoy practicando mi ingles y veo la serie en ingles y con subtitulos en ingles y luego leo tus resumenes en español para conprender mejor. Un beso y un abraso.
IG: davichomorant9