Cuando a mitad de película tienes que aguantarte las costillas y coger aire de lo mucho que te estas riendo, sabes que estás viendo una buena comedia y eso fue lo que me pasó con Neighbors, la nueva y excelente entrega del director Nichols Stoller (Forgetting Sarah Marshall), con Seth Rogen, Rose Byrne y Zac Efron.
“Mac” y “Kelly” Radner (Rogen y Byrne) están estrenándose como padres con su adorable recién nacida “Stella”. Ambos solían ser igual de alocados pero, el matrimonio y la paternidad los ha hecho bajar las revoluciones de su antigua vida de fiesteros, aunque tampoco se quieren resignar. Cuando la fraternidad Delta Psi Beta se muda a la casa de al lado, “Mac” y “Kelly” tratan de hacer amistad con ellos y su presidente “Teddy Sanders” (Efron) para buscar una forma de vivir como buenos vecinos. Como se pueden imaginar, el estilo de vida de universitarios fraternos y padres trabajadores los lleva a una rivalidad con confrontaciones que van escalando en su nivel de locura.
Nicholas Stoller ha sido un director de altas y bajas pero, cuando tiene un buen libreto de las manos es un maestro en manejar comedias que tome personajes que se sientan reales y desarrollados en las situaciones más absurdas posibles. Y no tengan duda, el guion de Andrew J. Cohen y Brendan O’ Brien es un marullo de situaciones que se burlan de todo y todos por igual, sin perder el factor humano.
Tengo que dar especial mención a Rose Byrne que, con Neighbors, demuestra que lo puede hacer todo: terror (Insidious), acción (X-Men: First Class), drama (The Place beyond the Pines) y ahora comedia. Si, ya sé que estuvo en la tremenda Bridesmaids pero, ahí interpretó a la “chica más o menos seria”. En Neighbors, Byrne soltó las compuertas de la demencia total y prueba que no tiene nada que envidiarles ni a sus compañeras damas de honor, mientras se roba esta película sin ningún problema.
Neighbors es una comedia para adultos. Suena obvio pues es clasificada “R” pero, a lo que me refiero es que todas esas parejas que han pasado por la transición de la juventud sin responsabilidad hacia la adultez obligada, se verán retratados en la misma forma que en Old School. Eso no quiere decir que no es para los más jóvenes; Neighbors es un filme de fiesta sobre todo, evocando recuerdos de Animal Party en su forma de presentar muchas situaciones bien alocadas, música a todo volumen, drogas, sexo, mientras que logra manejar relaciones al nuevo estilo del siglo 21 (Zac Efron y David Franco son el mejor “Bromance” que he visto desde Channing Tatum y Jonah Hill en 21 Jump Street. OJO: No estoy diciendo mejor que “Schmidt” y “Jenko”, sino el mismo estilo).
La forma más rápida en que sé que me encantó Neighbors es porque en más de un momento quise estar metido allí con ellos dentro de la fiesta, bebiendo, gritando y jodiendo al mismo tiempo que participando de la guerra entre sus protagonistas.
Lo único malo que encontré de Neighbors es que se acabó; no me había reído tanto desde que vi Anchorman 2, y me gustó mucho más que esa. Creo que la última comedia que me gocé tanto fue 21 Jump Street. No lo piensen, vayan a verla en plena confianza, hay de todo para todos: chistes de sexo, drogas y lactancia, Seth Rogen riéndose, y cogiendo cantazos, Rose Byrne “arrebatá”, hermosas mujeres en ropas apretadas y cortas, Zac Efron sin camisa (¿lo ven? Para todos) y sobre todo, muchas, muchísimas risas. Neighbors es la comedia obligada de este comienzo de temporada veraniega: demente, ofensiva y con más corazón de lo que uno se imaginaria. Mega ridículamente súper recomendada.
[adrotate banner=”29″]
Podcastero, comediante, crítico de cine y TV miembro de la Critics Choice Association, crítico certificado en Rotten Tomatoes, y padre de gatos. Una vez cuando niño entré a un cine, y en cierta forma nunca salí.
Comments are closed here.