No ha cambiado mucho desde el año pasado. Empezó la liga con victoria de los favoritos al título y empate del campeón. Comenzó el campeonato igual que acabó, con un escandaloso arbitraje de Mateu, que privó al Barça del campeonato y al Athletic de un punto.
El nuevo Barcelona de Luis Enrique comenzó su andadura el el Camp Nou ante un rival presumiblemente fácil como es el Elche. El equipo azulgrana no dio opción a un rival que no pasó del medio del campo y apenas dispuso del 20% de la posesión. Messi, magistral, inauguró el marcador en el minuto 41, tras un pase de Busquets, que el argentino centro a la red sin que los defensas pudieran hacer nada. En la siguiente jugada, Mascherano veía la tarjeta roja tras derribar a Rodrigues que se iba solo tras uno de los numerosos fallos de Busquets en la medular. Parecía que el Elche podía dar la vuelta al partido al jugar todo el segundo tiempo con ventaja numérica. Sin embargo, Munir cortó cualquier posible reacción de raíz con un preciso toque de exterior con su pierna izquierda pegado al palo del portero ilicitano, tras un buen pase de Rakitic por encima de la defensa. Después del gol, monólogo azulgrana y recital de Messi, tanto en ataque como en labores defensivas. El 10 dio la puntilla al Elche con un gol de los que solo él puede hacer tras driblar a tres defensas y de nuevo empujar el balón a la red. Una victoria que recuerda al Barça de Guardiola, por el hambre, por la presión, y por la velocidad en la recuperación. El Barcelona es el primer líder de la Primera División.
El Córdoba volvía tras más de cuatro décadas a la primera división con nada más y nada menos que una invitación para debutar en el Santiago Bernabéu. Invitado de lujo fue también Cristiano Ronaldo, que pudo jugar tras no recibir sanción alguna por la triple agresión a Godín en la vuelta de la Supercopa de España. Parece ser que para que alguien abra expediente de oficio, las marcas de los nudillos no son tan relevantes como las de los colmillos. Toda la aportación del Balón de Oro durante el primer periodo fueron dos piscinazos en los cinco primeros minutos.
Con un Córdoba ordenado y el Madrid rondando el área pero sin ideas, el caro recurso de James continuó mostrándose ineficaz, y a día de hoy, pierde por mucho en la comparación con Di María, ya en Manchester. Benzemá resucitó de cara el gol tras quince partidos sin ver puerta. Al parecer, el milagro tuvo lugar porque justo antes del córner que dio origen a su tanto, el francés escuchó por la radio la celebración de un gol del portugués. Habrá que considerar seriamente su nominación para el Premio Nobel de la Paz.
Por increíble que parezca, el Córdoba, cuyo presupuesto es unas 80 veces inferior al del club presidido por el Visir de Chamartín, dominó el segundo tiempo ante la incredulidad del público del Bernabéu, y dispuso de un par de ocasiones claras para empatar, incluido un gol anulado por posición incorrecta tras un rechace de un Casillas bajo mínimos. Isco entró por un James que todavía sigue marcándole goles a Grecia en el mundial, y Khedira volvió al equipo para cerrar líneas tras su escapadita a Alemania. Aportó el par de coces habituales. Ya en el último minuto, como corresponde, Ronaldo marcó su gol irrelevante de cada jornada tras un fallo de la defensa del Córdoba y una cantada del portero. Victoria inaugural de un muy mal Real Madrid, que jugó a la contra con el Córdoba y en algunos momentos del partido con dos líneas defensivas de cuatro. Los cordobeses se fueron a casa sin puntos pero con la dignidad intacta y sobretodo ilesos, que no es poco.
Ganó el Barça y ganó el Madrid. Vistoso el primero, resultadista el segundo. Dos victorias, dos maneras. Ganar y ganar.
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