La EFF [Electronic Frontier Foundation] ha hecho una petición muy peculiar, que Apple abra su software al mundo. Ésta tiene su razón de ser, claro está, y con ella buscan cuatro objetivos: poder instalar cualquier aplicación sin limitaciones, tener acceso Root o superusuario, separar las garantías del software y poder instalar cualquier sistema operativo. Esta última mi favorita… y por mucho.
Curiosamente, hace unas semanas, el co-fundador de Apple, Steve Wozniak se expresó sobre el particular diciendo que una Apple más abierta a los desarrolladores no tiene por qué necesariamente se malo. Esto, bajo su punto de vista, sería bueno para que los usuarios más experimentados aporten en el desarrollo de productos.
La queja de la EFF se enfoca principalmente en los productos iOS, a los que llama “cárceles de cristal”.
Pero la EFF no solo se limitó a pedir, también han hablado bien de los productos de Apple, reconociendo que tienen muchas virtudes, pero que quedan “empañadas por una serie de restricciones feas sobre lo que los usuarios y los programadores pueden hacer con ellos.”
Apple ha recibido fuertes críticas desde sus comienzos por este mismo punto, poder controlar todos los aspectos de un producto para que llegue al usuario lo más pulido posible. Fue la visión de Steve Jobs desde que creó el primer Macintosh.
Apple puede ser una compañía cerrada y estricta, y admito que esto, en ocasiones, llega a molestarme pero después de todo, fue mi decisión comprarme un iPhone o una Mac porque me gustan como son. Pedirle a Apple que cambie su esencia, su ADN, es como decirle a Coca-Cola, “¿podrías hacer tu refresco a nuestro gusto y no el tuyo? Así lo disfrutaríamos más”.
Los invito a que lean la petición completa en su página oficial y nos dejen saber su pensar.
Founder & Commander-in-Chiief de QiiBO.com. Tras más de una década como publicista decidí seguir mi propio camino profesional. Ahora sigo el consejo de un genio, hago el trabajo que me gusta.
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