Cuando ha habido algo raro en nuestro fútbol, allí ha estado Tebas. El abogado estrella del Alavés de Piterman, confidente de Ruiz de Lopera y escuchador de los susurros de Ruiz Mateos vivía una tensa relación con Florentino Pérez hasta que el presidente blanco, tal y como hace con todo lo que se le antoja, se lo compró con el dinero del socio, para que mediara con los equipos pequeños para cerrar acuerdos con los contratos televisivos. Y surgió el amor. A partir de ahí, la carrera de un abogado mediocre dio un salto nivel Baumgartner. La vicepresidencia de la Liga de Fútbol Profesional con Astiazarón, fue el paso previo a ocupar el cargo de Presidente de la Liga Florentino Pérez.
Y como de bien nacidos es ser agradecidos, Don Javier, madridista de cuna y Florentinista de adopción ha convertido los premios de la patronal del fútbol en un homenaje vergonzante al florentinismo que profesa, hasta el punto de inventarse un premio para dárselo a Cristiano cuando se iba de vacío, para eliminarlo sin ningún tipo de decoro al año siguiente: “Este año no ha habido un premio al jugador más valioso porque había demasiados y nos parecía excesivo” fue la explicación con una media sonrisa de un Tebas en estado puro.
El resto es historia. Cristiano mejor jugador y delantero de una liga en la que su equipo finalizó tercero y en la que desapareció literalmente durante sus últimas siete jornadas, para llegar fresquito a un mundial en el que fracasó con estrépito. “Merecido”, así describió el premio Mister Portugal, mientras lo sujetaba con la mano izquierda y se daba palmaditas en el hombro con la derecha. Los millones y los imbéciles han llevado al portugués a confundir la excelencia con el elitismo, la meritocracia con el privilegio, y la cabeza de Godín con un saco de boxeo.
Y no fue el uruguayo del Atletico de Madrid el galardonado como mejor defensa, sino Sergio Ramos, un coladero en la zaga durante todo el campeonato.
Con Casillas habiendo completado su metamorfosis de portero a topo, y como el hecho de darle a Cristiano el premio al mejor portero iba a ser ya mucho, Tebas escogió a Keylor Navas – costarricense como él, como mejor guardameta del campeonato. La verdad es que hay que reconocerle su mérito, ya que pocos han sido los capaces de recibir un doblete del mismo Pedro. Courtuois, que encajó 17 goles menos que Navas, se fue de vacío, como el resto de los jugadores del equipo campeón que con cero premios igualaron a Messi, que se ahorró la vergüenza de tener que asistir a semejante pantomima propagandística, al no ser ni siquiera nominado entre los tres mejores jugadores americanos de la liga. Sorprendente, que entre ellos tampoco estuviera James. Se les debió olvidar, porque ya no hace falta ni disimular.
| Fotos: Getty Images | LFP
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