A veces las cosas más bonitas llegan de donde uno no se espera, como me pasó con Elio, la nueva oferta del estudio Pixar, que resultó ser una enternecedora película sobre la amistad y esas cosas que nos hacen especial, aunque uno mismo no las pueda ver.
Pixar continua su racha con Elio; una divertida aventura sobre la amistad como fuerza capaz de traspasar hasta la última frontera, y el poder de la familia extendida en nuestras vidas. ¡Maravillosamente encantadora!
Luego de perder sus padres en un trágico accidente, Elio (Yonas Kibreab) vive con su tía Olga (Zoe Saldaña), una soldado trabajando en un proyecto de limpieza espacial que no estaba preparada para afrontar la responsabilidad de un chico tan particular. Ante su profunda tristeza e incapacidad para adaptarse a su nueva realidad, Elio piensa que la única solución a su vida es ser secuestrado por extraterrestres, por lo que utiliza instrumentos militares de su tía para enviar un mensaje al universo.
Para su propia sorpresa, alguien no solamente escucha la solicitud, la atiende. Se trata de una comunidad de alienígenas buscando un representante de la Tierra para unirse al “Comuniverso”. El único detalle es que piensan que Elio es el líder del planeta, confusión que Elio aprovecha para quedarse con ellos.
Cuando el “Comuniverso” es amenazado por el líder militar Grigon (Brad Garrett), molesto porque lo rechazaron de la organización intergaláctica, Elio se lanza de voluntario para detenerlo, definitivamente metido en un asunto demasiado grande para él.
Al igual que otros proyectos del estudio, Elio funciona igualmente como divertida aventura que como alegoría sobre sentimientos que nos persiguen en la vida. Elio afronta el duelo a través de un deseo externo, pues no encuentra su lugar en el mundo. Yo me he sentido solo como Elio y, al igual que el, es en mi circulo de amistades y familia que encuentro sentido.
En el caso de Elio ocurre a través de Glordon (Remy Edgerly), hijo de Grogin, a quien no le interesa seguir el camino como guerrero, encontrando en el pequeño humano un alma afín, ambos descubriendo como la amistad trasciende barreras hasta de especies, porque ser distinto nunca significa estar solo.
La barra de Pixar esté tan alta, que comprando con sus mejores trabajos, Elio se queda corto, pero el estudio siempre lo da todo, especialmente cuando Elio llega al “Comuniverso”, donde los animadores dan rienda suelta a su imaginación, dándonos un literal universo de imaginación y color.
Elio fue una hermosa sorpresa llena de corazón y emoción, que me gocé de principio a fin, ¡inmensamente recomendada!
Podcastero, comediante, crítico de cine y TV miembro de la Critics Choice Association, crítico certificado en Rotten Tomatoes, y padre de gatos. Una vez cuando niño entré a un cine, y en cierta forma nunca salí.
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