Si estuviéramos viviendo en los 90’s o quizás principios de los 2000’s esta reseña sería diferente pero, después de años con secuelas, remakes, reboots, es tan refrescante cuando llega algo nuevo, que lo recibo con un abrazo y un besito en la frente. Y aunque las fuentes de inspiraciones son obvias, de todas maneras lo acepto; como un regalo de navidad envuelto en papel que evidentemente usaron antes. Sigue siendo un regalo.
The Adam Project es fantástica. El tipo de película que ya casi no hacen, dejando esa sensación de maravilla que provocaban los filmes de antes, con aventura, fantasía, ciencia ficción, y decente balance de acción, humor, y emoción, simpáticos personajes en una trama sencilla pero con impacto, y una dosis de ternura. Perfecta para los que crecimos durante la era dorada de Amblin, y ahora podrán disfrutar una parecida con sus chicos.
En el 2050 la humanidad puede viajar en el tiempo. Adam Reed (Ryan Reynolds) roba una nave para regresar al 2018 a rescatar su esposa Laura (Zoe Saldaña) pero, accidentalmente se estrella en el 2022, donde se encuentra con su versión Adam de 12 años, interpretado por Walker Scobell. Ambos Adams tienen el problema de mucha actitud, poco filtro –por supuesto, es Ryan Reynolds- por lo que el joven Adam se envuelve en la misión, especialmente cuando descubren que una pista importante para resolver el conflicto se relaciona con Louis (Mark Ruffalo) el padre de ambos. Todo eso mientras Adam escapa de los esbirros de Maya Sorian (Catherine Keener), quien controla el recurso del tiempo en la época de Adam, persiguiéndolo hasta el presente.
Netflix ha apostado fuertemente a Reynolds para seguir construyendo su propia librería de títulos originales, y afortunadamente The Adam Project supera los anteriores intentos, gracias al director Shawn Levy, quien ya tiene el mango agarrado haciendo películas inspiradas en nostalgia ochentona y noventona, como demostrado con Stranger Things, y Free Guy. The Adam Project es también otra producción rescatada por Netflix, habiendo estado en desarrollo bajo Paramount por varios años –Tom Cruise estuvo atado durante un tiempo- hasta que Netflix la compró, contrataron a Reynolds y “¡voila!” ya estrena el 11 de marzo 2022.
Tampoco es la próxima gran película; la trama es tan profunda como piscina de niños, y los efectos especiales dejan algo que desear, especialmente al final cuando presenta un personaje rejuvenecido tan mal hecho, que parecen haber usado una aplicación móvil. Pero entre el rápido ritmo, la química entre Reynolds y Scobell, y las secuencias de acción, The Adam Project es una de esas producciones fáciles de consumir.
Donde realmente me dejó su marca es en la historia entre los Adams y sus padres. Quizás porque ya perdí ambos, aparte de otra reciente perdida personal, el tema de aprovechar cada momento me pegó más. Mientras Adam joven lidia con la muerte reciente de su padre, Adam adulto resiente su actitud hostil hacia su madre Ellie (Jennifer Garner) durante ese mismo tiempo, y entre ambos alcanzarán me llevaron a una catarsis sentimental que nunca llegó a lo melodramático sino que se sintió genuina.
Entre chistes, peleas, disparos y persecuciones, The Adam Project divierte de principio a fin sin exigir mucho de nosotros más que atención y regresar a la sensación de cuando éramos niños descubriendo nuevos mundos en la pantalla. Altamente recomendada.
Podcastero, comediante, crítico de cine y TV miembro de la Critics Choice Association, crítico certificado en Rotten Tomatoes, y padre de gatos. Una vez cuando niño entré a un cine, y en cierta forma nunca salí.
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