Luego de la llegada del tan esperado dispositivo de Samsung, muchas especulaciones se han diluidos, mientras que otras dieron justo en el clavo. Al parecer los problemas de sobrecalentamiento en algunos teléfonos inteligentes no están cerca de llegar a su fin.
Esto parece ser el nuevo problema de Samsung y su modelo el Galaxy S7 y Galaxy S7 edge. Esto le sucedió a esta compañía el pasado año cuando se desentendían del Quadcomm Snapdragon 810 ya que les causaba problemas de temperaturas al dispositivo. Esto parece ser el problema de Samsung en el Exynos 8890.
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Este problema lo han querido comprobar en Andro4All, buscando ver qué pasaba durante el sobrecalentamiento con el procesador nuevo. El mismo está formado por 4 núcleos Samsung Mongoose @ 2.30 GHz y 4 Cortex-A53 @ 1.60 GHz. Pues todo pinta, según las pruebas realizadas por Nordichardware para El Chapuzas Informativo, que el SoC trae consigo una sorpresa que quizás no le agrade mucho a los que tienen un dispositivo Samsung Galaxy S7 y S7 Edge.
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Pese a que la compañía coreana celebra con “bombos y platillos” el sistema único de refrigeración en los dispositivos, al parecer ese líquido se quedó corto para evitar el “throttling”.
Una gráfica publicada por el portal, muestra las pruebas con 3D Mark Sling al dispositivo alcanzando ocho grados por encima de las pruebas que se hicieron la primera vez. El dispositivo luego de unos 15 minutos de funcionamiento, llego a perder el 25% del rendimiento de uso. Esto es por throttling, que se traduce a algunas limitaciones en los núcleos desactivados que reducen velocidad.
Las pruebas que hicieron de estos dispositivos fue utilizándose a alta potencia, por lo que no debes alertarte demasiado, al menos que utilices el dispositivo como centro de juegos. Pero si podría redundar en un problema al utilizar las gafas y otros dispositivos de la compañía.
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