El 2015 promete ser un año muy interesante; HTC presentó ayer su nuevo “flagship”, el HTC One M9, un teléfono hermosa y poderosamente similar al anterior M8. Mientras, por otro lado, Samsung también tenía su aparte con los medios en el marco del MWC para presentar sus nuevos teléfonos tope de línea, Galaxy S6 y Galaxy S6 Edge, dos smartphones que resaltan por su bien cuidado diseño y que se perfilan como la ruptura en la dirección que llevaba el fabricante surcoreano. Y es que aparte de los nuevos productos que presentó ayer el fabricante coreano, daba la impresión como si Samsung nos estuviera presentando a nueva Samsung. Me explico.
Mientras observaba ayer la presentación disfrutando cómodamente de mi primer fin de semana de playita de este año 2015, me sentía como si estuviera repasando el sinnúmero de filtraciones de unos teléfonos que lucían extremadamente bien para haberse presentado el año pasado. No me mal interpreten con esto, tanto el Galaxy S6 como Galaxy S6 Edge son los mejores teléfonos que Samsung ha creado. Son dos smartphones muy bien trabajados, que cuentan con un enfoque especial en el diseño, algo que a Samsung se le escapaba año tras año. Ese plástico barato con ínfulas de parecer cuero u otro material más sofisticado es descartado por unos bordes suaves en metal y cristal Gorilla Glass 4. A esto añádele unos colores llamativos y muy elegantes como lo son: Blanco Perla, Negro Zafiro, Gold Platinum, topacio azul y verde esmeralda. No se puede negar que Samsung, finalmente, ha creado unos teléfonos que van a la par con su precio premium.
Sin embargo, mirando con más detenimiento y limpiándome los ojos del “hype” creado por la empresa coreana me daba cuenta que estos teléfonos llegan con menos novedades y características que los modelos anteriores. Cero entrada para microSD. Cero resistencia al agua. Cero batería removible y también menos potentes que las de años anteriores. Vamos, que, como decimos aquí, ‘roncaron’ de NO tener nada de lo que antes tenían, mientras nos mostraban lo bello que son sus nuevos teléfonos.
Samsung se ha rendido a ser Samsung, o al menos a la que nos tenía acostumbrado para mostrarnos que ellos también pueden diseñar mejores teléfonos. El GS6 y GS6 Edge están enfocados, claramente, en atraer a ese público que por años ha dicho, meh! a sus diseños, y obviando así por completo a sus fanáticos más hardcore que defendían a brazo torcido todas las novedades que traían año tras año.
Mientras veía la presentación y escribía mi nota sobre los nuevos modelos me decía en mi interior, “ok!, ya vimos lo lindos que son, ya mismo nos presentan su killer features”. Wrong.
Sé que por años he criticado el exceso de “features” buenos para nada y el bloatware que incorporaban los pasados modelos, pero también tenía claro que ese era uno de sus mayores distintivos. Samsung fue la primera en darnos teléfonos grandes y también teléfonos exageradamente grandes. Fue la primera en darnos un teléfono que podíamos, más o menos, controlar lo que estábamos leyendo en pantalla con solo mover nuestra cabeza de arriba a abajo, aunque pareciéramos anormales haciéndolo. Fue la primera en permitirnos pasar entre nuestras fotos con tan solo deslizar la mano por encima de la pantalla sin tocarla… bueno, creo que ya me entenderán. El Galaxy S6 y Galaxy S6 Edge no traen nada nuevo que uno diga, wow! Samsung vuelve a ser Samsung.
Muchos dicen que el Galaxy S6 y el Galaxy S6 Edge copian el diseño del iPhone 6 y 6 Plus… y es cierto, al menos en los bordes, hice la prueba con mi esposa y juraba que era un iPhone el que estaba viendo. Pero más que copiar el diseño de estos, también siguió los pasos de Apple cuando ésta, el año pasado, se rendía a su propia mentalidad y tradición de teléfonos pequeños por teléfonos más grandes. Los analistas de tecnología y muchos usuarios llevaban años hostigando a Cupertino para que hiciese teléfonos más grandes hasta que finalmente escucharon. Ahora es fabricante surcoreano, a quien por años se le ha pedido que abandone el plástico y dé a sus teléfonos de gama alta una apariencia más premium. Finalmente escucharon. Pero con esta movida también se olvidaron de sus fanáticos más fieles, aquellos que sí querían teléfonos más lindos pero no querían abandonar esos killer features que tanto buscan.
Quizás esto es lo que necesitaba la Gran S, teléfonos más adaptados a nuestros tiempos —con todo lo que eso implica— y menos novedades que al fin y al cabo gusta a unos pocos. A Apple el cambio de mentalidad les vino como anillo al dedo. Veremos al final de este año si a Samsung también le resulta favorable.
Por mi parte solo puedo decir, adiós Samsung, hola Samsung. ¿Qué piensas tú sobre los nuevos Galaxy S6, Galaxy S6 Edge y esta aparentemente nueva Samsung? Comenta.
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Founder & Commander-in-Chiief de QiiBO.com. Tras más de una década como publicista decidí seguir mi propio camino profesional. Ahora sigo el consejo de un genio, hago el trabajo que me gusta.
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