Hay películas que buscan push the envelope en diferentes aspectos que van desde historia, dirección hasta tecnología (Avatar anyone?). Creo que la primera parte de Tron cabe en esta categoría. Una película de culto –ya que fue un fracaso taquillero- que se adelanto a su tiempo (1982) en términos de tecnología. Viéndola ahora puede parecer algo poco impresionante, pero para este tiempo era una metáfora súper importante para esos gamers y computer geeks que hoy corren el mundo tras bastidores.
Casi 30 años después, nos llega el legado en forma del hijo de Kevin Flynn, Sam. Esta nueva entrega de Tron se enfoca mayormente en la historia de Sam luego de que su padre misteriosamente desaparece una noche de 1989. Curioso como Disney siempre saca del medio a los padres ¿verdad? Pero bueno, eso es otro post. Sam (Garrett Hedlund) ahora tiene 27 años y es el accionista mayoritario de Encom aunque realmente no hace mucho allí más que una travesura al año. Una noche el hombre confianza de su papá, Alan (Bruce Boxleitner), lo visita a su apartamento y le dice que ha recibido un page de su papá. Sí, un page, en un beeper. De ahí nuestro héroe llega al grid donde se encuentra con su padre (Jeff Bridges), Quorra (Olivia Wilde) y Clu, un Jeff Bridges joven computadorizado.
La trama es una mezcla de mitología (Jeff Bridges tiene un look de Zeus) y Gladiator, pero no hay mucha sustancia. Es un libreto flojo, pero la estética de la película es bella y eso es suficiente. La casa de Kevin Flynn en el grid es el sueño de cualquier minimalista (myself included) y el resto del mundo dominado por Clu se ve muy cool en su paleta oscura con colores neones aquí y allá. Todos parecen glowsticks andantes. La mejor actuación viene de Michael Sheen que interpreta al dueño de un club en el nuevo grid y es de los momentos más entretenidos de la película.
Teníamos que esperar 30 años para ver esta producción porque, al igual que Avatar, es una película que empuja la tecnología moderna de una manera impresionante. Ver como lograron un Jeff Bridges joven nos deja saber hacia donde vamos tecnológicamente, sólo digo que se siente raro porque yo sé que es viejo, y aunque no es perfecto, la tecnología es increíble. Daft Punk hizo un trabajo espectacular con el soundtrack de esta película, bájenlo hoy.
Lo único que me quejo es del 3D. Todavía no he visto una película que realmente justifique esta tecnología. En Tron Legacy hay tantas oportunidades con los lightcycles y las peleas con los discos de luz que son desaprovechadas. Tienes uno de los mejores soundtracks de las películas de este año, una estética de colores oscuros y neón que parecen glowsticks esto se supone que sea un heaven para animación 3D y se queda corta. Cuando la vean ustedes me dirán.
En conclusión, Tron Legacy es entretenida y los fanáticos de la primera saldrán satisfechos y quienes no la han visto pueden ir a ver la segunda parte tranquilos, no se van a perder mucho. Disfruten de la maravillosa música y efectos especiales. Esto es total eye candy.
Fanática del cine, fashion y Real Madrid. Amiga de merengues y 2 o 3 culés que se han colado. Se ríe bien duro, ha ganado múltiples galardones en Rock Band, odia hablar de ella en tercera persona y hacer biografías.
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