En “Paula”, su primera autobiografía, Isabel Allende explica que su padrastro no había servido de inspiración para ningún personaje porque “en la literatura, un hombre tan decente y de buenos sentimientos no sirve para nada”. Con Bridge of Spies, Steven Spielberg prueba que Allende se equivoca…y tiene razón.
En 1960, la guerra fría entre Estados Unidos y la Unión Soviética estaba en pleno apogeo, teniendo los ciudadanos de ambos países con los nervios en punta. La paranoia y terror de un conflicto nuclear dominaba la conversación diaria. ¿Recuerdan esos primeros meses después del 11 de septiembre del 2001? Ese miedo enterrado en la boca del estómago, el mismo que permitió tantos errores incluyendo una guerra, era lo que perneaba en la ciudadanía estadounidense. Cuando el gobierno arresta al espía “Rudolf Abel” (Mark Rylance), en lugar de ejecutarlo inmediatamente como claman tantos, deciden probar la superioridad del sistema americano otorgándole un juicio.
Una película de Tom Hanks dirigida por Steven Spielberg y coescrita por los hermanos Coen aumenta las expectativas a niveles cuasi injustos, y como quiera Bridge of Spies los cumple. Otro filme de la historia americana a través de la cinematografía de Spielberg que muestra la historia de un hombre decidido a hacer lo correcto -casi cayendo en lo ingenuo- pero siempre con el apoyo de la audiencia como solo Hanks puede ganárselo.
“James Donovan” (Hanks) es contratado para defender a “Abel” en lo que, todos esperan, no sea más que una farsa. “Donovan” los sorprende a todos al, no solo hacer el mejor trabajo posible, sino también de luchar lo necesario para mejorar las condiciones de “Abel”, incluyendo llegar a La Suprema Corte. Su nobleza lo convierte en el objetivo de odio de un país entero. Luego, cuando las cosas se invierten, Donovan es enviado a Rusia para negociar el rescato de un espía estadounidense.
El problema de Bridge of Spies es también su mayor fortaleza. La mayoría de nosotros ha crecido viendo y admirando a Tom Hanks, así que su causa es la nuestra. Contrario a Lincoln, Spielberg no se molesta con explorar el área gris de la cruzada de “Donovan”. Sabemos que él se mantiene firme en su defensa de “Abel”, aun cuando bien se trata de un asunto de seguridad nacional. De igual forma, su contundencia en Rusia por salvar otro acusado de espionaje pone vidas en peligro al poner en riesgo de empeorar la relación entre países. Nada de eso es mencionado como tal, el guion de los Coen (coescrito por Matt Charman) apenas roza la complejidad el asunto, mientras que Spielberg se contenta con mostrar (tan excelente como él lo hace, por supuesto) la perspectiva de “Donovan”.
Robarle las escenas a Tom Hank suena imposible, sin embargo, Rylance no solo lo logra, sino que sus momentos como el espía ruso son el alto punto del filme gracias la dignidad que le imparte a su rol.
Bridge of Spies es la carta de amor a de Spielberg a esas películas de antes, al Mr Smith en Washington, a la justicia, al honor aun enfrentando la muerte. Diría que ya nos las hacen así pero, les acabo de hablar de una que pueden ir a ver inmediatamente al cine. Inmensamente recomendada.
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Podcastero, comediante, crítico de cine y TV miembro de la Critics Choice Association, crítico certificado en Rotten Tomatoes, y padre de gatos. Una vez cuando niño entré a un cine, y en cierta forma nunca salí.
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