No puedo decir mucho de este documental dirigido por el artista Banksy sin arruinar la experiencia de espectador. Gran parte del encanto de este documental es que te lleva en un trayecto inusual, pero que resulta ser sumamente divertido. Lo que comienza como una pieza sobre el graffiti y el “street art” termina siendo una inteligente y muy graciosa crítica a la naturaleza del consumismo. Aquí el artista es mucho más interesante que el arte.
El filme nos cuenta la historia de Thierry Guetta, un hombre francés que vive en Los Ángeles, quien gracias a su obsesión a grabar todo a su alrededor, se tropieza con el mundo del “street art”, donde se combina el graffiti, el arte moderno y el arte pop como medio de expresión y crítica social. Thierry se convierte en la sombra de mucho de los artistas, actuando como un ayudante y cómplice del movimiento, presenciando muchos de los trabajos ilícitos. Mientras Thierry va ganando aceptación en la escena del “street art” se encuentra con una amplia selección de personajes, incluyendo a Banksy, un excéntrico y privado artista que se ha convertido en una figura mundial.
Banksy, quien durante toda la película permanece en al anonimato, le da a Thierry acceso a su espacio creativo y comienzan una amistad un poco extraña, lo cual preocupa al equipo de Banksy, quienes no están de acuerdo a que el artista sea filmado. Es aquí donde la historia comienza a tomar un giro inesperado, exponiendo las idiosincrasias de Thierry. Los roles se reversan cuando Banksy decide tomar la cámara y Thierry, tomando todo lo que ha visto a través de los años comienza a sumergirse en el mundo del arte.
Muchos críticos han especulado que la historia central de “Exit Through the Gift Shop” no es más que una broma diseñada por Banksy con Thierry como su cómplice, mientras que otros dicen que una historia tan peculiar tiene que ser real. Lo que sí es indudable es que esta película es uno de los mejores documentales del año y para aquellos que tengan un sentido del humor un poco negro, les va a resultar sumamente graciosa y entretenida. Mientras que expone la escena del “street art” de una manera que no se había visto anteriormente, presenta la farsa en la que se ha convertido el arte, sin convertirse en un sermón en ningún momento.
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