Las actualizaciones en Android siempre han sido un problema, ya sea culpa de Google, de los fabricantes o de los proveedores. Yo hoy no vengo a hablar de quién tiene la culpa, sino de cuál es la motivación de estas compañías a la hora de actualizar sus equipos.
Esta idea nació en las últimas semanas, cuando el Galaxy S III recibió una actualización para remover el Universal Search. Esto, seguramente, sucedió por la demanda de Apple hacia el Galaxy Nexus, el cual se dejó de vender por varios días. Al parecer, Samsung sintió el calor y decidió “enbrutecer’ los Galaxy S III de AT&T y Sprint para, posiblemente, evitar otra demanda. Ahora bien, sin entrar en la riña que mantienen estas dos compañías, lo que resulta curioso de esta actualización no fue el que removieran un ‘feature’, sino lo rápido que llegó.
Yo estoy muy consciente de lo que conlleva actualizar un equipo, especialmente un Galaxy S III. Este, cuenta con un sinnúmero de aplicaciones y funciones, muchísimos cambios en el UI, los cuales toman tiempo transferirlos e incorporarlos a un nuevo sistema operativo. También, estoy muy claro que esta actualización trae cambios bien mínimos, pero no dejan de ser cambios.
Haciendo esta salvedad quiero entonces proseguir a explicar mi punto. Las compañías, ya sean proveedores o fabricantes, actualizan sus equipos por motivos que no se centran en satisfacer al consumidor. ¿Por qué digo esto? Miren lo rápido que esta actualización se llevó a cabo y lo rápido que fue aprobado por el proveedor. Definitivamente el motivo de esta actualización difiere de satisfacer al cliente.
La rapidez de esta actualización ocurrió porque esto podía afectar las ventas del Galaxy S III, del cual Samsung y el proveedor generan dinero. Actualizar un equipo a un nuevo sistema operativo conlleva mucho tiempo y recursos de la compañía, lo cual no genera dinero, sino que es todo lo contrario. El fabricante apuesta, con una actualización, satisfacer al consumidor y promover en él un cariño hacia la compañía. El diagrama es el siguiente: Cariño> Luego >Ingresos Futuros, ya que el consumidor ve que la compañía está comprometida pero este diagrama no funciona al revés.
Si actualizar equipos le hiciera a una compañía generar más dinero, créanme que los hicieran más rápido. Si fuese así, equipos como el Galaxy S II recibirían Jelly Bean, lo cual muy posiblemente no ocurra. Samsung, igual que muchos otros fabricantes, cuenta con un patrón de actualización similar. Estos, no tienden a actualizar sus equipos dos veces, y si mi predicción con el Galaxy S II es correcta, este teléfono se quedará sin Android 4.1 y esto, sabemos, que no tiene nada que ver con el hardware.
Actualizar los equipos Android siempre ha sido un debate, se le echa la culpa a varios integrantes del proceso, pero se obvia cuál es la motivación de una compañía a la hora de hacer una actualización. Sin duda, modificar una interfaz de usuario y encajar todas las modificaciones que hace un fabricante toma tiempo, pero este, ¿de verdad está motivado en brindarle una experiencia actualizada a sus usuarios? Si lo está, es por el mero hecho de que le producirá más dinero y porque se ganará el cariño de los usuarios, ya que, con lo que le pasó al Galaxy S III, pudimos ver cuál realmente es la motivación de parte de los fabricantes y posiblemente, cuál es la motivación de los proveedores.
Fan de la tecnología desde el Gameboy Color. Mi vida digital comenzó con mi PSP y continúa con Android. Fanático de los teléfonos inteligentes desde el HTC Hero. Fuera del Internet soy un estudiante universitario que sueña con ser lingüista.
Sígueme en Twitter @hernan_078
Comments are closed here.