BERLÍN (AP) — El consejo de administración de Volkswagen nombró el viernes director general a un ejecutivo de larga trayectoria dentro de la empresa y jefe de la unidad Porsche, Matthias Mueller, quien encabezará las acciones para superar el reciente escándalo por alteración de emisiones que afecta a la empresa líder en ventas de autos en el mundo.
La firma anunció asimismo que suspendió a algunos empleados y reorganizará sus actividades en América del Norte después de que admitiera haber utilizado un dispositivo electrónico en el motor para alterar los resultados de los vehículos de la marca durante las pruebas de emisiones que les hicieran en Estados Unidos.
Volkswagen adoptó estas medidas tras la renuncia del anterior director general, Martin Winterkorn, ocurrida esta semana a causa del escándalo, el cual ha mellado la reputación de la compañía.
La empresa automovilística enfrenta severas multas y posibles demandas colectivas que podrían costarle miles de millones de dólares. También tendrá que arreglar los programas computarizados que dijo se encuentran en unos 11 millones de vehículos en todo el mundo, cifra que rebasa por mucho los 482.000 que identificaron la semana pasada las autoridades federales estadounidenses.
Mueller, de 62 años y cuya carrera ha transcurrido con marcas del Grupo Volkswagen, reconoció que asumía el cargo “en un momento en el que nuestra compañía afronta desafíos sin precedentes. Asumo la tarea con respeto pero la enfrento con confianza”.
En un discurso en la sede general de Volkswagen en Wolfsburgo, Alemania, Mueller señaló que “haré todo para recuperar la confianza de nuestros clientes, nuestros empleados, nuestros socios, inversionistas y el público en general.
“Cumpliremos nuestra responsabilidad”, señaló. “En ocasiones, nuestra paciencia y la de ustedes será puesta a prueba, pero… ser cuidadosos es aún más importante que la velocidad”.
Mueller consideró “decisivo que jamás se repita una situación igual en Volkswagen. Así que pondremos en marcha normas de cumplimiento y gobernanza más estrictas en la compañía”.
El ejecutivo se comprometió a convertir a Volkswagen “en una compañía más fuerte”.
El principal peligro de la decisión de VW de recurrir a un ejecutivo interno es que algunos sectores en los mercados podrían considerar a Mueller como un ejecutivo “contaminado” al asociarlo con la crisis, dijo Jason Hanold, socio director de la firma especializada en ejecutivos Hanold Associates, con sede en Evanston, Illinois.
El aspecto positivo, dijo, es que el conocimiento de Mueller sobre la compañía brinda la oportunidad de una “solución más rápida para superar los problemas al interior de la organización”.
El presidente interino del consejo de administración, Berthold Huber, elogió la “gran competencia estratégica, empresarial y social” así como el enfoque “crítico y constructivo” de Mueller.
“Conoce al grupo y sus marcas muy bien y puede emprender de inmediato su nueva tarea con plena energía”, señaló Huber.
Winterkorn, que era director general desde 2007, dijo que asumía la responsabilidad por las “irregularidades” que detectaron los inspectores estadounidenses en los motores diesel de VW, pero insistió en que nivel personal él no había hecho nada incorrecto.
La empresa divulgó escasos detalles nuevos sobre las consecuencias del escándalo.
“Sobre la base de la información que posee, el consejo de administración ha recomendado suspender algunos empleados inmediatamente hasta que se aclare totalmente el caso”, dijo el presidente interino de la junta, Berthold Huber. “Esto ya ha sucedido en parte”.
No entró en detalles y un comunicado de la empresa no aclaró sus nombres, puestos ni lugar de trabajo.
El jefe del consejo de empleados de VW, Bernd Osterloh, dijo que la firma “necesita un nuevo comienzo” con una “cultura de empresa distinta”.
Osterloh, que también ocupa un lugar en el consejo de administración, señaló que “necesitamos para el futuro un clima en el que los problemas no sean ocultos sino comunicados abiertamente a los superiores”. Elogió a Mueller y lo describió como “un jugador de equipo”.
Mueller trae una larga experiencia con varias de las 12 marcas de Volkswagen a su nuevo puesto a la cabeza de un grupo enorme con 600.000 empleados en todo el mundo.
Fue aprendiz de fabricante de herramientas con Audi en un periodo entre el que concluyó la secundaria y estudió ciencia informática en la Universidad de Ciencias Aplicadas de Múnich.
Mueller regresó a Audi en 1978 y comenzó a ascender hasta que alcanzó la dirección de gerencia de productos para Audi, Seat y Lamborghini. En 2007, Mueller se convirtió en el jefe de gerencia de productos para el Grupo Volkswagen. Desde 2010 era jefe ejecutivo de Porsche y desde marzo, miembro de la junta de administración de la matriz Volkswagen.
Además del nombramiento de Mueller, el consejo de administración también aprobó cambios a la estructura administrativa con el propósito de reducir la complejidad y fortalecer a las marcas y el funcionamiento de las regiones. Esto incluye la reorganización de la rama norteamericana bajo Winfried Vahland, hasta ahora presidente del directorio de la marca Skoda, con sede en la República Checa.
Según la empresa, Michael Horn continuará como presidente y director general del Volkswagen Group of America, pero sus mercados estadounidense, canadiense y mexicano serán “combinados y reforzados significativamente” para crear una nueva “región América del Norte”.
El consejo propuso la contratación de abogados alemanes y estadounidenses para que “investiguen con objetividad y esclarezcan a cabalidad la alteración de los datos de emisiones de los motores diésel”. No precisó nombres.
Volkswagen no ha precisado plenamente qué vehículos contienen el programa informático sospechoso ni donde fueron vendidas las unidades. Sin embargo, el viernes dijo que el problema abarca cinco millones de vehículos fabricados por la marca principal de Volkswagen, como los modelos Golf de sexta generación, el Passat de séptima generación y el Tiguan de primera generación.
El ministro de Transporte de Alemania, Alexander Dobrindt, dijo al Parlamento que los vehículos afectados en el país suman 2,8 millones, con motores diesel de dos y 1,6 litros, y posiblemente con motores de 1,2 litros. Dijo que vehículos comerciales ligeros también tienen esos motores.
Las autoridades alemanas preguntaron a Volkswagen si tiene la capacidad de eliminar las alteraciones de las lecturas de las emisiones y dijeron que aguardan “un calendario de cumplimiento obligatorio” para encontrar una solución técnica y ponerla en marcha, dijo Dobrindt.
Cuando anunció el nombramiento de Mueller, Huber ofreció otra disculpa ante lo que describió como “un desastre moral y político”.
“En nombre del consejo de administración, ofrezco mis disculpas en todos los aspectos a nuestros clientes, al público, las autoridades y los inversionistas”, apuntó. “Pido a todos ustedes: “Den a Volkswagen una oportunidad de enmendar los daños y recuperar la confianza perdida”.
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