¿Qué queremos de una película de superhéroes? O mejor dicho, ¿Qué esperamos de una película de Marvel Studios a estas alturas? Mucho mencionamos “La Formula Marvel” para describir contenido producido por ellos, y otros, no porque sea malo o buena sino sencillamente porque eso nos dice que esperar. Al menos yo lo hago así. Y funciona. La usan y la seguirán usando mientras siga dando multimillonarios resultados. Especialmente ahora que estrenan su primer filme relativamente alejado lo más posible de “la formula” con mixtos resultados.
Hay una buena película de 90 minutos enterrada dentro de las dos horas y media de Eternals. Lo mejor que puedo decir de esta nueva oferta de Marvel Studios, es que servirá para debatir si el género de superhéroes genuinamente es capaz de darnos más allá de lo mismo de siempre. Y si la respuesta es “no” pues, ¿es eso tan malo? Lo mínimo que le pido a cualquier contenido es que no me aburra, y si no cumple con eso, pues al menos que sea por buenas razones. Aquí ni una ni la otra. No puedo decir que Eternals es una mala película, porque no lo es. Es simplemente…blah. Salí de Eternals pensando en la Hulk del 2003, no solamente por ambas ser hechas por directores recién salidos de una aclamada película, sino porque ambas tienen mucho que decir sobre la humanidad, y el heroísmo, pero ninguna logró encontrar el tono apropiado para hacerlo.
El primer gran problema de Eternals es precisamente ser parte de un gigantesco universo cinemático que ya ha ido al cosmos, y ahora hasta otros universos. Despues de todo lo que ha pasado, tenemos que aceptar que un grupo de 10 poderosos extraterrestres llevan viviendo en la Tierra desde hace 7,000 años pero nunca habíamos visto nada, porque fueron creados por una raza superior llamada “Celestiales” para combatir otra raza superior de criaturas creadas por computadora llamada “Los Desviados”, y durante todo ese tiempo se mantuvieron escondidos, porque su regla primaria es no interferir en asuntos humanos, a menos que los Desviados fueran parte. Que se chave el chasquido de Thanos, la guerra civil de Tony contra Steve, o una ciudad entera cayendo del cielo, hay que obedecer la regla. Si no hay lagartija gigante en CGI, no nos importa. Seguro, los eternos doblaron esa regla las suficientes veces para dejar evidencia de su estadía largo plaza en nuestro planeta, incluyendo quedar plasmados en distintas mitologías, pero lo importante es que los humanos usamos esos desastres para progresar… ¿cierto?
¿Recuerdan cuando estrenó Justice League y una de las mayores quejas es que hicieron una película de equipo demasiado rápido sin que la gente conociera bien los personajes? Ahora imagínense lo mismo, pero con personajes que realmente nadie conoce. Seguro, hay arquetipos familiares; Ikaris (Richard Madden) es el Superman, Thena (Angelina Jolie) es la Mujer Maravilla, Makkari (Laura Ridloff) es como Flash, y los demás con características a lo Batman o Hulk o parecidos. No todos, pero algunos merecían su propia historia. El tema de la inmortalidad puede ser sumamente interesante cuando se aplican variables; ¿vale la pena vivir para siempre cuando tienes severos problemas mentales? ¿O sin poder amar porque la única persona que quieres no te desea? ¿Merece la humanidad su libertad de voluntad? ¿Tener poderes te da derecho sobre la vida de otros?
Nada de eso importa, porque Eternals eventualmente tiene que volver a ser una película de superhéroes, con batallas entre personajes disparando energía de las manos o los ojos contra pajarracos computadorizados. Entre medio hay mucha, mucha (¿ya dije mucha?) conversación sobre cosas del espacio, filosofía monga y discusiones sobre cuanto vale la pena pelear por nosotros miserables mortales.
Hay varios momentos decentes en Eternals, y algunos personajes son más agradables que otros para pasar más rato con ellos si pudiera, pero este filme intenta hacer tanto, que eventualmente se queda corto, con todo y su larga duración. Nadie es perfecto, mejor suerte la próxima vez.
Podcastero, comediante, crítico de cine y TV miembro de la Critics Choice Association, crítico certificado en Rotten Tomatoes, y padre de gatos. Una vez cuando niño entré a un cine, y en cierta forma nunca salí.
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Muchas gracias por la crítica…