Crítica de Mission: Impossible – Dead Reckoning Part I - QiiBO QiiBO

Crítica de Mission: Impossible – Dead Reckoning Part I

A estas alturas probablemente la mitad de la audiencia ha olvidado –o simplemente no sabe- que Mission: Impossible está basada en una serie televisiva de los 60’s. Al director Christopher McQuarrie no solamente no se le ha olvidado, decidió rendirle tributo al formato con créditos durante los primeros minutos de Mission: Impossible – Dead Reckoning Part One. De una vez nos deja saber cual será el tono de la película.

Debido a un ritmo desbalanceado, extensa duración y una trama innecesariamente complicada, Dead Reckoning Part One no logra continuar la racha de cada película ser mejor que la anterior en la franquicia. Aun así, está repleta de acción, emocionantes secuencias, y divertido humor. Tom Cruise sigue siendo la última gran estrella de cine. Es un buen problema. Un problema que toda propiedad intelectual quisiera: tener tan buenas entregas, que una de las mejores películas del año se sienta “regularcita” dentro de tu historial.

Ethan Hunt (Cruise) ha peleado con cuanto tipo de villano posible se pueda imaginar y, aparte del gran Phillip Seymour Hoffman, ninguno ha sido particularmente distinguido. Todo cambia en esta aventura, donde Hunt tendrá que enfrentar la gran ansiedad de nuestros tiempos: inteligencia artificial. Se trata de un programa conocido como “La Entidad”, un algoritmo capaz de infiltrar en absolutamente cualquier infraestructura digital, incluyendo agencias de inteligencia del mundo entero, utilizando todo a su alcance para lograr su meta de control; desde manipular información, calcular posibilidades hasta controlar sistemas de defensa globales.

Por supuesto que algo tan poderoso es anhelado por todos los gobiernos del mundo, aparte de algunos intereses individuales, pero Ethan ha decidido que tanto poder simplemente no debe existir, ni mucho menos estar en las manos de nadie. Eso lo convierte inmediatamente en traidor a la patria, por lo que –nuevamente- es declarado fugitivo en una carrera contra el tiempo, gobiernos (incluyendo el suyo) y organizaciones criminales.

Todo lo anterior es expuesto a través de constantes monólogos e interminable exposición, empeorado porque cada cinco minutos se añaden nuevos personajes sin tener claro quien esta con quien, y el clásico “tenemos que conseguir tal cosa”, “¿Dónde está tal cosa?”, “¿Quién tiene tal cosa?”, llegando el momento en que uno dice “se chave, simplemente denme más disparos y peleas”.

Afortunadamente, lo que Mission: Impossible – Dead Reckoning Part One hace bien, lo hace fantástico; una persecución en coche a través de Roma se coloca como una de las mejores en la franquicia, una pelea en un estrecho callejón me quitó el aliento, y el ya famoso brinco en motora vale cada centavo que cuesta la taquilla para verla en pantalla gigante.

Otro gran positivo de Dead Reckoning Part One es que ni Cruise ni McQuarrie olvidan divertirse, usando el humor en los momentos perfectos, manteniendo el tono arriba, usando su magnífico elenco de apoyo, especialmente Hayley Atwell como la ladrona internacional Grace, el boricua Esai Morales como el siniestro villano Gabriel,  Rebecca Fergurson como la diestra espía Ilsa Faust, y Pom Klementieff como Paris, el mejor personaje de la película: una maníaca, caótica asesina francesa.

En un momento que el cine tiembla debido a varias razones, Mission: Impossible – Dead Reckoning Part One viene a recordarnos porque este tipo de películas son las que mantiene la industria viva, con espectaculares visuales, potente banda sonora y tremendos tiros de cámara para gozar en la pantalla más grande posible, ¡Poderosamente recomendada!

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