Gozando Smackdown en Puerto Rico - QiiBO QiiBO

Gozando Smackdown en Puerto Rico

Si, a veces hablamos de lucha libre en QiiBO. Anoche estuve presente en el evento televisado Smackdown de la WWE y quise compartir algunos pensamientos aleatorios, tanto del espectáculo como personales.

A 20 minutos de transmisión, la fila para entrar era ridícula. Quizá fue culpa de la audiencia, que estamos malamente acostumbrados a llegar tarde, pero pienso que el coliseo no tenía suficiente empleados. Eso sí, los que estaban fueron muy profesionales y se les notaba el afán de mover la gente lo más rápido posible. Creo que fue una combinación de la administración no tener más personal, y la impuntualidad del boricua.

Primero lo obvio: Estar en un evento es una experiencia completamente distinta a verlo en tu casa, o hasta en algún local con gente. La energía es constante, contagiosa, y la emoción de estar allí eleva cualquier cosa que pase, uno celebra la más mínima tontería.

Ese tiro de dron empezando el programa se vio espectacular, ojalá hagan más cosas como esa.

La entrada especial que hicieron para esta edición se veía barata pero, Wrestling Twitter estaba babeándose por ella, así que puedo decir.

La fanaticada puertorriqueña sigue siendo una de las más calientes del mundo. No lo digo yo, los medios internacionales estaban bellacos con nosotros, comparándonos con Chicago, Canadá y Reino Unido. El que sabe de lucha, sabe.

L.A. Knight está extremadamente “over”. No entiendo porque lo pusieron en el Dark Match. A lo mejor no esperaban la reacción del público, o quizás todavía no confían suficiente en él, o probablemente fue para darles tiempo a los latinos. Quién sabe si no lo dejaron hablar pensando que la fanaticada no lo entendería.

Que muchos anuncios tiene un evento televisado. Si te parecen molestos en tu casa, en el estadio es quedarte mirando la pantalla grande donde pasan huelemil videos de producción y promoción interna. Si te has preguntado que hacen los luchadores durante ese tiempo: no, no es hablar con el público. Simplemente apagan las luces y ellos caminan por el ring. Uno pensaría que WWE tiene algo más efectivo para hacer pero, ya ven.

Ya coreé el tema de entrada de Nakamura, soy feliz. Me falta el de Seth Rollins y, si algún día AEW viene a PR, el de Chris Jericho.

WWE tiene ahora mismo uno de los técnicos más queridos y el rudo más odiado de la industria.

Dominik respira y la fanaticada quiere matarlo. Lo mejor es que el muchacho sabe usarlo, les guste o no, eso demuestra talento y conocimiento del negocio. También nos recuerda que una buena historia es crucial en elevar la carrera de un luchador, y la de Dominik es una de las mejores trabajadas en buen tiempo, solamente superada por el Bloodline.

Como dijo el colega Orlando Maldonado, anoche el mundo conoció nuestro coro de “¡huelebicho!” y nuestro clásico “¡FUA!”.

El recibimiento a Cody Rhodes fue surreal verlo en persona, con el estadio entero cantando su música. Quizás sea el mejor actor del mundo pero, me pareció que quedó encantado con nosotros y estaba genuinamente emocionado de sentir nuestro cariño y respeto.

Honestamente no sabía como la fanaticada boricua bregaría con el ángulo de Judgmente Day y Bad Bunny, porque los fanáticos de lucha corremos en otra vibra y tradicionalmente rechazamos gente de afuera entrando al negocio. La contestación más clara fue el “pop” cuando Benito entró con la LWO a salvar a Rey Misterio.

Sera interesante ver como corre en Backlash cuando estén uno a uno, aunque probablemente intervengan Dominik, Rey, la LWO y quien sabe si algún luchador de aquí, pues muchos esperamos una aparición de Tío Savio Vega o Carlito Caribbean Cool. Si pasa, eso se va caer allí.

Cuando acabó el programa, tenía la adrenalina saliéndome por los ojos preguntándome “¿Cómo duermo ahora?” La contestación es que hubo dos luchas fuera del aire. Liv Morgan y Raquel Rodríguez contra Bayley y Dakota Kai, con Iyo Sky afuera discutiendo con el público. Estuvo ok.

El verdadero evento estelar fue Finn Balor contra Cody Rhodes. Mucho mejor lucha de lo que esperaría de un combate no-televisado. No fue nivel Wrestlmania ni nada de eso, pero mucho más movidas de lo que hubiera pensado.

Terminada la pelea, Cody agradeció la energía de la fanaticada y pidió que fuéramos más duros todavía en Backlash. Luego se bajó para compartir con fanáticos en arena, incluyendo sacarse fotos y firmar autógrafos.

Salí completamente complacido, más que por las luchas o los ángulos, por compartir la experiencia con tantos otros fans. El punto mayor definitivamente fue la fanaticada y estoy loco por repetir la experiencia. Ojala no tarden otros 18 años más en volver.

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