En los pasados días como consecuencia de una serie de sucesos —todos relacionados con el deterioro social— se han producido una serie de reacciones que como efecto dominó tocaron al primer programa de la televisión puertorriqueña, según las compañías que manejan el rating, SúperXclusivo (SXC), conducido por el titiritero Antulio “Kobbo” Santarrosa, quien detrás de su personaje “La Comay” perpetúa la exclusión y el rechazo a la diversidad humana. Llevamos tiempo viviendo con su peculiar “llegué, llegué, llegué” como si de una amenaza se tratara, en un principio, a la clase artística del país. Pasó como cuando nos empezó a tocar de cerca la criminalidad que como era cosa “entre ellos” nos volvimos indiferentes mientras empezamos a ver como bueno los controles de acceso, los portones eléctricos, entre otras cosas para crear, cada cual su bastión, su muralla, su plan anticrimen. Así mismo pasó con el chisme. Eso no es conmigo, es contra ese artista que me salió malcria’o y no me dio propina. Un buen día el llamado programa SXC desplazó a las antiguas revistas de farándula: Vea y TeveGuía. No había que esperar una semana para conocer a fondo el chisme de la figura artística del momento lo conocíamos día a día, gracias a “La Comay.”
Sin embargo, otro día nació el periódico Primera Hora con un formato “light” y que como una de sus estrategias comenzaron a colocar los issues de la farándula puertorriqueña en sus portadas. Ya no había que esperar a las 6:00pm para conocer el chisme farandulero del momento. Mientras todo esto pasaba se iban cerrando los talleres, disminuyendo así la clase artística. Entonces, ¿a quién acribillaría la La Comay ahora? De los políticos, total esos “buscones” que nos roban el país. ¡Qué importa que hablen de ellos! Son figuras públicas, ¡que se cuiden!. Este parecía ser el consenso. Y así con toda esta evolución de la industria mediática empezó a seguir casos de los tribunales de alto interés público.
Es de todos sabido que el más notorio es el de altar con vela, foto, canción y conteo de días desde que el niño Lorenzo González Cacho fue asesinado bajo la custodia de su madre en la Urbanización Dorado del Mar y que aún no ha sido esclarecido, ni han acusado a nadie responsable ni cómplice del asesinato. El caso perfecto para enfrentarse cara a cara a la prensa del país. Creando toda una serie de discusiones si realmente se le puede considerar prensa o no. El país está dividido: unos alegan que sí, otros que no. Comparten características, pero de ahí a hacer periodismo hay un gran trecho.
Y mientras el poder del rating lo fue catapultando, su opinión despiadada, llena de odio, insultos, discriminación contra todo aquel que no se parezca a él o sea diferente a él podía sufrir ataque verbal desde su trono intocable. Caminando por la libre, con desdén, alardeando presumido, intocable, pernicioso atacó a la comunidad LGBTT, a los negros (¿qué será él?), a las mujeres.
En la pasada campaña política el Dr. Rafael Bernabe, candidato a gobernador por el Partido del Pueblo Trabajador declinó la invitación del programa explicando que una de las razones para empezar a hacer una política diferente había que empezar por no presentarse en un programa homofóbico y dado a mancillar reputaciones y se generó la discusión si estuvo bien o mal. Al poco tiempo SXC le dio la razón al candidato al sacar a la luz pública como un escándalo el estado civil de Rafael Bernabe que se percibió como una venganza por rechazar la invitación al programa con mayor audiencia del país.
Es que tanto da la gota en la piedra hasta que la quiebra. Por eso existe un refrán que dice que no hay mal que dure cien años ni cuerpo que lo resista. Es harto sabido como el Sr. Antulio Santarrosa ha sido obligado en varias ocasiones a pedirle disculpas a la comunidad LGBTT para luego burlarse nuevamente de ellos. Desde el poder ha decidido seguir diciendo lo que le viene en gana como si su filosofía fuera: “mejor pedir perdón que pedir permiso” y burlarse y vilipendiar a diestra y siniestra. Ha tenido que pagar unos cuantos millones de dólares por difamar. Ha sido obligado por un tribunal a reconocer a su hijo a quien ha rechazado siempre mientras señala quien es mal padre o madre. En fin, la moral en calzoncillos. Pero, como si fueran dos personas que van cogidas de la mano, mientras en más “bully”, más sube su rating y más credibilidad le da hasta la prensa que reseña lo que pasa en el programa.
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Hasta que en estos días consternados con el asesinato del Sr. José Enrique Gómez Saladín quien fue matado a golpes y quemado. La solidaridad inmediata se hicieron eco de #TodosSomosJoseEnrique impactados por la desaparición con desenlace fatal del Sr. Gómez Saladín, pensando esta vez que pudo haber sido alguno de nosotros. En medio de esto el Sr. Antulio Santarrosa advirtió en su programa: “lo que voy a hablar a algunos no les gustará” e insistió: “a algunos no les gustará esto”
Mientras estaban sintonizados al programa los individuos pensaban “pude haber muerto yo” el Sr. Antulio Santarrosa cuestionó: “¿Qué hace un caballero en la calle Padial? … ¿Qué hacía José Enrique Gómez Saladín en la Calle Padial en Caguas donde hay un foco de homosexualismo, prostitución y de cuanta cosa hay? … ¿Se buscó esto este señor José Enrique Gómez Saladín? Y su compañero de programa Héctor Travieso reafirma diciendo: “la llamada se genera en la Calle Padial o sea que hay una mentira envuelta no se está bregando con la verdad” haciendo referencia a la relación matrimonial de Gómez Saladín.
¿Qué pasó esta vez?
Por primera vez en mucho tiempo , mientras tenían al programa de fondo, la gente sintió el crimen muy, muy cerca. Se pensaron víctimas del crimen. Pensaron, quizás, si yo no soy figura pública por qué este Sr. Santarrosa es capaz de cuestionar si me busqué ser asesinado. ¿Por qué si tuve que sufrir los golpes y el fuego en mi piel, ahora se ventila mi vida en un programa de TV? Si mi familia me busca es porque me ama con virtudes y defectos. ¿Por qué los familiares de la víctima tiene que padecer del verbo pernicioso del Sr. Antulio Santarrosa? Y la respuesta de todos fue: “dejaremos saber nuestros descontentos a las marcas que lo auspician y lo mantienen ahí. Enough!
Así fue como nació el “Boicot a la Comay”. Sólo se necesitaba un valiente. Una marca seriamente amenazada, capaz de retirar su pauta en prime-time. Y así sucedió y se unieron más. Puerto Rico está despertando. Dicen que WapaTV pierde $1.3 millones a la semana por esta presión ciudadana. ¿Qué veníamos advirtiéndole hace mucho al Sr. Antulio Santarrosa? ¡Que se cuide! Dándole a tomar un poco de su propia medicina.
Ya no trabaja de bibliotecaria, fue aprendiz de socióloga y piensa en voz alta en la sección de PUERTO RiiCO en QiiBO.com
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