[box]Game of Thrones: Season 2 episodio 4 — Garden of Bones[/box]
Oh Joffrey, ¿qué rayos pasa dentro de esa enferma cabeza coronada? Y Melisandre, ¿Qué demontres es esa cosa? ¿Acaso en Westeros ni parir lo hacen como una persona normal? Chistes mongos aparte, bienvenidos QiiBOnautas, a la primera reseña en QiiBO de Game of Thrones. Como saben, normalmente solo hablamos de cine y no de TV, pero en el QiiBOffice hay tantos fans pegados a esta maravillosa serie de HBO que se ha ganado un espacio para discutirla todas las semanas.
Un detalle muy importante, no he leído los libros, así hablaré solo acerca de la serie, incluyendo conjeturas y predicciones, y aunque por supuesto que la opinión de todos ustedes es lo más importante en QiiBO, les pido por adelantado que no incluyan “spoilers” de lo que podría suceder en base a lo que está en los libros. Si les advierto que esta reseña si tiene “spoilers” del episodio.
Esta semana comenzó mostrando los resultados de otra batalla ganada por Robb Stark, incluyendo una pequeña muestra de su Direwolf, Grey Wind, dando el primer…ehhh, mordisco. Al igual que las anteriores, solo vemos el después [buen truco para ahorrar dinero]. Eso no le quita valor al momento, ya que somos testigos de Robb luchando, no solo contra sus enemigos, sino con las condiciones y consecuencias que resultan de estar en guerra; escasez de recursos y la necesidad de tomar fuertes decisiones en contra de su conciencia. “No ejecutaremos prisioneros”, “no torturaremos” dice el rey en el norte mientras su asesor, Lord Bolton, le recuerda que el camino correcto no es el más fácil a tomar. Aunque casi ni lo hemos visto en esta temporada, Robb está determinado a seguir los pasos honorables de su padre, el buen y descabezado Ned Stark, pero a mala manera ha tenido que aprender que en las guerras, la nobleza y el honor son mucho más difícil de mantener cuando la opción es el enemigo o tu. Para colmo, la actitud de Talisa [OTRO personaje nuevo] y su fuerte opinión en contra del conflicto parece calar en su mente. Junto con su apellido, Talisa le niega valor a los argumentos de Robb quien parece quedar impresionado con la…¿enfermera/carnicera, supongo? Aparentemente para los hombres de Winterfell, una mujer con fuerte personalidad y manos y cara manchadas de sangre es irresistible.
Joffrey, mientras tanto, continúa demostrando la razón por la cual su foto debe estar bajo la definición de “infeliz” en el diccionario, ya que frente a toda su corte maltrata y denigra a Sansa, castigándola por la “traición” de su hermano Rob. Afortunadamente, Tyrion aparece justo antes de que Ser Meryn le hiciera un tatuaje permanente a la chica Stark, usando una espada que estoy seguro, no está autorizada por el departamento de sanidad de Westeros para eso. Tyrion continúa su campaña personal de limpiar la casa o ajustarla a su favor. Una vez más, las mejores escenas del episodio fueron las suyas, y aunque esta semana no tuvimos a la reina Cersei Lannister para el combate verbal, fue un gustazo ver como la nueva mano del rey le hizo frente a su malcriado y real sobrino y más tarde en el episodio hacer llorar al primo Lancer y convertirlo en una de su “aves espías”. Volviendo a Joffrey, el muchachito definitivamente está decidido a ser un verdadero desgraciado [“No hay cura para ser un cab**n” dice Bronn], en lugar de disfrutar sus “regalos de cumpleaños” Ross y la otra chica [cuyo nombre, sorry, pero no lo sé) como lo haría cualquier adolescente normal, su alteza las obliga a participar de la peor sesión de sadomasoquismo que he visto en pantalla desde 8MM [Estoy seguro que no fui el único que se asustó cuando Joffrey le dio el cetro real a Ross para que lo usara con la otra chica].
Al otro lado del mapa, Lord Balish llega al campamento de Renly, perdón, el REY Renly, para ofrecer a Catelyn Stark el trato de Tyrion: entreguen a Jaime Lannister y obtendrán a sus hijas de vuelta. Por supuesto, Balish, sabandija que es, olvidó mencionar que Arya está desaparecida para ellos sin ninguna idea de su paradero. Como muestra de buena fe, han devuelto los restos de Eddard Stark en una escena en la que no pude evitar gritar dentro de mi cabeza “what’s in the box?”. Y aunque fue más tarde en el episodio, el esperado encuentro entre los hermanos Baratheon se dio finalmente, con tanto Stannis como Renly tercamente reclamando el trono de acero y Catelyn Stark haciendo un intento mongo de hacerlos desistir y unirse, lo cual obviamente no logró. Irónicamente, contrario a lo dicho por todos acerca de Stannis Baratheon, es este personaje el que más interesante ha sido para mí, ya que habiendo sido descrito como un hombre honorable hasta por Eddard Stark, sus acciones no han expresado tal cosa, empezando por la “jugadita” con Melisandre encima de la mesa de estrategia el pasado episodio y en este el pedido que le hace a Davos, de llevar a Melisandre a la cueva para que de a luz…lo que sea que haya sido eso. Me hace preguntar, ¿sabía Stannis lo que iba a pasar con ella cuando le ordenó a Davos? ¿Lo sabía cuando le ofreció a Renly ser su heredero mientras no tuviera hijos? hmm, da que pensar.
Por cierto, aunque si hemos visto cositas aquí y allá, y por supuesto los dragones de Daenerys, este es el primer momento de hechicería “bona fide” del programa: Melisandre se acuesta con Stannis, queda embarazada y prácticamente en horas después parió una criatura de humo y magia que literalmente salió criado, o sea, se formó en adulto. Vamos a ver si continúa de esa manera. Personalmente me gusta, pero me preocupa que eso le pueda hacer perder audiencia a la serie y, pues, conociendo pasadas experiencias con series caras en HBO, digamos que me preocupa que se vaya por el camino de “Carnivale” o “Rome”. No me hagan caso, eso no va a pasar.
Regresando a la familia Stark, Arya llegó a la temible y supuestamente maldita tierra de Harrenhall, donde la han llevado junto a los arrestados del episodio anterior y en un acto que me apretó el pecho, demostró que mantiene la memoria de Yoren viva, al repetir los nombres de todos aquellos de los cuales se quiere vengar mientras se queda dormida. En un interesante giro de la historia, cuando ella está a punto de ser testigo de la muerte por tortura de Gendry, llega Tywin Lannister a ordenar que paren la tortura y pongan los prisioneros a trabajar. Una mirada del león a Arya bastó para este descubrir que es en realidad una chica disfrazada de niño y la requiere como una de sus ayudantes domésticas.
Finalmente, y al otro lado del mar estrecho, Daenerys llega a Qarth [¡se pronuncia KARFF! No lo olvides, Dany] donde la reciben “los trece”, los cuales supongo, son los gobernantes de esta ciudad, que al parecer fue fundada por el luchador Brett Hart [“la mejor ciudad que ha habido y jamas habrá”]. Daenerys rinde tributo a su sangre de dragón, cuando les advierte que de no ayudarla, ellos serán los primeros en sufrir la destrucción de su venganza. Justo cuando la iban a dejar plantada en su “jardín de huesos”, uno de los trece habla a favor de ella y su grupo de Dothrakies y le permiten la entrada a los que, estoy seguro después de meses en el desierto, es un tremendo paraíso…sin mencionar un bañito decente. Aunque esta vez tuvimos un poco más de “la madre de los dragones” y su historia, me dejaron queriendo más. Puedo entender que esa sea la intención de los productores, aún así puede ser algo frustrante.
En resumen, este fue un excelente episodio. La única queja es que algunos asuntos se sienten estancados, pero bueno, teniendo tantas historias corriendo al mismo tiempo se entiende que hay que darle cariño a cada una y sabiendo que hay muchos cosas por resolver en cada esquina de Westeros, espero con ansias el próximo domingo. ¿Qué les pareció a ustedes este episodio QiiBOnautas? Speak you miind!
Podcastero, comediante, crítico de cine y TV miembro de la Critics Choice Association, crítico certificado en Rotten Tomatoes, y padre de gatos. Una vez cuando niño entré a un cine, y en cierta forma nunca salí.
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