El representante Luis Farinacci se encuentra en un entuerto jurídico político complejo que tiene en jaque su escaño y carrera política en la Cámara de Representantes de Puerto Rico.
Durante gran parte del 2010 y principios del 2011, el País ha visto como un representante desconocido para muchos, ha tomado prominencia nacional por su escandaloso divorcio y las alegaciones de maltrato físico y emocional a su pareja. Irónicamente, la situación que activa el proceso de expulsión es una querella de los padres de su esposa Liza Yajaira Rivera donde alegadamente el representante los amenazó de muerte.
Posteriormente, se dio a conocer una serie de quejas incoadas por varias empleadas de la Cámara donde detallaban un patrón de hostigamiento del que fueron víctimas.
Sin embargo, el río ha sonado y parece que viene agua pero aun no se ve nada. Desde temprano esta semana se ha rumorado el contenido del borrador de ese informe. Hoy la presidenta de la comisión de ética, Liza Fernández, convocó a esa comisión para discutir el informe y se prevé que se haga una votación interna sobre el mismo.
Esto abre la puerta a varios escenarios.
Primero: los votos que necesitan para expulsión.
En un proceso de expulsión de un representante se necesitan ¾ de los miembros del cuerpo concurran para la votación. Sin embargo, existen varios factores que no estaban cuando se expulsó a Rodríguez Traverzo. Primero, no existe el número completo de representantes debido a que no ha se llenado la vacante y además, se comenta por los pasillos del Capitolio que la Presidenta Jennifer González, ha tenido problemas en amarrar todos los votos de su delegación. Segundo, esto hay que añadirle el drama de la pava y en el cual su líder de la delegación Héctor Ferrer, no ha podido lograr un consenso mayoritario entre sus miembros y eso sin contar que la representante Sylvia Corujo, quien había dicho que se inhibía del procedimiento ahora participaría votando en contra de la expulsión.
Segundo: el juego político.
Un informe de la comisión de ética que recomiende la expulsión podría representar un duro golpe para ambos partidos. Por el PPD, el hecho de que uno de sus representantes sea recomendado para ser expulsado por hechos donde se alega hubo violencia de género, un tema sensible para muchos, podría ser nefasto. Históricamente los Partidos en el año pre-eleccionario evitan meterse en discusiones con temas sensitivos y menos con un tema donde el grupo demográfico, las mujeres, que son las que mas favorecen al PPD. Por otro lado, ante la posibilidad de la no expulsión, el PNP tendría a su haber una derrota política, específicamente para el liderato de Jennifer González. Se sabe que González es Presidenta por una votación sumamente cerrada y difícil en el caucus y que anda en busca del issue para lucir fuerte ante su homólogo en el senado Thomas Rivera Schatz. Es por eso, que se esboza la posibilidad de que este informe muera en Comisión por una treta política ante la incapacidad de amarrar los votos necesarios para la expulsión.
Tercero: dilatar la agonía.
El PNP ya se embarcó en el procedimiento para llenar la vacante de Rodríguez Traverzo, proceso que le puede tomar varias semanas. Es por eso que Jennifer González podría dilatar la presentación en el pleno de la Cámara del informe para tantear la posibilidad de tener mas votos a favor de una expulsión. Es decir, si la votación se da en estos días, Farinacci se quedaría en la Cámara mientras mas tiempo pase, sus posibilidades disminuirán grandemente.
Habrá que esperar…
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