Muchos de mis amigos envidian donde vivo. Ellos, la mayoría, viven en Estados Unidos y encuentran que no es muy divertido. Muchas veces me he encontrado con el comentario: “Que cool que vives donde yo voy de vacaciones”. De hecho, gracias a la estación de radio Buzz 104.3 pienso exactamente lo mismo de nuestros vecinos de Saint Thomas. Por sus anuncios me perece que están de party con cerveza de a dólar en la mano todo el tiempo. Que salen del trabajo con sus traje baños debajo de la ropa, se comen algo en el Shipwreck Tavern y se van de playa hasta las tantas, pero al final del día no es así. La vida de las personas que viven en el paraíso, no son perfectas [sabemos muy bien que la nuestra no lo es]. Creo que esta experiencia define muy bien a The Descendants.
Matt King [George Clooney] es un hombre muy poderoso en Hawaii, pero muy humilde [algunos dirían que hasta maceta]. A Matt le toca cuidar a su esposa quien lleva en estado de coma 23 días luego de un accidente de bote. También tiene que atender a Scottie, una niña de 9 años que es un poco de rebelde y de Alexandra [Shailene Woodley] que tiene 17 y es mucho más rebelde. Además, es el representante de un patrimonio familiar que tiene que ponerse a la venta para dividir ganancias entre una familia numerosa. Como si fuera poco, durante el desarrollo de la película, mientras Elizabeth [la esposa] está en coma, vamos descubriendo una madeja un poco complicada de la vida de este matrimonio.
Alexander Payne tiene una manera de tratar situaciones que pudieran ser exageradamente dramáticas en la vida real y darles un sentido de normalidad sin quitarle importancia. El desarrollo de la película no tiene grandísimos brincos y saltos, pero tiene un paso firme que te mantiene interesado todo el tiempo. Sin ser exageradamente dramática, The Descendants llega y lleva el punto de su premisa propuesta sin problema.
Claro, para que Payne pudiera lograr esto tenía que contar con grandes actuaciones en este caso de Clooney y Woodley y su aversión a los zapatos [en serio, están siempre descalzos y en los sitios más random]. El paso de la película es llevado por ellos dos y, como padre e hija, tienen una buena química escénica. Otra cosa para mencionar es que finalmente pude ver a Judy Greer sin ser la mejor amiga sarcástica y amargada de la vida, es bueno ver que los actores no se encasillen. También es interesante ver a Clooney en otro papel que no sea el macharrán de la película. Aquí es un hombre normal que no sabe bien que hacer ante la inusual situación que tiene de frente.
No sé porque, pero la palabra que me viene a la mente para describir a The Descendants es tranquila y no es por falta de sucesos. Es una película bien actuada e interesante en su punto de vista. Me parece que ese “setting” de Hawaii influye en el “feeling” general de la película.
The Descendants estrena este jueves en Puerto Rico en los dos Fine Arts, y si no has ido al renovado en Miramar, esta es una excelente excusa.
Fanática del cine, fashion y Real Madrid. Amiga de merengues y 2 o 3 culés que se han colado. Se ríe bien duro, ha ganado múltiples galardones en Rock Band, odia hablar de ella en tercera persona y hacer biografías.
12 Comments
Debe ser muy interesante ver a George Clooney haciendo como dices de un tipo normal, me gusta como su carrera ha evolucionado, por que debo confesar que no ha sido siempre santo de mi devoción a pesar de su buen look, pero últimamente está dando a demostrar que si puede hacer muy buen trabajo. Va para mi Must Watch List.