Si nadie más lo ha hecho, voy a producir el término “Síndrome de Greg Daniels”, refiriéndome a producciones que tambalean en su primera temporada, para encontrar tierra firme en la segunda, convirtiéndose en amadas partes de la cultura popular. Esto debido a que Daniels pasó por lo mismo con The Office, posiblemente la comedia de situación más querida de los últimos 20 años, y Parks and Recreations (mi favorita de las dos), menos popular pero igualmente aclamada por sus seguidores. Daniels lo logra por tercera vez con la segunda temporada de Space Force, cortando la grasa figurativa, y modificando tono para conseguir una mejor experiencia. Esta vez me reí con todos los episodios.
La fórmula nuevamente resulta ser enfocarse en personajes versus situaciones. Tiene perfecto sentido, porque, después de todo, nos tiene que importar los personajes para preocuparnos por ellos. En su segunda temporada, Space Force es divertida, entretenida, con variedad de momentos absurdos, aprovechando el trabajo de su elenco para exprimir lo más posible de cada escena. Por otro lado, eso significa que, si lo que preferías de esta comedia fue la crítica socio-política, quizás te quedes esperando más. No es que no la haya, pero definitivamente ya no es parte del motor empujando la trama central.
Luego del caos al final de la primera temporada, cuando la oficina de la Fuerza Espacial casi provoca un incidente internacional con China en la Luna, los astronautas están de vuelta en la Tierra. Pero ahora hay nueva administración, por lo que el General Mark R. Naird (Steve Carell) deberá pasar por una evaluación dirigida por el nuevo Secretario de Defensa (Tim Meadows), para determinar si se mantiene al frente del controversial cuerpo militar. El problema es que, aun lográndolo, la agencia confronta inmensos cortes de presupuesto y personal, obligando a Naird y el resto de su equipo a buscar la forma de demostrar su relevancia.
Aparte de ser co-creador de la serie, Carell enfrenta el reto de interpretar un jefe sin repetir su icónico Michael Scott, por lo que las complicaciones de Naird para dirigir la agencia fue más por su rigidez que la ineptitud de Michael. Aunque eso logró algunos momentos graciosos, especialmente en sus choques contra el Dr. Adrian Mallory (John Malkovich), también significó menos conexión emocional con el resto del elenco, detalle que ha cambió bastante en la nueva temporada. Su Naird sigue siendo un líder militar pero más flexible a la hora de interactuar con los demás.
Adicional a la trama principal, Space Force presenta otras historias, como la relación cuasi platónica entre el Dr. Chan (Jimmy O. Yang), y la Capitana Angela Ali (Tawny Newsome), Erin Naird (Diana Silvers), la hija del general, entrando a la agencia como interna, mientras cabila en su futuro, y hasta Tony Scarapidducci (Ben Schwartz) suavizando su maniaca energía, consiguiendo hasta desarrollo personal gracias a su interés de ayudar otros.
Space Force tuvo problemas en su lanzamiento pero con estos nuevos episodios logra estabilizar su presencia, y hasta me deja con ganas de más, algo que su predecesor no hizo, especialmente cuando fue acortada a siete capítulos. No es lo mejor ahora mismo pero, se deja ver con gusto, denle la oportunidad.
Podcastero, comediante, crítico de cine y TV miembro de la Critics Choice Association, crítico certificado en Rotten Tomatoes, y padre de gatos. Una vez cuando niño entré a un cine, y en cierta forma nunca salí.
Comments are closed here.