Dicen que no hay mejor momento que el ahora, que el pasado es cosa de ayer y el futuro no se nos es prometido. ¿Pero qué pasa cuando nos obsesionamos con esta idea y vivimos de una forma alocada sin darle mucho pensar a las consecuencias de nuestros actos, y cómo estos se reflejarán en nuestro futuro? The Spectacular Now nos lleva a conocer la historia de “Sutter” (Miles Teller), un joven adolescente que sólo vive pensando en el ahora.
“Sutter” está a punto de graduarse de escuela superior pero no ha llenado la aplicación para ninguna universidad. De hecho, a “Sutter” lo único que le interesa es que todo vaya bien con su novia y juntos seguir siendo el alma de la fiesta. No es hasta que “Sutter” conoce a “Aimee” (Shailene Woodley) en uno de sus papelones de borrachera y se hace amigo de ella, que éste se motiva a buscar información sobre su padre, quien desapareció de la nada cuando era pequeño y comprende que su pasado no es lo que él pensaba, que nada es como él pensaba y el golpe que le causa enfrentar esta realidad lo lleva a reconsiderar su vida.
The Spectacular Now puede que nos recuerde el tipo de películas que veíamos en la década de los 80-90. Corre en la línea de los “coming-of-age” de esas décadas y tiene una historia bastante sencilla pero interesante. Miles Teller y Shailene Woodley son sin duda de lo mejor del filme con sus actuaciones y nos hace ver la promesa de los futuros actores.
Su historia es ligera y sin muchas complicaciones pero lo suficientemente ingeniosa como para mantenernos interesados en todo momento y hasta cierto punto hacer que nos identifiquemos con al menos uno de sus personajes o lo que pasan. Después de todo en la vida siempre está el que vive y construye su futuro a base de sueños y el que vive día a día sin planes, sólo va con la corriente.
Desde muy niña descubrí que el cine sería una de mis más grandes pasiones y aspiro a transmitir la misma pasión a cada testigo de mis escritos. Amante del cine en toda su gloria y traiciones. Siempre busco esa obra que logre evocar grandes emociones, ya sea a través de su dirección, su historia o sus actuaciones. Cuando estas últimas se alinean en armonía todo se vuelve magia y la espera habrá valido la pena.
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