Muchos han criticado fuertemente a Apple por lo estrictos que han sido a la hora de aceptar aplicaciones para su App Store. La realidad es que sí, lo son, pero todo esto debe tener su razón de ser y no es de extrañarse que Apple se incline por este tipo de practicas para mantener sus dispositivos lo más seguro posible de ataques. Al menos yo lo veo así.
Hace un tiempo atrás, Google abrió un sistema muy parecido a la tienda de aplicaciones de Apple, llamado Android Market Place, para su sistema operativo Android. La diferencia principal entre uno y otro es que Google no es tan estricto a la hora de aceptar aplicaciones y eso a la larga trae consecuencias.
El gigante del Internet ha comenzado a toparse con aplicaciones nebulosas y ha tenido que comenzar a retirar algunas de estas. Dichas aplicaciones empleaban, sin permiso, las marcas de conocidos bancos por lo que sospecharon que pudieran ser fraudulentas. Con todo esto aún no hay noticias de que se hayan producido estafas o robos a través de estas. Las aplicaciones habían sido creadas por un desarrollador de nombre 09Droid y entre los nombres de las instituciones bancarias que se utilizaba figuraban Chase y Bank of America, entre otras.
Otro banco que aparecía en el nombre de estas aplicaciones, Tech Credit Union, advirtió en diciembre a sus clientes de la existencia de estas aplicaciones y de su temor de que se intentara, a través de ellas, ganar el acceso a las cuentas de los consumidores.
Como medida de seguridad, al momento, Google sólo se fía de los usuarios para que estos sean los que identifiquen cuando una aplicación es legítima o no, pero esto al parecer no es suficiente.
Es penoso que cosas como estas pasen y dañen la imagen de un sistema que apenas está empezando a coger terreno. Google nunca ha creído en ser muy cerrada y siempre a confiado en los usuarios (algo que se agradece grandemente) pero comenzar a ser un poco más estrictos a la hora de aceptación de aplicaciones creo que no sería nada negativo.
Founder & Commander-in-Chiief de QiiBO.com. Tras más de una década como publicista decidí seguir mi propio camino profesional. Ahora sigo el consejo de un genio, hago el trabajo que me gusta.
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