Que acabe y se acabe el mundo

Algunos bromean, otros lo toman en serio [demasiado en serio si me preguntan] pero según dicen que dijeron los Maya, el 2012 es el fin de una era, algunos lo toman como el fin del mundo.  Si este año es el último de American Idol, pues tuvieron razón.

Como buen escéptico, la mayor importancia que le puedo dar a los Mayas y sus “predicciones” es la que tienen histórica y antropológicamente. Por supuesto, no puedo dejar pasar la oportunidad de hacer y leer miles de chistes y “trolleos” a los mismos que todavía tienen guardadas salchichas en pote del Y2K y batas blancas del arrebato del 2011 y que ahora me llenan la pared de Facebook y el timeline de Twitter con artículos sobre lo importante que será para la historia humana este 2012 por el cambio que ellos “vieron venir”. Si me preguntan, ninguna sociedad, médium, adivino, etcétera que no haya predicho la tragedia que es “Twilight” tiene crédito conmigo, pero bueno, esos son otros $20.

Pero después de todos los chistes, me pregunto: ¿Estamos tan lejos realmente? Bueno, déjenme ser claros, no será el fin del mundo, será el fin de nuestra especie. Sí, porque somos tan arrogantes, que pensamos que el fin de la humanidad sería el fin del mundo. Nada más lejos de la verdad; dentro de la historia completa de nuestro planeta, 4.5 billones de años, hemos existido relativamente nada: apenas algunos 200,000 [acaso un millón si contamos los neandertales]. Según cálculos, al Sol todavía le quedan algunos 5 billones de años [la edad aproximada de Madonna y Cher si contamos cirugías] antes de convertirse en un gigante roja y crear la barbacoa más grande del Universo [pendiente que el libro Guiness lo confirme]. Por tanto, llamar nuestra extinción “el fin del mundo” es pedantería en su forma más extrema, sin nosotros, el mundo seguiría girando sin problemas… hasta un poco mejor diría.

Si han visto la foto que compara la tierra vista desde el espacio en 1977 y 2011, se habrán podido dar cuenta lo increíblemente dañinos que hemos sido; gigantescas zonas de selva y bosque eliminadas, atmósfera manchada de contaminación. Además, se calcula que por necesidad de vivienda, comida y hasta supersticiones, cientos de especies [recientemente el Rinoceronte Negro] han sido exterminadas o están a punto de. Habrá sido el villano de “The Matrix”, pero cuando “Mr. Smith” nos llamó “un virus” no estaba muy lejos de la verdad…. más razón le doy cuando veo la 2 y la 3.

Si nuestra especie tiene los días contados, la culpa no es de nadie más que nuestra; botamos basura como si se desapareciera mágicamente, consumimos recursos como si fueran infinitos y lo peor de todo: hacemos casi nada en asegurar que esos mismos recursos estén mañana, no para futuras generaciones, ¡que va! ¡Para nosotros mismos! En Puerto Rico se produce menos del 11% de lo que comemos, para mí eso es aterrorizante: si en mi país la gente se mata por hacer fila para comprar un televisor en especial, imagínense cuando sea para comprar un saco de arroz que esté en racionamiento. Eso no es una probabilidad lejana, es una potencial realidad. Desde causas como catástrofes naturales hasta conflictos bélicos, si la comida dejara de entrar a Puerto Rico, tendríamos comida para menos de 15 días.

Si los extraterrestres existen, no podemos culparlos por no hacer contacto, somos una especie que hace armas, las ponemos en órbita y las apuntamos a nosotros mismos. Pero déjenme ser justo: el mundo entero comparte la culpa, tanto por acción como inacción. Pero que importa, mientras podamos seguir usando Twitter, Facebook y Path y ver TV e Internet y jugar mucho Xbox que importa que el cambio climático sea real o no, que la gasolina siga subiendo, que los precios de la comida sigan aumentando si hay muchos McDonald’s y Kentucky con “value menu” y siempre va a estar Plaza para comprar a crédito, peleas de boxeo, juegos de Football y NBA para distraernos. ¡Que se acabe el mundo que aquí estamos bien!