Si vieron la película The King’s Speech, ganadora al Oscar por mejor película en el 2010, entonces conocen un poco de una de las historias que vemos en la película W.E. Esta película dirigida por Madonna trata la relación entre el “Rey Edward VIII” y una mujer americana llamada “Wallis Simpson” quien fue la causante de que éste renunciara al trono dejándoselo a su hermano menor “George VI”. Por otro lado, también trata simultáneamente la historia de “Wallis Winthrop”, una joven que fue nombrada por su madre y su abuela en honor a Wallis Simpson dada a su obsesión con ella y su historia, la misma obsesión que aparentemente hereda “Winthrop”.
“Wallis Simpson” [Andrea Riseborough] estuvo casada con un oficial del Navy por once años y dado al abuso físico y los largos periodos de tiempo que pasaban separados se divorciaron. Un año más tarde “Simpson” contrajo matrimonio con “Ernest Aldrich” con quien estuvo casada por nueve años. “Simpson” conoció al heredero al trono “Edward VIII” [James D’Arcy] y formó una relación de amistad, ganándose su confianza, cariño y más tarde su amor. Aunque “Simpson” continuaba casada éstos comenzaron una relación amorosa que no fue vista con buenos ojos ni por la Familia Real, el pueblo o la prensa. Luego de casi tres años de relación “Simpson” se divorció de su esposo y se casó con “Edward” luego de que éste renunciara al trono y fuera prácticamente exiliado.
Casi seis décadas después “Wallis Winthrop” visita a diario un museo donde son exhibidas las pertenencias de los Duques de Windsor [Edward VIII y Wallis Simpson]. “Winthrop” está casada con un psiquiatra con quien a penas comparte y de quien sospecha le está siendo infiel. “Winthrop” se refugia en su obsesión por conocer la historia de “Wallis Simpson” ya que no tiene otra cosa en la que gastar el tiempo, su esposo le ordenó que dejara de trabajar al casarse y no ha logrado tener hijos. A diario visita el museo en el que comienza una amistad con “Evgeni” [Oscar Isaac] un guardia de seguridad que se interesa por ella. “Winthrop” fantasea a diario con cada pieza que encuentra en el museo e intenta refugiarse en su historia para escapar de la miserable vida que lleva junto a su esposo.
Ambas mujeres vivieron relaciones amorosas tormentosas y guardan la semejanza de sus nombres, sus inseguridades y problemas aunque no tienen ninguna relación entre ellas. Casi siempre las películas que quieren contar una historia de la vida real [más si son chismes de realeza] son largas y pueden llegar a ser tediosas, W.E. no es la excepción y aunque dentro de ella se siente la buena intención y ambición de contarnos la historia y ser una buena película no deja de serlo. Como si no fuera suficiente con la historia del “Rey Edward VIII” y “Wallis Simpson”, que es sumamente complicada, Madonna nos añade la historia de “Wallis Withrop” y aunque también resulta un poco interesante termina siendo demasiado material y en ocasiones innecesaria.
Hay cierta brecha en la historia que nos presenta Madonna que nunca logra restaurarse y a pesar del amplio contenido en la cinta carece de profundidad ya que más bien parece una clase informal de historia y no una película que intenta contar la historia de amor de un hombre que amó tanto a una mujer que fue capaz de renunciar a todo y esto es algo a lo que Madonna no supo sacarle provecho. Ciertamente las mujeres de esta historia son las protagonistas y Abbie Cornish y Andrea Riseborough hicieron un buen trabajo en sus interpretaciones, especialmente Riseborough en su papel de “Wallis Simpson” logra ser tierna y seductora pero no logramos conectar del todo con ella, ya que una vez más, la narrativa no le permite llevarnos en el viaje de su relación y sentirnos enamorados de la historia o identificarnos con ella.
Eso sí, si hay algo que merece ser reconocido es el trabajo de Hagen Bogdanski como cinematógrafo ya que es el elemento que rescata esta película de ser un total desastre. Quizás para la música podemos considerar a Madonna una mujer triunfadora pero en el mundo del cine la historia es diferente.
Desde muy niña descubrí que el cine sería una de mis más grandes pasiones y aspiro a transmitir la misma pasión a cada testigo de mis escritos. Amante del cine en toda su gloria y traiciones. Siempre busco esa obra que logre evocar grandes emociones, ya sea a través de su dirección, su historia o sus actuaciones. Cuando estas últimas se alinean en armonía todo se vuelve magia y la espera habrá valido la pena.
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