Sorry Taxistas, se quedaron a pie con Uber

Se vuelve a repetir la historia. No hay fuerza más poderosa o cruel que el avance, buena o mala, y la mayoría de las veces nos toca adaptarnos.

El gobierno de Puerto Rico, en una de tantas movidas para tratar de activar la economía, silenciosamente permitió la entrada de servicios de transportación como Uber y Lyft, los cuales conectan conductores con pasajeros a través de una aplicación que utiliza el servicio de GPS en transacciones completamente electrónicas.

Los taxistas peleando la llegada de Uber son el mejor ejemplo de un sector oponiéndose al progreso sin ofrecer alternativas. Y no solamente aquí en Puerto Rico, sino en todo el mundo donde Uber y otras compañías han entrado.

Yo los quiero apoyar, quiero apoyar lo de aquí pero no me ayudan. ¿Dónde está la habilidad de conseguir transportación a cualquier hora de la noche con tocar un botón en mi celular, la flexibilidad de precios y alternativas? ¿Por qué no existe una aplicación propia de los taxistas?

Estoy de acuerdo con varios de sus puntos; es injusto que el Gobierno permita la libertad de Uber después de tantos años de exigirles a ustedes. Que les exijan igual o les exijan menos a ustedes, una de las dos pero, van a entrar como quiera, no lo pueden detener.

Yo les agradezco mucho a los taxistas. Bastantes veces que use su servicio cuando universitario, en un país donde la transportación publica es un desastre, pero los tiempos cambian y hay que adaptarse. No puedes pretender que las cosas se queden como están porque no te conviene. Así no funciona el mundo.

Pregúntenle a Blockbuster, a Border’s, a Video Avenue, a Gamestop.

Uber comenzó a dar servicio en el 2009, tuvieron tiempo de más para preparase.

No hay excusas; En Puerto Rico los programadores, los ingenieros y los desarrolladores de aplicaciones chocan unos con otros. Vayan al RUM cualquier día a las 9:00am, que a las 5:00pm salen con gente que les haga la versión boricua de Uber.

Yo sé que hay jefes de familia, gente que ha echado para adelante con trabajo duro como taxista, algunos de ustedes hasta víctimas del crimen que nos azota. Por eso quiero que metan mano, yo les prometo que si ustedes igualan lo que Uber ofrece, serán mi prioridad, los llamo primero a ustedes.

Pero no podemos quedarnos atrás como país porque no les conviene, porque no quieran cambiar, o porque “así siempre se han hecho las cosas”.

Móntense o se quedan.