The King’s Speech: Hello, Oscar!

Muchas personas le tienen un terror paralizante a hablar en público. De ahí el consejo bobo ese de que te imagines a todo el mundo en su ropa interior, lo cual no creo que ayude a nadie. Digamos que tu público agradables a la vista o demasiado atractivo(a), te pondrías más nervioso(a) ¿no? Por la naturaleza de mi trabajo de vez en cuando me toca presentar cosas y hablar en (reducido) público. Ya no me dan nervios y evito a toda costa pensar en mis clientes en ropa interior, pero creo que el asunto sería diferente si tuviera que calmar un país que está a punto de entrar en una guerra y fuera tartamuda. Digo, esos pequeños detalles hacen la diferencia, just saying.

 

De la mano del director Tom Hooper, nominado a mejor director en los Oscar, nos llega la historia del rey Jorge VI (Colin Firth) de Inglaterra. Un hombre que no estaba destinado al trono y le toca asumir la posición luego de que su hermano el rey Eduardo VIII abdicara el trono para casarse con la plebeya divorciada [gasp!] Wallis Simpson. Jorge o Bertie como le dicen en la película, estaba feliz con no tener que asumir la posición de rey ya que tenía un impedimento del habla que lo ponía en una situación difícil cada vez que tenía que hablar en público. La duquesa de York [Helena Bonham Carter] busca la ayuda de un terapista del habla llamado Lionel Logue [Geoffrey Rush] que más allá de ayudarle a mejorar su impedimento, ayuda al nuevo rey a encontrarse a si mismo.

La actuación de Colin Firth es impecable, tanto así que fue nominado al Oscar y ganó el Golden Globe por su papel. Lleva con mucha delicadeza la historia de superación para que no sea “cheesy”. Porque, hablemos claro, eso es una historia aspiracional. Es un feel good movie basada en hechos verídicos. Geoffrey Rush también tiene una parte súper importante siendo piedra angular y contraparte de Colin. Estos dos actores le dan un peso a la película para que se sienta amena. Fue muy interesante ver a Helena en un papel “normal” y fuera de una película de Tim Burton. A veces se me olvida lo buena que es porque sus disfraces pomposos y locuras realmente me distraen. Claro, esto es una pieza de época así que no es ropa totalmente normal, pero bastante cerca. Como la duquesa de York, Elizabeth, es simpática y una esposa dedicada aunque un poquito quirky.

La escenografía es preciosa y la manera en que está filmada es exquisita. Hubo un gran esfuerzo para hacer ésta una pieza histórica bastante factual aunque obviamente nunca es completamente real.

The King’s Speech va bastante a tono con lo que hemos identificado como los gustos de los votadores de la Academia así que no me sorprendería que se llevara el premio a mejor película. Vayan a verla antes de los Oscars y aunque ustedes crean que están bien decididos en sus favoritos, estoy segura que esta película los hará dudar.