En estos días posiblemente has visto algún contacto en tus redes sociales hablando de Sound of Freedom, y probablemente ese contacto pertenece a la comunidad conservadora, evangélica o creyente. Pues aquí estoy para decirte que no tienes que ser conservador, o evangélico, ni creyente para apreciar Sound of Freedom, un intenso thriller basado en una impactante historia de la vida real. Este filme fue de los descartados por Disney luego de la compra de 20th Century Studios (la hermosa Nimona es otro de esos).
Luego de una redada donde arrestan un asqueroso pedófilo, el agente de Seguridad Nacional Tim Ballard (Jim Caviezel) enfrenta la frustración de que su agencia captura los criminales, pero los niños en los videos continúan perdidos. El problema es que, aunque Estados Unidos es uno de los tres principales consumidores de pornografía infantil en el mundo, la mayoría del tráfico ocurre en otros países. Luego de conseguir la información necesaria, Ballard rescata en la frontera a Miguel (Lucas Ávila) un niño de 8 años que fue secuestrado en Honduras junto a su hermana Rocío (Cristal Aparicio), a quien mantuvieron en Colombia, o quizás esté en Europa, Asia u otro país de Latinoamérica, no hay forma de saber.
Ballard logra que su agencia lo envíe a Colombia, donde contacta con Vampiro (Bill Camp), un inmigrante estadounidense (y el mejor personaje de la película) igualmente luchando contra el tráfico de menores, aunque en secreto y pequeña escala. Ambos desarrollan un plan para rescatar docenas de victimas con la cooperación de las autoridades del país, y la ayuda monetaria de un civil llamado Paul (Eduardo Verástegui, que también produjo el filme), Debido a la burocracia y falta de leyes que le permitan su actividad en un país extranjero, Ballard renuncia a su trabajo, con el apoyo de su esposa Katherine (Mira Sorvino).
El guion de Rod Barr y Alejandro Monteverde nos lleva a través de las distintas barreras que Ballard enfrenta, enfocándose en los sucesos en Colombia (en vida real también hubo operación en Haití), con Caviezel interpretando a Ballard de manera taciturna pero decidido. El director Alejandro Monteverde se inclina mayormente por la realidad, evitando la tentación de hacer Sound of Freedom una fantasía a lo Taken o Rambo, logrando que los peligros se sientan genuinos en todo momento. Aunque hubiera preferido un ritmo más ágil, la segunda hora aprieta el pedal, manteniendo la tensión hasta los minutos finales.
A pesar de ser uno de los peores crimines en existencia, la trata humana recibe menos atención de la que debería en medios, por lo que Sound of Freedom funciona como fuerte voz de alerta. La excelente Catch the Fair One es otra producción sobre el tema y, al momento de escribir esto, está disponible en Hulu. Sound of Freedom consigue el difícil balance entre ser entretenida mientras cuenta una importante historia real sobre un tema que debe ser gritado a los cuatro vientos, ¡inmensamente recomendada!
Podcastero, comediante, crítico de cine y TV miembro de la Critics Choice Association, crítico certificado en Rotten Tomatoes, y padre de gatos. Una vez cuando niño entré a un cine, y en cierta forma nunca salí.
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