Primos: la familia es una institución

¿A cuantos no nos ha pasado que tenemos este pequeño clique dentro de nuestras familias? Parecería que de momento hay un grupito que se entiende más que los otros y aunque todos se quieran igual, los primos siempre tienen un lugar especial en la vida familiar. Este es el vehículo para la comedia de Daniel Sánchez Arévalo.

A Diego [Quim Gutierrez] su novia lo deja cinco días antes de la boda y es todo un desastre. Sus primos Julián [Raúl Arévalo] y José Miguel [Adrián Lastra] están ahí para darle el apoyo que necesita. Ese apoyo incluye seguirle en la descabellada idea de volver a su pueblo natal a tratar de reconquistar a su amor de la adolescencia. Cuando llegan, encuentran que para los 3 hay algo de descubrimiento personal en la aventura.

Primos es una comedia muy bien llevada por su protagonista Quim Gutierrez quien representa muy bien el vaivén de emociones que van envueltas con la ruptura inesperada de una relación. Su neurosis da el tono que la película necesita. En cuanto a los otros dos primos, sus representaciones son muy buenas comenzando por Adrián Lastra quien interpreta a un veterano de guerra que sufre de stress post-traumático y está en una relación un poco extraña con la enfermera que lo salvó. Raúl Arévalo fue el único primo que a momentos me pareció trillado, pero crea un buen papel.

Tanto el libreto como la manera en que está construida la película evocan mucha ternura y como una sensación muy liviana de un pueblo que está junto al mar. La trama se mueve lo suficientemente rápido para que las partes clichosas no molesten tanto. Esto es un “feel good movie” así que tiene un final bastante esperado, pero el proceso para llegar ahí tiene unos personajes tan graciosos que comprendes porque debe ser así.

Primos es una comedia, liviana y capaz de entretener y mover muy bien a su público por el mar de emociones de estos tres “mosqueperros” [así se hacen llamar ellos] ante las situaciones que les pone la vida.