“El camino al infierno está pavimentando con las mejores intenciones”. Mala mía que empiece con ese cliché pero, aplica perfectamente a Freeheld, un filme que presenta una hermosa aunque triste historia sobre el amor, la lealtad, la amistad…y la importancia de tener un hombre blanco heterosexual que te defienda.
Basada en el (superior) corto documental homónimo y ganador del Oscar en su categoría, en Freeheld, la detective “Laurel Hester” (la siempre excelente Julianne Moore) conoce y se enamora de la joven mecánica “Stacie Andree” (Ellen Page). Son los 90’s, el discrimen contra cualquier pareja no-heterosexual continua intacto aunque ya habían logrado algunos avances. Cuando “Lauren” es diagnosticada con cáncer avanzado del pulmón, intenta dejar su pensión a “Stacie” para que no pierda el hogar que han construido juntas, utilizando una nueva ley del estado de Nueva Jersey sobre acuerdos domésticos. Los bonistas del condado se niegan a aplicar dicha ley argumentando tecnicismos, que obviamente disfrazan su prejuicio.
El director Peter Sollett (Nick and Nora’s Infinite Playlist) vuelve a demostrar lo efectivo que es montando historias de amor. Lo mejor de Freeheld ocurre en su primera parte, cuando vemos florecer la relación entre “Laurel” y “Stacie. Desafortunadamente, una vez que comienza el conflicto entre ellas y los bonistas, prácticamente desaparecen, pues el guion de Ron Nyswaner le da paso a “Dane Wells” (Michael Shannon) y “Steven Goldstein” (Steve Carell) para que se conviertan en los héroes de la historia, sin olvidar a “Bryan Kelder” (Josh Charles), uno de los bonistas con clara consciencia a favor del pedido de “Laurel”
Freeheld es el equivalente de “pintar por números”, dedicada a la audiencia que dirige. Obviamente era injusto y cruel negar el pedido de “Laurel” pero, la película nunca intenta ir más allá, cometiendo el grave error de presentar los antagonistas como cuasi caricaturas. Aparte del hecho que “Dane” es expuesto como el casi único que salvó el día, es casi como si Hollywood tuviera miedo de hacer una película donde el héroe no sea el hombre blanco y heterosexual, ¿cierto? ¿Cierto?
Con todo y su fallas, Freeheld me dejo con ojo aguados, no tanto por lo bien que manejan la historia sino que porque sabía que se trataba de un evento real, el excelente trabajo de su elenco, y el saber lo mucho que hemos avanzado como sociedad protegiendo a nuestra familia y amistades LGBTTQ, aun cuando quede mucho por hacer. Solo queda esperar que para los próximos, Hollywood se atreva a ser más valientes y profundos.
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Podcastero, comediante, crítico de cine y TV miembro de la Critics Choice Association, crítico certificado en Rotten Tomatoes, y padre de gatos. Una vez cuando niño entré a un cine, y en cierta forma nunca salí.
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