Primero Arango, ahora Cucusa. ¿Es que acaso en Puerto Rico nadie lee las noticias del resto del mundo? ¿Cada vez que un político entra a una red social va a meter las patas?
El año pasado uno de los escándalos más sonados en EUA fue el del ex-congresista Anthony Weiner, quien al tratar de enviar una foto de él en calzoncillos [y aparentemente “feliz”], en lugar de enviarlo a una persona directamente, lo envió a todos sus seguidores. Después de varias semanas negándolo, terminó aceptando su metida de pata y tuvo que renunciar.
Les cuento lo anterior porque con tanta cobertura que tuvo este suceso, uno pensaría que los políticos o figuras públicas de Puerto Rico serían más cuidadosas a la hora de hacer su debut en las redes sociales. Oh! cruel realidad, que no parece ser así. Recientemente la ex-Jueza Zaida “Cucusa” Hernández entró a Twitter y se encontró un medio donde el contacto con el público es más directo que ningún otro. Aparentemente, no le pasó por la mente asesorarse como funciona el proceso ya que antes del primer mes ya había causado un escándalo al contestar un mensaje que incluía una foto ofensiva del candidato a comisionado residente Cox Alomar y luego, peor aún, enfrentarse a seguidores que le reclamaban, entre otras cosas, el mencionado mensaje.
Aunque al principio se mantuvo desafiante, eventualmente cayó en cuenta y trató de usar las mismas excusas que no le han servido a nadie: “me hackearon la cuenta”, “me usaron el celular”, “no fui yo”, etc. El resultado es que ahora, tiene otra cuenta de Twitter.
El punto que quiero hacer es que los políticos, demás figuras públicas de Puerto Rico y de una vez todo el mundo, tienen que aprender, las reglas han cambiado. El Internet no tiene “liquid paper” virtual, una vez que algo esta online se queda online. No hay borrones, no hay vuelta atrás. La mejor opción ante una metida de pata es sencillamente aceptarlo o como dicen en ingles “own it”. Lo mejor para Cucusa hubiera sido aceptar que fue un error, disculparse y pasar la página.
Pero espérate, ¿por qué tendría que disculparse? Esto es Puerto Rico, donde te cogen robando agua y luz y como quiera sigues siendo legislador. Donde te meten cargos federales, vas a juicio y cuando sales culpables es que tienes que renunciar, ¿por qué?, qué remedio. Hernández pertenece al partido político que al parecer busca ser parte de los Estados Unidos, donde irónicamente le hubieran cancelado los buenísimos contratos que tiene con el gobierno. Pregúntenle a Rush Limbaugh, presidente del Partido Republicano, que luego de decirle “puta” a una universitaria por testificar a favor de los anticonceptivos se quedó casi sin patrocinadores y por poco sin programa de radio. Mejor aún, preguntenle a Anthony Weiner que también tuvo que renunciar. Claro, en EUA el público protesta, pelea y exige. ¿En Puerto Rico? no preguntes que ya mismo empieza la pelea. En este caso, la ex-honorable insultó a varios seguidores y aún sigue en su programa y con sus contratos.
Que sea también una lección para nosotros. Dice un refrán que somos dueños de lo que callamos y esclavo de lo que decimos. Hoy en día es más cierto que nunca: las fotos que enviamos, lo que publicamos en el Internet, lo que decimos, eso se queda para la posteridad. Pero bueno, esto es Puerto Rico donde parece que nos gusta el maltrato, donde parece que solo aprendemos a cantazo… a malletazo.
Crédiitos: Foto | Primera Hora | Michele Cat
Podcastero, comediante, crítico de cine y TV miembro de la Critics Choice Association, crítico certificado en Rotten Tomatoes, y padre de gatos. Una vez cuando niño entré a un cine, y en cierta forma nunca salí.
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