Ese momento cuando caes en cuenta que estás viendo un remake que te está gustando más que la original. Si le preguntas a personas, más o menos de mi edad, cual fue la película que más miedo les dio de niños o adolescentes, probablemente digan El Exorcista y sí, es aterradora. Para mí ese “honor” se lo lleva The Evild Dead, el legendario debut de Sam Raimi (Spider-Man) y Bruce Campbell de 1981, que me dejó unas cuantas noches sin sueño y no la volví a ver hasta de adulto. De día. Con varias personas. Cuando escuche que venía este filme, automáticamente odié la idea. Sin embargo, tanto Raimi como Campbell son los productores y dieron su bendición. Además, los tenebrosos tráileres me convencieron de darle una oportunidad y vaya que la sacaron del parque.
Evil Dead comienza como tantos otros; cinco amigos van a pasar la noche en una cabaña abandonada en el bosque. Lo que lo hace diferente es la razón; “Mia” (Jane Levy) es adicta a drogas por lo que sus amigos, junto a “David” (Shiloh Fernández) el hermano que casi no ve desde pequeña, intentarán hacerla dejar las drogas en frío y tienen toda la intención de obligarla a quedarse si es necesario.
El grupo descubre que la —propiedad de la familia de “Mia” y “David”— ha sido usada por otra gente y encuentran cosas en el sótano, incluyendo un libro que definitivamente no querían que nadie leyera. Por supuesto, uno de los muchachos lo lee y despierta fuerzas malignas en el bosque que los hará pasar la peor noche de sus vidas… mientras dure. Porque eso es lo que haces cuando encuentras un libro amarrado con alambre de púas: abrirlo y leerlo en voz alta. ¿Verdad? ¿VERDAD?
Aunque el director Fede Álvarez deja claro desde el principio que conoce y ama la original, usó su propia visión para hacer lo que es casi automáticamente una joya en el cine de horror. La historia es basada en The Evil Dead pero con suficientes cambios (buenos cambios) para que se sienta una nueva experiencia. Como fan de la original, Fede me complació cuando usa algunas tomas de cámara que me recuerdan el estilo de Raimi y hasta vemos el Oldsmobile Delta de sus primeras películas. Su mayor acierto es que nos deja conocer cada personaje y nos explica la relación entre todos antes que empiece el caos y de esa forma nos importe lo que les pasa desde el primer momento. No hay ningún actor que tenga el carisma del gran Bruce Campbell pero son lo suficiente buenos para transmitir el horror de lo que está pasando.
Otro cambio bien positivo es que, aunque The Evil Dead es altamente sangrienta y morbosa, casi todos los actos de violencia tienen una razón de ser. Feder juega con la audiencia mientras nos presenta las páginas del “libro de la muerte”, junto a las distintas cosas en la cabaña, lo que produce la anticipación de lo que veremos en escena cuando las vayan a usar. Álvarez tiene su propia compañía de efectos especiales en su natal Uruguay, pero prefirió usar técnicas de maquillaje en vez de efectos de computadora, lo cual es un éxito porque todo se ve escalofriantemente real; sangre y pedazos humanos volando por todas partes. Si algún día inventan el 4D o algo así (donde lo que pasa en pantalla nos afecte de alguna manera) saldremos de ver esta película mojados de arriba abajo en sangre. Si la cantidad de sangre que verán en Evil Dead fuera real, la cruz roja jamás necesitaría donantes. Ya me entendieron, ¿verdad? Es bien sangrienta.
Si eres fan de horror, ni lo pienses, deja de leer esto y vete al cine. Si quieres ver una buena película y puedes tolerar escenas bien fuertes con mucha sangre, también. Si no caes en ninguna de las anteriores, como quiera vete a verla; busca una sala llena y disfruta de las reacciones de la audiencia. Evil Dead es una aterrorizante experiencia —de buena manera— que hay que ver en pantalla grande, con buen sonido y sobre todo, mucha gente. Super extremada y sangrientamente recomendada.
PS: Hay una corta escena después de los créditos que, si eres fan de la original, vas a querer ver.
Podcastero, comediante, crítico de cine y TV miembro de la Critics Choice Association, crítico certificado en Rotten Tomatoes, y padre de gatos. Una vez cuando niño entré a un cine, y en cierta forma nunca salí.
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