Todo superhéroe tiene su ayudante, su “sidekick”. Batman tiene a Bat-Girl, Flash tiene a Kid Flash, Iron Man a War Machine, etc. En algunas ocaciones el sidekick es menos potente que el superhéroe como tal, pero en otras está relativamente al mismo nivel. Dentro de la familia One de HTC, el One X tiene un sidekick que lo acompaña en Estados Unidos: el HTC One S. Aunque ambos tienen un par de diferencias, el HTC One S es relativamente igual de poderoso que el One X. Tanto así, que el One S en su lanzamiento se convirtió en el nuevo rey de T-Mobile, arrebatando el título del HTC Amaze y el Samsung Galaxy S II para esta compañía.
¿Será el HTC One S digno para tener el Trono Magenta, o habrá usurpado el poder? Veamos.
Diseño y Construcción:
HTC siempre ha hecho equipos lucen bien y su construcción está a la altura de los mejores. El HTC One S no es la excepción. El One S está hecho de una sola pieza de aluminio, en contraste con la pieza de plástico policarbonato del HTC One X, y tiene un grosor de 7.4mm haciéndolo el One más delgado de toda la línea. Es más delgado que el iPhone 4/4S y que el Samsung Galaxy Nexus, pero no es igual de delgado que el Motorola RAZR [este estando a 7.1mm en su punto más delgado]. El HTC One S es más compacto que su hermano mayor, debido a la pantalla ser 4.3” en vez de las 4.7” del One X, haciendo que se sienta mucho más cómodo y fácil de usar para casi cualquier usuario. El aluminio es pulido a un punto el cual se siente suave al tacto pero no permite que el teléfono resbale mucho en las manos, algo que otros equipos como el Samsung Galaxy S II [en blanco] no han aprendido hacer.
Aunque delgado y lindo, su cuerpo de aluminio es sumamente resistente. No obstante, el cuerpo no es resistente a rayasos y cantazos provocados por caídas, y recomendamos un protector o “cover” para el equipo como precaución.
El diseño del HTC One S es básicamente un HTC Sensation pero puesto a dieta. Su perfil, los cortes de los paneles en plástico arriba y abajo, son remanentes del Sensation pero rebajó su grosor de 10mm a 7.4mm. A los lados, unos bordes de plástico acompañan la pantalla del teléfono y lo hace parecer como si fuese una sola pieza. La pantalla de 4.3” esta protegido por una lasca de cristal de Corning Gorrilla Glass, la cual defiende muy bien contra mayoría de los accidentes que pueda ocurrir. Es muy bueno saber que HTC hace sus equipos con excelentes materiales, y el HTC One S es evidencia de los equipos “premium” de la compañía.
Hardware y Desempeño:
Pantalla:
El panel utilizado por el HTC One S es de 4.3” SuperAMOLED a una resolución de 960×540 qHD y utiliza el arreglo PenTile para subpixeles. Este es en realidad el talón de Aquiles del equipo, haciendo que opaque en contraste con el HTC One X el cual usa SuperLCD a una resolución de 720p. Los colores resaltan extraordinariamente en el One S gracias a la pantalla AMOLED. Pero cuando uno mira unas pulgadas más cerca de lo normal, uno nota el efecto malla que el arreglo PenTile sufre. Las formas y los detalles parecen ser pixelados, y se denota más cuando son bordes redondos como el reloj y el ícono de páginas favoritas de Sense 4. Me entristece ver que HTC hubiese escogido la pantalla AMOLED en vez de la SuperLCD que usan los One X y One V, pero AMOLED también es el factor principal por el cual el One S es tan delgado comparado con el resto de su línea.
HTC sacrificó tener una excelente pantalla en el HTC One S a cambio de hacer el teléfono más delgado que haya podido hacer. Ganó en un lado, pero perdió por otro.
Procesador:
Aunque el One S tiene una pantalla común, eso no significa que el mismo sea mirado de reojo. El HTC One S es una bestia por dentro, con un procesador doble núcleo Qualcomm Snapdragon S4 Krait a un reloj de 1.5 Ghz cada núcleo, 1Gb de RAM, y 16Gb de memoria interna. Desafortunadamente, el HTC One S carece de un puerto microSD como lo tuvo el Sensation y de un chip NFC como lo tuvo el Amaze.
Estas son casi las mismas especificaciones que su hermano One X de AT&T, pero con algunos ajustes para la banda magenta. Primero, el radio está hecho para acoger las bandas HSPA+ de T-Mobile las cuales tienen una velocidad teórica de 42Mbps. Segundo, gracias a la resolución de pantalla, el GPU no tiene que esforzarse tanto en procesamiento gráfico en comparación con el One X. Es debido a este factor que el HTC One S gana en términos de procesamiento gráfico y computacional sobre el One X en los tres pruebas cuales simulamos [AnTuTu, Vellamo Benchmark, y Quadrant Standard]. El procesador S4 Krait también le gana al TI OMAP que tiene el Galaxy Nexus y el Exynos que contiene el Galaxy S II. Cuando se habla de procesadores de doble núcleo, el procesador Snapdragon S4 simplemente no tiene comparación.
Benchmarks:
Las funciones y animaciones de Sense se ven tan rápidas y fluidas que casi era irreal.
Claro, todo es lindo en “benchmarks” y en tinta, pero, ¿qué tal el desempeño en la vida real? En pocas palabras: simplemente increíble. Con todo y tener Sense UI, el HTC One S no tuvo problemas corriendo aplicaciones y juegos a la vez. Además, gracias a la funcionalidad de aceleración por hardware de Android 4.0, todas las funciones y animaciones de Sense se ven tan rápidas y fluídas que casi era irreal. Para hacer una comparación de la vida real, es como ver un televisor a 120Hz de frame rate. Cuando uno mira un HTC Amaze o un Sensation, ambos con casi las mismas especificaciones que el HTC One S, se notan lentos y un poquito atrasados. Con el HTC One S, tienes belleza sin sacrificar desempeño.
Software: Sense 4 y Beats Audio
Sense ha tenido rediseños anteriormente, pero nunca tan drásticos como Sense 4. Usando Android 4.0 Ice Cream Sandwich como su fuente de funcionalidad, Sense 4 combina la estética de versiones anteriores del UI con la manera en cual Ice Cream Sandwich se comporta. Es tanto así que inclusive los botones físicos cambiaron a ser los que se pueden apreciar en la pantalla de un Galaxy Nexus. Eso significa que la pantalla tiene más espacio para contenido sin la distracción de los botones en la pantalla. Sense 4 también comparte algunas cualidades de Sense 3, como las de cambiar el “skin” de Sense a ser color matte, metal pulido, entre otros tipos de “skins” que HTC provee en su HTC Hub. Los widgets tradicionales también se aprecian en Sense 4, y se añaden otros widgets como por ejemplo el “Social Clock” el cual es el mismo reloj tradicional pero en vez de ver las condiciones del tiempo le da un “Ticker” de lo que sus amigos dice en las redes sociales.
Sense tiene sus cosas buenas y sus cosas malas, y por esto algunos lo aman y otros lo odian. Vamos a empezar por lo bueno: tiene modales. Me encanta saber que si estoy en una reunión y suena el teléfono puedo ponerlo boca abajo y para de sonar. También me gustó el hecho que [de fábrica] me indica las condiciones del tiempo cuando me levanto por la mañana, como si fuera un saludo “Hola, aquí el pronóstico!”. Son estas y más funciones de Sense que en realidad lo hace una experiencia más completa que la versión de Android como Google manda.
Ahora, lo malo de Sense es bien malo. Para empezar, Sense rompe todas las reglas de diseño y estética que Android y Matias Duarte han tratado de impulsar por meses. Para ver y poner widgets, en vez de estar en el menú de aplicaciones como ICS manda hacerlo, uno tiene que oprimir por tres segundos alguna parte del homescreen que esté vacío. No solamente el gesto de invocar widgets, si no que los widgets están organizados alfabeticamente y no por categorías. Si alguien ha usado Sense en algún momento, uno sabe que el UI tiene una decena de widgets y el tenerlos regados sin categorías es una pesadilla. El navegador en Sense es uno de los más lentos que he podido apreciar en un teléfono, aunque no estoy seguro si fue culpa de las velocidades de data de T-Mobile o si hay algo en el sistema que lo frena. El teclado, aunque HTC ha tratado de arreglarlo e incluye una funcionalidad similar a Swype, se pone lento a veces y la autocorreción de ello no es la mejor.
Sense no encanta, pero sí se puede vivir con ello.
Uno de los argumentos que vende HTC con la serie One es su integración con Beats Audio. Si uno tiene audífonos Beats, “va a poder apreciar la música como el artista pretende que se escuche”. Cuando se puso a prueba, la diferencia era tremenda pero no tanto como HTC trata de vender Beats. Sí, va a escuchar unos bajos y altos más fieles, pero los medios tonos son extremadamente rudos. Beats Audio se supone que mejore la experiencia al escuchar música y videos, pero en realidad es una distracción para los audiófilos. La funcionalidad de Beats es más bien a gusto de la persona y se puede quitar si uno no quiere la experiencia Beats.
Cámara: ImageSense
Las cámaras en el One S es una de las mejores cámaras en el mundo Android, pero no es la mejor comparando con otros equipos en el mercado. La cámara frontal de 1.3MP es bastante estándar en un teléfono de esta categoría y va a hacer un buen trabajo al hacer videoconferencias o auto-retratos, pero recomiendo tener buena iluminación al usar éste. La cámara principal de 8MP es tremenda para hacer fotos y videos, y de hecho es sumamente rápida gracias a ImageSense [luego entraré en esto]. La apertura de f2.0 y el sensor “backside illuminated” se combinan para proveer imágenes con gran detalle y casi nada de ruido después de que haya buena iluminación. De noche, el flash es uno de los mejores que se ha presentado en un teléfono Android dando imágenes con una exposición ideal mayoría de las veces. El problema del sensor no es cuando haya poca luz y suficiente luz, es cuando hay mucha luz. Si uno, por ejemplo, hace una foto de panorama hacia una montaña y el sol está de frente el cielo se va a ver blanco en vez de azul. Ya que el sensor es iluminado de por sí, eso hace que las fotos con mucha luz sean sobreexpuestas. Es el único fallo grande de la cámara.
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Pero la historia de la cámara no es el sensor si no el procesador de ello. HTC brinda a la serie One un procesador exclusivamente para la cámara, el cual se llama “ImageSense”. Tener un procesador exclusivo para la cámara lo hace sumamente más rápido: puede abrir la cámara en 0.7 segundos y enfocar en 0.2 segundos. Eso significa que el tiempo de espera entre abrir y enfocar lo es de 0.9 segundos después de abrir la aplicación. También, la cámara puede tomar hasta 99 fotos a 4fps, algo que ningún smartphone ha podido igualar hasta ahora. Como si fuera poco, ImageSense también ofrece una serie de modificaciones, filtros, y opciones que hacen que la cámara sea algo más que una mera aplicación. ImageSense tiene nada que envidiarle a Lightbox o Instagram, y lo mejor de todo es que ya viene de fábrica en Sense 4.
Batería y Desempeño de la Red:
La batería del HTC One S es de 1650MAh, la cual es más pequeña que la de su hermano One X [1800MAh]. No obstante, el rendimiento de esta es igual o mejor que la del HTC One X. En pruebas diarias, el One S pudo estar hasta 12 horas con todavía 6% de batería restante en condiciones moderadas. Usando el equipo constantemente y sin parar, el mismo pudo estar entre 6 a 7 horas antes de acabar toda su batería. El equipo va a gastar mayoría de su energía en la pantalla y en juegos, pero para estar en las redes sociales y hacer llamadas el HTC One S rinde y ahorra bastante.
El desempeño de la red de T-Mobile puede ser un pro o un contra, dependiendo su situación y ubicación. Cuando lo tuve en Caguas el SpeedTest registró 11Mbps download, una cifra fenomenal ya que el HTC One S no corre en LTE si no en HSPA+. Pero estando en sitios como Humacao, Las Piedras, etc, la cifra cayó entre 3-5Mbps en algunas ocaciones. En otras ocaciones era tan pésimo que solamente indicaba 400-700Kbps con la barra de notificaciones aún marcando cobertura 4G. Tiene sus días malos y sus días buenos, y los días malos no son tanto como la letanía de la red 3G de Sprint [200-300Kbps approx.]. La calidad de llamada en T-Mobile fue mayormente buena, con solamente una llamada caída en todo el tiempo de prueba. No es la red más rápida, ni la más estable, pero T-Mobile se defiende con buena recepción de llamada y velocidades de data aceptables.
Conclusión:
El HTC One S es el mejor smartphone Android que puede ofrecer la banda magenta.
El HTC One S es sin duda el mejor smartphone Android que puede ofrecer la banda magenta. Una calidad de manufactura insuperable, un interfaz de usuario amigable con la más reciente versión de Android, una buena cámara, y capaz de correr en la red 42Mbps HSPA+ de T-Mobile. Comparando el resto de los equipos del proveedor de celulares, el HTC One S es digno estar en el trono de T-Mobile. La pantalla puede que sea opacada por otros equipos de otras compañías, y el factor de no tener un chip NFC es discutible, pero no son defectos grandes como para mirar al HTC One S de reojo. Ahora bien, al HTC One S tener un precio de $249.99 hay que establecer pautas. T-Mobile pudo haber hecho algo mejor en este particular, punto. Para concluir, el HTC One S quizás no es el teléfono top-of-the-line Android del momento, pero no tiene mucho que envidiar de otros grandes como su hermano X en la red de AT&T.
Entusiasta de Android, estudiante universitario, y twittero compulsivo.
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