Ya hemos visto que la comedia es el fuerte o más bien el género por el que más se ha destacado el cine dominicano. Lío de Falda es la nueva apuesta del director Miguel Vásquez y nos presenta esta comedia de humor político. Lío de Falda es protagonizada por Oscar Pérez, Phillip Rodríguez, Fernando Rodríguez y dos de los nuestros, los comediantes Raúl Carbonell y Herbert Cruz.
Cuando el asesor económico del presidente en el poder descubre que su amante también está manteniendo una relación con un alto ejecutivo del Banco Horizontal, este manipula la situación para cobrar venganza. Como resultado de su plan el banco queda en quiebra y la economía del país se ve afectada a su vez causando una crisis tan grande que se contempla venderle el país a tres árabes que andan buscando una isla para sus esposas.
Esta comedia intenta reflejar los diferentes personajes que viven en el país de forma jocosa, está el que está en el poder pero es mangoneado como marioneta, el que confabula para su beneficio personal sin importar a cuánta gente afecte esto, el que desea rescatar su patria y el que por necesidad debe dar, como decimos por ahí, un poco del ala para comer de la pechuga. Por otro lado, están los “metíos” que por estar viendo la situación desde afuera se sienten lo suficientemente capaces de salvar el día aunque no se sabe si lo hacen por un sincero amor al prójimo o finalmente por alimentar su ego.
A pesar de la historia estar centrada en la situación de un país hermano, en donde el sistema político se rige diferente al nuestro, podemos ver cómo nuestra historia puede asimilarse a la suya de cierto modo. Después de todo, estos mismos personajes los vemos en cada historia, en cada situación sea real o ficticia.
Si tomamos la película por lo que es, ‘Lío de Falda’ es una película hecha con buen corazón y se hace notar. Aun con fallas técnicas lo mejor que tiene es lo ligera que es y los actores que hacen de esta historia un poco más llevadera.
Desde muy niña descubrí que el cine sería una de mis más grandes pasiones y aspiro a transmitir la misma pasión a cada testigo de mis escritos. Amante del cine en toda su gloria y traiciones. Siempre busco esa obra que logre evocar grandes emociones, ya sea a través de su dirección, su historia o sus actuaciones. Cuando estas últimas se alinean en armonía todo se vuelve magia y la espera habrá valido la pena.
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