Nos acercamos al fin. Hemos visto la transición de Elizabeth rumbo a la corona y cómo se ha transformado en los últimos episodios. Elizabeth ya esta lista para asumir el puesto. Continúa el drama del romance de Margaret y Peter. La rivalidad entre las hermanas cada vez está más fuerte y el matrimonio de Elizabeth y Philip cada vez se afecta más. ¿Qué pasará? Aquí te resumimos los últimos capítulos de la primera temporada: Pride & joy, Assasins y Gloriana.
Recuerda que puedes leer aquí el resumen de los capítulos anteriores: Resumen The Crown
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Episodio 8− Pride & Joy
Continúa creciendo la enemistad entre las hermanas. Ahora su rivalidad gira en torno a cuál era la favorita de su padre. Sin importar cuál de las dos haya sido favorita, no se trata de eso. Ahora Elizabeth es la cabeza de la familia y de la nación. Ya lo sabe. Aunque le pese decide que será ella quien represente a la familia en la ceremonia de inauguración del monumento que se le ha levantado a George VI.
Los ánimos en Gibraltar no favorecen a la reina. El comité aconseja a Winston que se obvie la visita en la nueva gira de la reina. Por otro lado, nos presentan el lado glamouroso que tanto ha caracterizado a la reina. Le presentan vestidos por doquier, 100 vestidos, 36 gorros y 50 pares de zapatos. La reina propone que se debe economizar y no darle tanta importancia a esto pero el gobierno quiere que Inglaterra represente con su mejor cara. Philip aborrecido por lo mismo y como un adolescente perretú, critica como los usan de títeres para que visiten los países que poco a poco van perdiendo, como si el gobierno se negara a aceptar que el imperio se debilita cada vez mas.
La reina madre decide irse a Escocia para despejar su mente. Es momento de pensar en ella y poner todo en perspectiva. Su situación es difícil. El palacio en el que vivió por casi dos décadas ya no es su casa. Teniendo ya dos hijas adultas tampoco se siente útil como madre. Antes de irse le pide a Elizabeth que le de espacio a Margaret para involucrarse más en los asuntos del palacio. Margaret necesita brillar y sentirse útil. La pregunta es, ¿cuánto quiere Elizabeth que brille Margret? Quizás no lo suficiente.
La reina se va de gira 23 semanas y la reina madre se fue. Margaret queda a cargo de representar a Elizabeth en actividades menores. Winston aconseja a Elizabeth antes de que emprenda su viaje. Su padre antes de morir le comentaba cuán debilitado sentía el imperio y esta gira es la oportunidad para recuperar la confianza y ganar estabilidad. “Nunca dejes que los medios ni la gente vean a la verdadera Elizabeth. No dejes que vean lo agobiante que puede ser llevar esta corona.” Winston sabe que Lillibeth es una mujer sensible pero la reina debe mostrarse fuerte y jamás vulnerable.
Elizabeth llega a Bermuda y da el mismo discurso genérico que dio en Nairobi. Philip y Elizabeth andan en un patín cubriendo la gira. No han salido de un país para salir corriendo para el otro. Margaret decide cambiar los discursos que le han preparado con unas “mínimas modificaciones” para que reflejen mas su pintoresca personalidad. La princesa menor rápidamente se siente cómoda dirigiéndose a las masas y no titubea en hablar sin prestar atención a lo que dice. Esto despierta la preocupación de muchos y el coraje de otros. Que no se me quede, los celos de la reina que teme ser opacada por su hermana.
Mientras la reina madre comienza a ponerse cómoda en su estadía en Escocia, contempla adquirir una propiedad que haga permanente su retiro. Elizabeth sufre un espasmo facial de tanto sonreír y como consecuencia de la cantidad de compromisos que ha tenido que cumplir en tan corto tiempo. Philip y Elizabeth están exhaustos pero la presión de cumplir con el pedido de Winston y sobretodo la memoria de su padre, la lleva a no rendirse. Philip aborrecido una vez más y metiéndole el dedo en la llaga de la inseguridad a la reina causa que esta explote en ira. A las afueras un grupo de reporteros son testigos del incidente.
Por otro lado, Winston intenta controlar a Margaret que cada vez esta más descontrolada. Como consecuencia de esto, la reina madre es llamada al palacio para que continúe representando a Elizabeth en su ausencia, como de costumbre. La reina recibe amenazas de muerte para que no visite Gibraltar pero decide que aun así irá. Philip intenta convencerla que es una idea descabellada. A lo que ella responde: “Yo sé que hay mejores personas para gobernar. Personas más fuertes. Mejores líderes pero para bien o para mal la corona ha caído en mi cabeza y yo digo que vamos.” Otro golpe para la hombría de Philip. Una vez más vemos que Elizabeth continúa cobrando fuerza como líder y asumiendo su cargo como una verdadera reina. Su visita logro el cometido logrando que Inglaterra cobrara fuerza.
Al regreso de Elizabeth tiene un encuentro con Margaret en el que salen los trapitos sucios. Claramente son polos opuestos. Una es tempestad mientras la otra es calma. Elizabeth tiene el carácter ideal para gobernar aunque aun su inseguridad no le permita asimilarlo. Al final la rivalidad se resume en pensar que la grama es más verde al otro lado. Anhelar lo que la otra tiene y a su vez sentirse opacadas por la otra.
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Episodio 9− Assassins
La reina continúa sumergida en sus compromisos y Philip se la pasa de fiesta. Para la reina -y para nosotros- es un misterio lo que hace. Philip no era el mejor candidato para Elizabeth. Este episodio nos presenta el personaje de Lord Porchey, a quien tenían en mente para que tomara el puesto de consorte de Elizabeth una vez tomara el trono. Elizabeth decidió que quería a Philip pero evidentemente este no está del todo sumergido en su rol como esposo ni como consorte. Elizabeth y Porchey mantienen una gran amistad a pesar de todo.
Winston cumple sus 80 años. Esta vez vemos un poco más del lado personal de este personaje al que le apasiona pintar en su tiempo libre. En homenaje a Winston envían a un pintor llamado Sutherland, interpretado por Stephen Dillane (Stannis Baratheon) para que pinte su retrato. Winston está reacio a la idea. El pintor es quien tiene el control de la obra y eso para Winston es casi inconcebible.
La reina invierte tiempo en una de sus pasiones, los caballos. Esto la lleva a pasar tiempo con Porchey quien comparte la misma pasión y le ayuda a concretar negocios con los padrotes. Porchey se ha comprometido con su novia americana pero se le nota que tiene mucho más que simpatía por la reina. Margaret y Philip son capaces de darse cuenta de esto mientras que la reina como siempre, perdía. Supuestamente. Uno de los más grandes rumores que ha circulado a la reina es que estos tuvieron un romance y que este era el verdadero padre de uno de los hijos de Elizabeth. Por el momento no presentan la relación como una amorosa pero quien sabe si en el futuro veamos algo de esto.
Anthony ha regresado de Estados Unidos y muestra un poco de mejoría. Va a visitar a Winston a su casa para exigirle que debe retirarse. Winston discute que no está listo para retirarse. Está seguro que todavía está lo suficientemente fuerte para continuar y aun no es el tiempo para abandonar el puesto. Winston comienza a posar para Sutherland. Vemos como el primer ministro sufre no tener el control de esta obra. Necesita ser representado tal como él se piensa: fuerte e imponente.
Mientras la reina se prepara para dormir, Philip se prepara para salir de fiesta. Aprovecha para tirarle tierrita a Porchey y de una vez poner a la reina de mal humor. Philip se va dejando a una reina con la mirada dudosa y hasta cierto punto herida. Pasa sus días en soledad distanciada de su familia para cumplir con su deberes y en las noches cuando espera poder compartir con su esposo, este la deja como si fuera su manera de castigarla.
Winston y Sutherland comparten conversaciones con detalles íntimos que dejan al primer ministro vulnerable. Sutherland cotinúa concentrado en su obra. Se celebra la ceremonia en homenaje a Churchil y la obra es descubierta. Winston muestra su inmediato descontento. Se siente humillado y sobretodo mal interpretado por el pintor. La obra muestra a un Winston derrotado por los años. La obra lo lleva a desvanecer la imagen que tiene en su mente de sí mismo y darse cuenta cómo está siendo percibido por otros. Esto lo lleva a admitir que es tiempo y decide retirarse. No sin antes compartir una emotiva despedida con la reina.
El matrimonio de la reina está en la cuerda floja. La reina no aguanta más la actitud de Philip y menos ahora que le ha hecho una escena de marido celoso. Indignada por todo, la reina le asegura que ella no tiene nada que esconderle. “A pesar de haber mejores candidatos y de la opinión de todos, te escogí a ti. No he amado a otro hombre, mas que a ti. ¿Puedes tú decir lo mismo?” Una escena que sin duda nos deja un sabor amargo nos hace ver lo tensa que está la cosa. Philip con una mirada fría y llena de rencor es incapaz de desmentirla.
La reina ofrece una cena en homenaje a Churchill para despedirlo como primer ministro. Mientras da su discurso en el que agradece el apoyo que Winston ha sido para ella desde que heredó el trono, comparte miradas furiosas con Philip. Entre lineas le deja saber que lo que ella tenía en Winston es lo que ella necesita de él. Philip capta el mensaje y como todo un galán con su mirada coqueta le pide perdón. Bah.
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Episodio 10 −Gloriana
Una escena retrospectiva en la que el duque de Windsor aún era el rey nos da una idea de por qué la reina madre lo desprecia tanto. Edward fue un rey que no soportó el peso de la corona. Eligió ser mortal y a su vez destruyó todo lo que tenía a su paso dañando la relación con su hermano que tanto lo quiso. Una promesa resonante sobre la lealtad a la familia encabeza el episodio, cuando George VI le pide a Margaret y a Elizabeth que nunca ponga nada por encima de su relación como hermanas.
Margaret cumple sus 25 años y finalmente acaba la espera. Legalmente puede decidir casarse con Peter Townsend. Ahora que el trago amargo ha pasado Margaret olvida su rencor por Elizabeth y su relación aparenta haber sanado. La reina quiere poner el plan en marcha para que Margaret y Peter se casen pero su secretario le informa que no es posible. Un nueva traba pone en peligro de acabar con la relación de Margaret antes de que pueda empezar.
Empiezan a destaparse las verdades y una conversación entre el nuevo y viejo secretario de Elizabeth nos revela que la reina madre estaba detrás de todo. Ella pensó que dos años parecían suficiente tiempo para que Margaret se olvidara de Townsend pero no fue así.
La reina madre le comenta a Elizabeth que todos saben que Philip aun no se adapta a vivir en su sombra. Eizabeth le ofrece a Philip que vaya a Australia a cubrir las Olimpiadas para que se sienta independiente, útil y sobretodo feliz. Philip y Margaret comparten un momento de desahogo donde ambos muestran lo miserables que se sienten bajo la sombra de Elizabeth, quien tiene el control de sus vidas. La reina madre trata de convencer a Philip. “Ve, disfruta de la atención y regresa más contento, a ver si puedes de una vez ser el apoyo que mi hija necesita.”
Anthony ahora es el primer ministro. Sus reuniones con la reina no son tan formales como solían ser con Winston. Ambos salen a dar un paseo fuera en el que el primer ministro le cuenta sobre la metía de pata que hizo en su visita a Egipto y cómo esto ahora puso la situación más tensa. La reina intenta convencer a Anthony para que la ayude a conseguir que acepten que Margaret se case. Anthony le deja saber que la situación no está en sus manos. Esto no es cuestión de gobierno nada más. La iglesia también debe aceptar.
A pesar de todas las dificultades, Peter y margaret logran su re-encuentro después de dos años. Anthony regresa con la mala noticia de que no se logró un acuerdo con el congreso. La única manera es que renuncie a todos sus derechos y sea exiliada. Sera la única manera en la que la reina podrá mantener su palabra. Margaret, que dice que podría vivir sin los títulos ni las comodidades a la que está acostumbrada no renuncia a ello. Decide declararle la guerra a Elizabeth y hacer un poco de ruido con la prensa.
En este último episodio de The Crown, que traducido al español debería ser ‘Entre la Espada y la Pared‘, la reina se encuentra en tremenda encrucijada. Ha hecho dos promesas: una a su padre y a su hermana y otra a la corona. El problema está en cual debe romper. No importa cual de las dos elija causará daños irreparables. Como su última esperanza acude a pedir el permiso de la iglesia pero tampoco logra conseguir que se le otorgue su pedido.
La reina trata de desahogarse con Philip y este toma el lado de Margaret. Le pide que olvide que es la reina y que de una vez sea esposa, hermana, hija. Una vez más vemos que Philip no comprende la seriedad del deber y del juramento que ha hecho Elizabeth. No comprender su posición como esposo y como consorte. La reina acude a la única persona que podría comprenderla, su tío. Este ha vivido en carne propia tener que hacer la terrible decisión. “Vivimos siendo mitades y comprendo tu agonía, que nunca te dejará.” Mostrando ser un gran consejero le dice que debe hacer lo correcto: cumplir su promesa y proteger su reino.
Elizabeth le deja saber a Margaret su decisión. Elizabeth intenta explicarse y Margaret espera su respuesta con un rostro lleno de ilusión. Finalmente Lillibeth le deja saber que ha decido negarles la petición de matrimonio y romper la promesa que les hizo. Peter Townsend se dirige a la prensa para informarles que la relación se disolvió. Margaret y Townsend se ganaron la simpatía de la prensa y los seguidores. Sobretodo Margaret por cumplir su deber por encima de sus deseos.
Para Philip que ya estaba disgustado, lo de Margaret fue la gota que colmo el vaso. Ha decidido hacer el trabajito de la Olimpiadas y le informa a la reina que después de Australia le han ofrecido hacer una gira que lo mantendrá 5 meses fuera. Philip se siente traicionado. Su mirada está llena de dolor y se va dejando a la reina con la palabra en la boca. Por otro lado vemos a un primer ministro que había estado incómodo durante todo el episodio y ahora recurre a la jeringuilla que lo ha dejado inconsciente.
Esta primera temporada nos deja con el amargo y la decepción de lo agonizante que debe ser el futuro que le espera a Elizabeth como reina. La corona es como un matrimonio donde solo una de las partes lleva todo el peso sobre sus hombros. Ahora Elizabeth comprende en carne propia los sacrificios de su padre y seguramente comprende aún más a su tío. Ahora nos queda esperar a la segunda temporada donde veremos cómo continúan las relaciones que no quedaron muy bien y los nuevos retos que Elizabeth tendrá que enfrentar.
En resumen The Crown es de las mejores propuestas originales que Netflix ha presentado. Como mencionamos anteriormente, esta producción es la segunda más grande en presupuesto ($100,000.000.00) y se puede decir que muy bien aprovechados. La producción es una muy completa con escenarios que nos llevan a soñar que estamos en esta época y que paseamos los pasillos del palacio junto a su elenco.
Peter Morgan hizo un excelente trabajo en la adaptación del guion que se espera cuente con 50 episodios adicionales, distribuidos en 5 temporadas más. El reparto de actores demostró dar la mejor de las rendiciones aunque John Lithgow como Winston Churchill fue uno de los más destacados.
Cabe mencionar que la música que compuso Rupert Gregson-Williams para la serie es excelente y complementa muy bien al resaltar las emociones. Sin dejar de mencionar la pieza introductoria que compuso el veterano Hans Zimmer. Acá les dejamos el soundtrack para que puedan juzgar por ustedes mismos.
Desde muy niña descubrí que el cine sería una de mis más grandes pasiones y aspiro a transmitir la misma pasión a cada testigo de mis escritos. Amante del cine en toda su gloria y traiciones. Siempre busco esa obra que logre evocar grandes emociones, ya sea a través de su dirección, su historia o sus actuaciones. Cuando estas últimas se alinean en armonía todo se vuelve magia y la espera habrá valido la pena.
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