Una de las mejores decisiones tomadas por Netflix fue recoger las dos temporadas de Cobra Kai debutadas en YouTube Red, para darle tres adicionales, la más reciente llegando este viernes con la intensidad de novela turca.
Por otro lado, la quinta temporada camina fino la cuerda floja entre mantener lo que la hizo especial en el principio, a tomarse demasiado en serio. El humor absurdo es lo que la definió desde el principio, especialmente enfocado en Johnny Lawrence (William Zabka), pero a medida que más personajes de la franquicia de The Karate Kid regresan, aparte de los nuevos añadidos, Johnny pierde presencia mientras Daniel LaRusso (Ralph Macchio) aumenta la suya.
Los primeros cuatro episodios de Cobra Kai son los más débiles de la temporada –y quizás de la serie entera- pero una vez llega el quinto, la trama arranca con mayor fuerza, nuevamente cayendo en su ritmo regular, ayudado especialmente por uno de los mejores villanos en Terry Silver ( Thomas Ian Griffith).
Habiendo perdido el torneo, los Dojos Miyagi-Do, y Eagle Fang cierran sus puertas oficialmente, mientras Silver continúa su malévolo plan de convertir Cobra Kai en el Starbucks del karate; uno en cada esquina. No solamente en California, sino el mundo entero, con los ojos puestos en un objetivo global. Pero Daniel no acepta la situación, con todo y que John Kreese (Marton Kove) cayó preso por un crimen no cometido. Ante la frustración de su esposa Amanda (Courtney Henggeler), Daniel reclutó a Chozen Toguchi (Yuji Okumoto), su enemigo mortal en The Karate Kid II, ahora firme aliado para defender el honor de Miyagi-Do.
Por su lado, Johnny está ocupado con encontrar a Miguel (Xolo Maridueña), quien huyó a Mexico buscando su padre desconocido. Johnny decidió llevar su hijo Robby (Tanner Buchanan), aprovechando el viaje para tener tiempo de calidad, suavizar asperezas entre ambos, y quizás entre los chicos mismos.
En el lado joven, Samantha Larusso (Mary Mouser) decidió dejar el karate para rencontrarse consigo misma, mientras Tory Nichols (Peyton List) lucha contra sus conflictos internos por haber ganado el torneo sabiendo que Silver sobornó un árbitro a su favor.
Lo mejor de Cobra Kai sigue siendo las aventuras de Johnny ajustándose a un mundo nuevo pero, este año tiene dura competencia, con Chozen siendo un divertido alivio cómico, sin perder su condición de rudo peleador de karate. El drama adolescente fue agraciadamente bajado algo en la quinta temporada aunque, el drama adulto en momentos, especialmente durante la primera mitad de la temporada, corre el riesgo de volverse demasiado novelero.
Afortunadamente, Cobra Kai se recupera sólidamente en la segunda mitad de temporada, con secuencias de combate, melodrama divertido, con pizca de lo absurdo sin llegarse tomarse demasiado en serio –esto es una historia donde los problemas se resuelven a patadas, después de todo. Aunque no es mi favorita, la quinta temporada de Cobra Kai mantiene el espíritu que la ha hecho la favorita de muchos, y estoy seguro la mayoría de la audiencia la disfrutará igual.
Podcastero, comediante, crítico de cine y TV miembro de la Critics Choice Association, crítico certificado en Rotten Tomatoes, y padre de gatos. Una vez cuando niño entré a un cine, y en cierta forma nunca salí.
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