La regla es sencilla: si tu película es exitosa, no tienes permiso para morir. Al final de Extraction, Tyler Rake (Chris Hemsworth) cogió un disparo en el cuello, y calló desde un puente al agua donde murió…por un ratito, pero después se mejoró gracias al poder curativo del dinero Netflix.
Mientras la primera película fue un decente estreno que nos mantuvo cuerdos durante la pandemia. En Extraction 2 todo fue exacerbado a la tercera potencia, más acción, más demencia, mas explosiones, más puñetazos prendidos en fuego. ¡Me encantó! ¡Quiero más!
Habiendo muerto clínicamente por unos minutos, Tyler Rake es rescatado por su jefa Nik Khan (Golshifteh Farahni), quien recompensa su trabajo con un retiro temprano en alguna montaña perdida de “no recuerdo pero a quien le importa”, Pero obviamente tanto talento para patear traseros no puede desperdiciarse viendo televisión con gallinas y un perro, así que llega un misterioso agente interpretado por el gran Idris Elba con una nueva misión. Tyler preferiría quedarse viendo Netflix, pero cuando Idris Elba te dice que hagas algo, lo tienes que hacer, igual que haríamos todos nosotros.
Como toda secuela que se respete, esta vez es personal. Los objetivos son Ketevan (Tinatin Dalakishvili) y sus dos hijos, una niña llamada Nina (las gemelas Marta y Mariami Kovziashvili) y un adolescente llamado Sandro (Andro Japaridze), que resultan ser familia extendida de Tyler –Ketevan es hermana de Mia (Olga Kurylenko), la ex esposa de Tyler- atrapados en una cárcel de Georgia (el país, no el estado). La prisión es manejada por el esposo de Ketevan, uno de dos hermanos líderes de una poderosa organización mafiosa manejada con celo religioso.
Tanto el guion de Joe Russo (Avengers: endgame, Extraction) y la dirección de Sam Hargrave mantienen un ágil ritmo, entre escenas dramáticas y frenéticas secuencias de acción. Me encanta esta tendencia de dobles de acción convirtiéndose en directores, ya que, igual que los directores de John Wick, Hargrave viene de ese trasfondo, por lo que Extraction 2 destila adrenalina. El ya famoso tiro corrido de 21 minutos ocurre en el primer acto. Una cosa de locos. El resto son escenas de combate y persecución tan intensas, que solamente faltó un Transformers.
Hemsworth demuestra que puede hacer más que tirar un martillo. Su Tyler Rake continúa lidiando con la culpa de no haber estado con su hijo cuando murió de leucemia, un trauma que le impide conectar emocionalmente con otras personas. En Extraction 2 conocemos un poco mejor la historia detrás de la cara molesta, y los vemos entrar en el camino de la redención.
Es una pena que Extraction 2 no haya tenido estreno masivo en cines, porque las escenas de acción merecen verse en pantalla gigante. Una frase sobre-usada es “al borde de mi silla”, y aquí aplica perfectamente porque así mismo estuvo por buen rato viendo Extraction 2, ¡Brutalmente recomendada!
Podcastero, comediante, crítico de cine y TV miembro de la Critics Choice Association, crítico certificado en Rotten Tomatoes, y padre de gatos. Una vez cuando niño entré a un cine, y en cierta forma nunca salí.
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