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Crítica de Kind of Kindness

Podrás decir lo que quieras de Yorgos Lanthimos pero, una cosa es segura: siempre sabes cuando estas viendo una de sus películas. Desde su debut en inglés con The Lobster, el director griego estableció una marca personal de surrealismo, teatro de lo absurdo y cinismo desmedido, colocándolo en una clase aparte que, curiosamente llegó al publico general gracias a Poor Things.

Entonces nos da Kind of Kindness, un filme sintiéndose como una manera de Lanthimos para decirnos “no se asusten, sigo siendo el mismo raro de siempre”. Ciertamente es una película hecha para aquellos que yan sabemos que nos gusta su oferta porque, parece querer alejar todo aquel que no haya gustado de sus anteriores proyectos.

A quien no aleja son los actores que va añadiendo a su corillo, con Emma Stone, Margaret Qualley, y Willem Dafoe nuevamente colaborando, mientras se les une Jeese Plemons y Hong Chau, en un festín de magnificas actuaciones, elevando Kind of Kindness de ser una simple pieza de pretencioso arte posmoderno.

Se trata de tres historias distintas, prácticamente tres películas en una, donde los actores principales interpretan diferentes personajes. En el primer segmento, Plemons es un joven ejecutivo permitiendo que su jefe (Dafoe) controle cada segundo de su vida, hasta que llega una petición demasiado difícil de aceptar. Plemons igualmente protagoniza el segundo corto como Daniel, un policía cuya esposa (Stone) reaparece luego de días perdida en el mar, pero Daniel sospecha que podría no tratarse de la misma persona, por lo que comienza a exigirle exageradas muestras de amor, para probar su identidad. En la última secuencia, es un personaje de apoyo como Andrew, miembro de un culto religioso junto a Emily (Stone). El dúo busca encontrar una alegada mujer con la habilidad de resucitar cadáveres, pero hasta el momento ninguna candidata ha resultado ser la anhelada figura.

A Lanthimos le encanta criticar la naturaleza humana en sus producciones, y nunca se había sentido tan claro como Kind of Kindness, donde ataca la obsesión humana de pertenecer, y ser amado. Esos intensos deseos haciéndonos tomar las peores decisiones, y acciones, llevan los protagonistas a sacrificios -literal y figurativos- mas extremos posible.

Pero tampoco la pone tan fácil; Kind of Kindness es una de esas películas que 100 personas la verán, y tendrán 100 opiniones individuales, buenas o malas. En un océano cinemático de secuelas, precuelas, “reboots” y “remakes”, aparte de la interminable ola de películas hechas para ser “universos”, aprecio enormemente una opción tan extraña, frustrante y complicada. A Lanthimos no le interesa si te gusta o no, él quería contar algo y lo hizo. Y yo se lo agradezco.

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